Nos proponemos en este 54 aniversario de la Revolución de abril de 1965, recoger algunos apuntes para la historia sobre la participación de los puertoplateños a través del Comando de Puerto Plata y de otros hechos ligados a la misma.
Durante la Revolución de abril de 1965, muchos puertoplateños participaron en este importante acontecimiento de la historia nacional del siglo XX, y jugaron un papel activo tanto del bando de los constitucionalistas, así como del bando de los militares conservadores que se identificaron con la intervención yanqui.
Como muy bien acota el escritor, diputado nacional y dirigente de izquierda Fidelio Despradel:
“La Guerra Patria de Abril de 1965, es el más grande acontecimiento histórico y revolucionario impulsado por nuestro pueblo en lo que va de siglo, sólo equiparable con la resistencia a la intervención militar yanqui de 1916—1924”. (Historia gráfica de la Guerra de abril, tercera edición. Santo Domingo, Editora Nuevo Rumbo, 1981, pagina s/n).
Los puertoplateños, siempre han dicho presente en todas las luchas libradas por el Pueblo Dominicano. Ahí está su actuación en el Movimiento del 27 de febrero de 1844, en donde funcionó una célula de la sociedad secreta La Trinitaria, organizada por el Padre Dr. Manuel González Regalado y otros. También en la Guerra de la Restauración de 1863, teniendo como principal figura al puertoplateño Gregorio Luperón y centenares más de lugareños de allí. En la primera intervención norteamericana de 1916, sobresalió Gregorio Urbano Gilbert en San Pedro de Macorís.
El 25 de septiembre de 1963, le dieron un golpe de Estado al gobierno encabezado por el presidente de la República, profesor Juan Bosch, surgido después del ajusticiamiento del dictador Trujillo, en las primeras elecciones celebradas en el país por fuerzas conservadoras y militares.
El Dr. Fernando Sánchez Martínez nos dice:
“El nuevo gobierno democrático sólo duró siete meses, pues el 25 de septiembre el Presidente Constitucional de la República fue derrotado por un golpe de Estado, cuya ejecución se aliaron la burguesía tradicional de origen oligárquico, la alta oficialidad militar estrechamente vinculada con ésta y con la orientación del mando militar del Pentágono de los Estados Unidos, y una parte de la iglesia Católica”. (Psicología del Pueblo Dominicano, editado por la UASD, 1987, pág. 74).
Algunos puertoplateños apoyaron el golpe de Estado contra Juan Bosch y fueron favorecidos en nombramientos en el país y en el extranjero. Nombrados en ministerios, embajadas, consulados, administradores generales, síndicos, regidores, gobernadores, etc.
Otros puertoplateño lucharon contra el Triunvirato, encabezado por el Lic. Emilio de los Santos y murieron en la guerrilla de Las Manaclas, de Manolo Tavárez Justo, que luchaban por la vuelta a la constitucionalidad y la reposición del Gobierno del Prof. Juan Bosch. En la misma murieron Hipólito Rodríguez, Félix Gerónimo Escaño Peña y otros. Con el fusilamiento de Tavárez Justo y otros de sus compañeros, el Lic. De los Santos presentó renuncia a su cargo, en un gesto muy loable en él.
El 24 de abril de 1965 se dio inició en Santo Domingo al Movimiento organizado por el Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez y quien involucró al Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó y a cientos de militares en contra del Triunviratos que presidía el Dr. Donald Reid Cabral. El Coronel Caamaño Deñó en Jefe de la Revolución de abril de 1065 y en el Presidente Constitucional. José Francisco Peña Gómez, fue quién llamó a través del programa Tribuna Democrática, órgano del Partido Revolucionario Dominicano y le hizo un llamado al pueblo dominicano a apoyar a los militares rebeldes, siendo el mismo acogido con entusiasmo y júbilo en las calles en cada una de las provincias del país.
