“Should five per cent appear too small, be thankful I don’t take it all. 'Cause I’m the taxman, Yeah, I’m the taxman”[1].
The Beatles, “Taxman” (1966)
Estamos en medio de un torbellino de recaudación y voracidad fiscal. La Dirección General de Impuestos Internos (DGII) modificó el Reglamento del ITBIS. Justo el pasado miércoles 22 de junio, el Congreso Nacional aprobó el anteproyecto de “paquete fiscal”[2].
Luego, hicieron puente y se tomaron un fin de semana largo de descanso. También, recientemente la DGII publicó la Norma General No. 04-2011 sobre Precios de Transferencia que establece las reglas aplicables a las operaciones efectuadas entre partes relacionadas o vinculadas (la “Norma sobre Precios de Transferencias”). En los dos primeros artículos de esta serie me enfocaré en la Norma sobre Precios de Transferencias. Explicaré brevemente en qué consiste esta problemática poco comprendida. En las entregas posteriores, cuando el Poder Ejecutivo haya promulgado el paquete fiscal y tengamos una versión oficial de su contenido, también lo examinaremos.
¿Qué son los precios de transferencia?
En la teoría económica, se estudian los precios de transferencia dentro del marco de aquellas empresas multinacionales que están verticalmente integradas: es decir, que operan en distintos segmentos de la cadena productiva[3]. Estas firmas a menudo cuentan con distintas unidades o divisionesde negocios[4]que se encargan de varios aspectos del proceso productivo y funcionan con ciertos niveles de autonomía[5]. Es decir, que cada unidad de negociorealiza una función antes de mercadear, comercializar o distribuir un producto (bienes o servicios) en el mercado.
Surge entonces una importante distinción entre insumos o productos intermediosy productos finales.Los productos intermedios son aquellos que elaboran las divisiones de los segmentos o eslabones primarios[6] y que se venden o transfirieren a las divisiones que se encargan de finalizar el proceso productivo.[7] Las divisiones secundarias o finales convierten los productos intermedios en productos finales o terminados para ser comercializados con los consumidores. Esta última etapa puede bien implicar un proceso industrial o de mercadeo.
Por ejemplo, supongamos que una firma multinacional que manufactura automóviles utiliza un producto intermedio-una pieza clave-que suple una de sus unidades primarias de negocios (“ProfitCenterA”). El ProfitCenter Aestá ubicado en una jurisdicción con baratos factores de producción. Luego, el ProfitCenterA vende (exporta) la pieza clave al ProfitCenterB que lo importa a otro país desde donde se completa la manufactura de los vehículos y se distribuyen a los mercados donde se comercializan.
El precio de transferencia se define entonces como el precio utilizado por una unidad de negocios, filial o empresa vinculada cuando transmite insumos o productos intermedios a otras empresas vinculadas.El problema económico que enfrenta la gerencia de toda empresa verticalmente integrada es uno de optimización: ¿cuál es el precio al que se debe vender este producto intermedio, y qué cantidades del mismo se deben producir?[8] Estasson preguntasfamiliares que se plantean los economistas y que deben manejar los administradores. Todo esto parece muy inocente y aparentemente, no presenta mayores repercusiones, ¿cierto?
Sin embargo, esta problemática se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para las administraciones tributarias de los países del mundo.En una próxima entrega explicaré por qué surge el interés de la hacienda pública detrás de este tipo de arreglos.
[1] Traducción libre del autor: “Si un cinco por ciento te parece poco, agradece que no lo tome todo… porque soy el cobrador de impuestos… si, el cobrador de impuestos.”
[2] Algunos colegas se resisten de llamarle una “reforma” porque entienden que no lo es.
[3] Petersen, H. Craig & W. Cris Lewis. Managerial Economics, 4th ed, Prentice Hall, New Jersey, 1999, Pág. 412.
[4] La teoría económica se refiere a firmas de divisiones múltiples o “multi-divisional firms”. En esta primera sección nos referimos a la empresa como una única unidad productiva, independiente de la manera como esté organizada legalmente. Es decir, sin importar que la misma cuente con filiales, sucursales o subsidiarias que estén incorporadas bajo un modelo organizativo específico en las distintas jurisdicciones donde opera.
[5] Estas unidades o divisiones se conocen a menudo como "profit centers”. Ver: Salvatore, Dominick. Managerial Economics in a Global Economy, McGraw Hill, New York, 1996, Págs. 471 y 478.
[6] Denominadas “upstream divisions” por algunos autores. Ver: White, Matthew, “Transfer Pricing”, Managerial Economics (MGEC 621), Session Note 02, Autumn 2008. Disponible en línea en: http://bpp.wharton.upenn.edu/mawhite/MGEC621/Session%20Note%2002%20-%20Transfer%20Pricing.pdf
[7] Llamadas “downstream divisions”.
[8] Existen implicaciones adicionales importantes que no trataré aquí, como por ejemplo si existe mercado para los productos intermedios de una firma, etc.