Parece un sueño hermoso pero la realidad es que en el Palacio Nacional hay señales serias de querer ayudar a los pobres a elevar su nivel de vida. El Presidente de la Republica, Danilo Medina, ha reunido, en el majestuoso y elegante Salón de las Cariátides, a funcionarios de su gobierno para buscar los mecanismos de hacerlo. Wao, ¡ en las Cariátides hablando de los infelices para ayudarlos!!. Harán lo que nunca se ha hecho. Les darán prioridad a las necesidades básicas de los hijos de machepa.
Todo parece indicar que la “Institución Combatir la Pobreza”, será privilegiada desde el Palacio. Será el Funglode de Danilo. Su joya predilecta, mimada, donde volcara los recursos pero para beneficio publico, no privado. Una forma de corregir lo que esta mal. Movilizara ministerios para combatir la miseria desde las raíces. Ojala consiga los éxitos logrado por aquella.
Dispuso ejecutar de inmediato programas de alfabetización y producción en pro de los pobres. Antes solo le daban tarjetitas, bonos, limosnas y tenían que entregar su dignidad, su libertad. Los humillaban. Hoy, los van a ayudar a romper las cadenas. ¿Cómo lo lograran?. Ya comenzaron. Hay alrededor de un 40% de analfabetos. Se han propuesto enseñarlos a leer y escribir. Elevaran su autoestima. También les darán financiamiento con intereses bajos y facilidades de pagos, a los que deseen instalar un pequeño negocio o empresa. Se habla de proyectos de viviendas, comida de calidad, programas educativos e incentivos para que vuelvan al campo y hacer producir la tierra. Los trataran como persona humana.
Danilo esta bien intencionado. Formado con sólidos principios cristianos, no ha olvidado las enseñanzas de Bosch. Pido a Dios que disponga de una personalidad fuerte que le impida deslumbrarse, parcializarse, volverse tutumpote. Necesitamos que haga una distribución equilibrada de la riqueza. ¡Manos a la obra!, fue su llamado para comenzar a actuar. Ojala los dirigentes del PLD sigan sus directrices y lo ayuden a abrir los caminos del progreso colectivo.
Ha llegado el momento en que educación, comida, salud, empleo para los pobres, sean verdaderas prioridades en un gobierno peledeista. Hasta hace poco atendían a ricos sin pensar en los infelices: teorías sin practicas; la macroeconomía, olvidando el micro: viajes al exterior sin visitar el interior: metros sin hacer caminos vecinales: la capital, olvidando ciudades y campos. Procede levantar el edificio que se llama nación, comenzando por poner una buena zapata, para que ninguna tempestad lo derrumbe. Podemos lograrlo con el solo hecho de concentrarnos en ayudar al pueblo a estudiar, trabajar, desarrollar potencialidades y organizar las comunidades. ¡Adelante, Sr. Presidente!. Hay muchos dominicanos de buena voluntad dispuesto a apoyarlo en esta hermosa y justa misión.