El destacado sociólogo y escritor Melvin Mañón, nos narra de la manera siguiente:
“Cuando estalló la revolución, el 24 de abril de 1965, estaba de nuevo en Puerto Plata. El mismo sábado, puesto en auto de lo que estaba aconteciendo, organicé movilizaciones en el pueblo, la toma pacífica de emisora local para difundir consignas y entramos a preparar los grupos que celebrarían el regreso del país a la constitucionalidad. Entonces, como de repente, el golpe de Estado se transformó en guerra civil y en vez de celebrar, empezamos a organizar el viaje de voluntario desde Puerto Plata a la capital. Nadie sabía a qué, pero todos entendíamos que venir a ver y a participar en lo que fuera que estuviera ocurriendo, especialmente luego de correr la voz de que, como me dijo un compañero entonces: “dicen que en la capital se está peleando”. (Operación Estrella, 5ta. Edición. Santo Domingo, Editora Manatí, 2005, págs. 64 y 65).
Ese día 24 de abril de 1965 contraen matrimonio en la ciudad de Puerto Plata, el dirigente político de izquierda Amín Abel Hasbúm y Mirna Ydalia Mercedes Santos Candelario. Después de dicho matrimonio se entera Hasbúm del estallido de dicho movimiento y parte para Santo Domingo para integrarse a la Revolución del 24 de abril de 1965. Cinco años después sería asesinado por la Policía Nacional, en Santo Domingo, el 24 de septiembre de 1970. Estos procrearon dos hijos Ernesto y Amín Abel Santos.
Puerto Plata, dijo presentes en aquel movimiento que comenzaba a organizarse en Santo Domingo y que luchaba por el retorno del profesor Juan Bosch a la presidencia de la República y la vuelta a la constitucionalidad.
El Comando de Puerto Plata, dirigidos por Antonio Serrata Badía y Juan Rafael Bentz, quienes se convirtieron en el Primer y Segundo Comandante, respectivamente, ubicado en la calle Arzobispo Nouel, cerca del Parque Independencia, de Santo Domingo, en una casa conseguida prestada y en varios días lograron aglutinar a una gran cantidad de puertoplateñoos en el mismo.
Entre los puertoplateños que formaron parte del Comando de Puerto Plata, cabe, además, mencionar: Edgar Hart Vásquez (a) Goguito, Pedro Messón, Mirko Morales Capella (a) Camao, Juan Calderón, Juan Tomás Marmolejo Núñez (a) Tommy y su pareja Altagracia Fidelina Petiton (a) la China, Virgilio Oviedo, Benito Kingsley, Saturnino Caraballos (a) Nino,
José Tomás Gómez Martínez (a) Abelardo, Manuel Bentz, Héctor González (a) Chichi, Pablo Gerónimo, Luís Tomás Sánchez (a) La Pulga, Gerardo Cruz, Rafael Burgos (a) Meco Burgos, Mario Lagombra Hernández, Máximo Adon Rodríguez, José Hernández, , Munis Armas, Leónidas Núñez, Arquímedes Minaya, Juan Luis Carrasco, Máximo Rodríguez, Hugo Fernando Spignolio Landrau (a) Fernandito.
Además estaban también: Ramón Israel Inoa Peña (a) Yeyo, Darío Silverio, Manuel A. Espinosa, Aquiles Núñez, Francisco Batista Villaman , Pedro A. Cruz, Julio E. Martínez, Manuel Regla Mejía, Luis F. Payano, Manuel A. Polanco, Máximo O. Rodríguez, Rafael Silverio, Lino Suero Carvajal, José A. Valdez, Agnes Wells, Baldemiro Frías Mercado (a) Mirito, Manuel Castro C. (a) Nelo Castro, Carlos M. López, Félix Ventura Fernández, Aquiles Martínez, Rafael Cabrera (a) Macoris, José Hernández, Luis Díaz, José Guzmán (a) Cabo Cheche, Pedro Martínez, Alfredo Carrasco, Digno Sócrates Caraballo, Rafael Banks Raig (a) Papote, Rafael García Martínez, Mario Gómez, Carlos Octavio Veloz, Radhames Paulino, Adromedes García, el Chino Melo, Rubén Larauli, Lolo Núñez, Pin Montas, Miguel Ángel Taveras, Carlos Camacho (a) Papotico, Domingo Aquino, Adornes Hernández (a) Inanito, José Pérez, Mario Gomez (a) Cachalote, Anny Wells, Roque Sánchez, José E. Fernández González, Alberto López, Porfirio Parra, Carlos Marcelino López (a) el Brown, Sergio Martínez, Justo Martínez (a) Chimpin, y otros tantos. Dicho Comando era visitado frecuentemente por el combatiente y héroe nacional Gregorio Urbano Gilbert Suero, quien en varias ocasiones se dirigió con elocuentes palabras de orientación hacia los miembros del mismo.
