Perros tan aterradores como estos no se han visto desde el sabueso de los Baskerville.
Han sido criados por un ferviente admirador del fallecido "rabino" Kahane Meir, que fue calificado de fascista por el Tribunal Supremo de Israel. Su tarea es proteger a los asentamientos y atacar a los palestinos. Son perros colonos o, más bien, colonos perros.
Todos nuestros canales de televisión han informado ampliamente sobre ellos y elogiaron su eficacia y ardor.
Todo ello como preparación para "septiembre".
SEPTIEMBRE no es sólo el nombre de un mes, el séptimo en el antiguo calendario romano. Es el símbolo de un peligro terrible, una amenaza existencial indecible.
En las próximas semanas, los palestinos pedirán a la ONU que reconozca al Estado de Palestina. Ya han reunido una amplia mayoría en la Asamblea General. Después de eso, de acuerdo con la valoración oficial de nuestro ejército, se desatará un verdadero infierno. Multitudes de palestinos se van a levantar, atacarán el muro de "separación", asediarán a los asentamientos, se enfrentarán al ejército, crearán el caos.
"La Autoridad Palestina está planeando un baño de sangre", , afirmó con alegría Avigdor Lieberman. Y cuando Lieberman predice la violencia, no sería prudente ignorarlo.
Desde hace meses, nuestro ejército se ha estado preparando para tal eventualidad. Esta semana se anunció que se está capacitando a los pobladores, también, y diciéndoles exactamente cuándo se les permitirá disparar a matar. Por lo tanto, confirma lo que todos sabemos: que no hay una distinción clara entre el ejército y los colonos ‒muchos colonos son oficiales del ejército, y muchos oficiales viven en los asentamientos. "El Ejército defiende a todos los israelíes, estén donde estén", es la línea oficial.
Uno de los escenarios para el cual el ejército se está preparando, según se dijo, es para cuando los palestinos le disparen a los soldados y los colonos "desde dentro de las manifestaciones masivas". Esa es una afirmación inquietante. He estado en cientos de manifestaciones y nunca fui testigo de alguien que disparara "desde el interior de la manifestación". Esa persona tendría que ser increíblemente irresponsable, puesto que podría exponer a toda la gente alrededor de él a una venganza mortal. Sin embargo, sirve como pretexto útil para disparar contra manifestantes pacíficos.
Sé que suena muy inquietante, porque ya ha sucedido antes. Después de la primera intifada, que fue considerado un éxito palestino (y trajo consigo el acuerdo de Oslo), nuestro ejército se preparó diligentemente para la segunda. Los instrumentos elegidos fueron los francotiradores.
La segunda ("al-Aqsa") intifada se inició después de la ruptura de la conferencia de Camp David de 2000 y la deliberadamente provocadora "visita" de Ariel Sharon al Monte del Templo. Los palestinos celebraron manifestaciones pacíficas. El ejército respondió con asesinatos selectivos. Un francotirador acompañado por un oficial se posicionaron en el camino de la protesta, y el oficial señalaba los objetivos seleccionados ‒los manifestantes que parecían ser "cabecillas". Y estos fueron asesinados.
Resultó muy eficaz. Pronto las manifestaciones no violentas cesaron y fueron reemplazadas por muy acciones ("terroristas") muy violentas. Con esto el ejército retornó a un terreno familiar.
Con todo, durante la segunda intifada 4546 palestinos fueron asesinados, de los cuales 882 eran niños, frente a 1,044 israelíes, 716 de ellos civiles, incluidos 124 niños.
Me temo que los preparativos para la tercera Intifada, que se prevé que comenzará el próximo mes, están procediendo según las mismas líneas. Sin embargo, las circunstancias serían muy distintas. Después de los acontecimientos en Egipto y Siria, los manifestantes palestinos pueden reaccionar de manera diferente esta vez, y el "baño de sangre" pudiera ser mucho más grave. Igualmente las reacciones internacionales y árabes. Me imagino carteles condenando Benjamín al-Assad y Bashar Netanyahu.
Pero la mayoría de los israelíes no están preocupados. Ellos creen que todo el escenario ha sido inventado por Netanyahu como un truco para poner fin al gran movimiento de protesta social que sacude a Israel. "Los jóvenes manifestantes demandan justicia social y un Estado de bienestar, como niños que exigen helado, mientras el desastre acecha al doblar de la esquina", como dijera uno de los coroneles (r).
LOS COLONOS y sus perros tienen gran peso en los próximos escenarios.
Es bastante lógico que así sea, puesto que los colonos ahora desempeñan un papel fundamental en el conflicto. Son ellos los que impiden cualquier acuerdo de paz, o las negociaciones de paz bien intencionadas.
Es muy simple: una paz entre Israel y el pueblo palestino necesariamente será sobre la base de la cesión de la Ribera Occidental, Jerusalén oriental y la Franja de Gaza para el futuro Estado palestino. Un consenso mundial sobre esto ya está en marcha. La única pregunta es dónde exactamente se establecerá la frontera, ya que también hay un consenso sobre canjes menores de territorio mutuamente acordados
Esto significa que la paz implicaría necesariamente la remoción de un gran número de asentamientos y la evacuación de los colonos en Cisjordania.