En dicha Revolución del 24 de abril de 1965, hubo otros puertoplateños que estuvieron en la misma en otros frentes, como fueron: Gregorio Urbano Gilbert, los hermanos Manuel (a) Ney y Domingo Santana Martínez, Danilo Arzeno, Comandante Luis Manuel Bordas Hernández, Luis Arturo Núñez, José Aníbal Núñez, Germán Camarena Gómez, Melvin Mañón, Jaime Howard, Rómulo Antonio Briceño Suero, Manolo Russo, Miguel Ángel Santana (a) Santanita Rafael Porro Núñez, Jhonny Russo, José Pérez, Ulises Jiménez, Miguel Ángel Santana, José Oscar Grullon, Pedro Russo, José Miguel Briceño Suero y el connotado escritor e historiador Lic. Emilio Rodríguez Demorizi, quien se convirtió en uno de los principales asesores del Gobierno de Caamaño Deño, su único hijo varón de apenas 18 años de edad, murió en la Revolución de abril, de nombre José Antonio Rodríguez Soler. (Véase la importante obra Los comando, de Bonaparte Gautreaux Piñeyro. Santo Domingo, Editora Centenario, 2015. Archivo General de la Nación).
El Comando de Puerto Plata, recibió la solidaridad y la ayuda económica de muchos compueblanos desde Puerto Plata, que enviaban ayudas, como fueron: Willy Lora, Dr. Panchito Brugal (quien fuera nombrado por el Gobierno de Caamaño Deño como Gobernador Provincial de Puerto Plata), Dr. Antonio Vásquez Paredes, Ángel Muñiz, José Clisante, Rafael Isa, Bochi de Díaz, Thelma Vásquez, Moya, Valderes Bonilla, Dr. Miguel Gabriel Imbert Pimentel, José Jacobo, Fernando Cueto, Nini Mena de González, Mercedes Hernández de Bordas, Miguel Ángel Reyes Castillo, Rafael Suncar (a) Pio, y otros.
Los hombres del Comando de Puerto Plata, siempre estuvieron en las primeras filas, participando en todos los combates escenificados en dicha revolución: La batalla del Puente Duarte, del 27 de abril; en el asalto a la fortaleza Ozama; el asalto al Palacio Nacional, el 19 de mayo, en donde murieron en combate los dirigentes constitucionalistas Rafael Tomas Fernández Domínguez, Juan Miguel Román, Euclides Morillo, Elio Capocci y otros combatientes.
Estos también, se opusieron a la segunda intervención norteamericana, ordenada por el presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johson, el 28 de abril de 1965, con el envío de 42,000 marines al territorio nacional.
El historiador Roberto Cassá ha dicho que: “Desde el punto de vista social, la Revolución de 1965 fue la expresión en la forma superior de lucha de clases, de alianza de diversos sectores políticos y sociales sobre la base de un programa mínimo común. Dicho programa se sintetizaba en la Constitución de 1963, por lo que no traspasaba los marcos del sistema capitalista”. (Historia social y económica de la República Dominicana, tomo II. Santo Domingo, Editora Alfa y Omega, 1980, pág. 332).
El Pueblo Dominicano y, muy especialmente, los puertoplatenos, tenemos que recordar a éstos hombres que defendieron con dignidad y coraje a la Patria pisoteada.
“Por último, la Guerra de abril —como dice Fidelio Despradel— representa, como hecho histórico, político y social, la frontera entre dos etapas de un movimiento”. (Obra citada, s/p).