Los colonos y sus aliados dominan la actual coalición del gobierno israelí. Se oponen a renunciar siquiera a un centímetro cuadrado de territorio ocupado del país que Dios nos prometió. (Incluso los colonos que no creen en Dios, creen que Dios nos ha prometido esa tierra.) Debido a esto, no hay negociaciones de paz, no se congela la construcción en los asentamientos, no hay movimiento de ningún tipo hacia la paz.
Los colonos se fueron a sus locaciones en Cisjordania específicamente para este propósito: crear "hechos sobre el terreno" que impidan cualquier posibilidad de que el establecimiento de un Estado palestino sea viable. Por lo tanto, es totalmente irrelevante si los colonos impiden la devolución de los territorios ocupados por la paz, o si el gobierno utiliza a los colonos para este propósito. Se trata de la misma cosa: los colonos bloquearán cualquier esfuerzo de paz.
Como dirían los estadounidenses: "¡Son los colonos, estúpido!"
ALGUNOS ISRAELÍES buenos se están haciendo los estúpidos, o lo son realmente.
Ahora está de moda en ciertos círculos "adoptar" a los colonos en nombre de la unidad nacional. Los judíos no deben pelear entre sí, dicen, basándose en la sabiduría del gueto. Los colonos son gente como nosotros.
Entre los que dicen eso, destaca Shelly Yachimovitch, un miembro del Knesset (parlamento) y uno de los seis candidatos a la presidencia del moribundo Partido Laborista. Durante años, ella ha hecho un buen trabajo como defensora de la justicia social, sin desperdiciar una sola palabra sobre la paz, la ocupación, los asentamientos, Palestina y esas pequeñeces. Ahora, como parte de su campaña, ha llegado a amar a los colonos. Según sus propias palabras: "Desde luego, no veo la empresa de los asentamientos como un pecado ni un delito. En ese momento, estaba completamente consensuado. Fue el Partido Laborista el que promovió el asentamiento en los territorios. Eso es un hecho, un hecho histórico".
Algunos creen que Yachimovitch sólo finge sentirse de esta manera, con el fin de ganar votos fundamentales para apoderarse del partido, y que tiene la intención de fusionar lo que queda del partido con Kadima, de donde tratará de desplazar a Tzipi Livni, y quizá hasta convertirse en Primer Ministro.
Tal vez. Pero tengo la sospecha de que ella realmente cree lo que dice ‒y eso es algo terrible de decir acerca de cualquier político, hombre o mujer, por supuesto.
PERO EN SERIO, no hay manera de abrazar a los colonos y luchar por la justicia social, al mismo tiempo. Simplemente, eso no se puede hacer, a pesar de que algunos de los líderes del movimiento de protesta social, defienden esto por razones tácticas.
No puede haber un estado de bienestar en Israel mientras la guerra continúa. Los incidentes en la frontera de las dos últimas semanas demuestran lo fácil que es desviar la opinión pública y silenciar las protestas cuando se despliega la bandera de la seguridad. Y lo fácil que es para el gobierno prolongar cualquier incidente.
Sembrar el temor por "septiembre" es otro ejemplo.
Pero las razones sobre la imposibilidad de separar la justicia social de la seguridad son más profundas. Las reformas sociales serias necesitan dinero, mucho dinero. Incluso después de la reforma del sistema fiscal ‒más impuestos directos "progresistas", menos Impuestos indirectos "regresivos"‒ y la ruptura de los carteles de los "magnates", decenas de miles de millones de dólares serán necesarios para rescatar a nuestras escuelas, nuestros hospitales y nuestros servicios sociales.
Estos miles de millones sólo pueden venir del presupuesto militar y de los asentamientos. Sumas enormes que se invierten en los asentamientos ‒no sólo en materia de vivienda fuertemente subsidiados por los colonos, los salarios del gobierno de muchos colonos (un porcentaje mucho más alto que en la población general), sino también para la infraestructura (carreteras, electricidad y abastecimiento de agua, etc.) y el gran número de tropas necesarias para su defensa. Los preparativos para "septiembre" muestran una vez más lo mucho que cuesta esto.
PERO INCLUSO esta no es toda la historia. Más allá de todos estos hechos está la razón principal de la deformación de Israel: el conflicto en sí.
Debido al conflicto, estamos obligados a mantener una estructura militar enorme. Tenemos que pagar por las fuerzas armadas, per cápita, mucho más que los ciudadanos de cualquier país occidental. Israel, un país de apenas 7,5 millones de personas, mantiene el cuarto o quinto mayor sistema militar del mundo. La ayuda militar de EE.UU. paga sólo una pequeña parte de esto.
Por lo tanto, poner fin a la guerra es una condición previa necesaria para cualquier esfuerzo real por convertir a Israel en un Estado "escandinavo" de bienestar, con un máximo de justicia social. El conflicto no es sólo un elemento entre muchos de los que deben ser considerados. Es el elemento principal.
Se puede amar a los colonos u odiarlos, oponerse a ellos o abrazarlos tanto como usted quiera: el hecho es que los asentamientos son, con mucho. el principal obstáculo para la paz y el estado de bienestar. No sólo por su costo, no sólo por los pogromos que sus habitantes llevan a cabo de vez en cuando; no sólo por la forma en que dominan el sistema político. Sino debido a su propia existencia.
A diferencia del sabueso de los Baskerville, los perros de los asentamientos están ladrando muy alto. Es el sonido de la guerra.