Un parque es un terreno con árboles, prados, áreas deportivas, juegos infantiles, etc. cuidadosamente  planificado, estructurado, para que la familia pueda  descansar, disfrutar, ejercitarse al aire libre, como en el jardín de su casa. No es  un espacio baldío que encontraron o que surgió al corregir una averia y entonces le ponen tres columpios, dos bancos, faroles, par de matas y ¡Ahi esta el parque!. No, asi no. Por eso en mi país, terminan siendo puntos de choferes, limpiabotas y vendedores.

Tampoco es un área decorada con figuras gigantezca de animales en cemento sin ningún tipo de uso ni  es gimnasio  para adultos. Un parque de recreación es un lugar de esparcimiento necesario para la salud física y mental de la población. Deben estar en los principales espacios verdes dentro de una ciudad, pués son vitales desde el punto de vista ecológico, para la generación de oxígeno, como un pulmón.

En las naciones desarrolladas, los gobiernos, concientes de su misión, los planifican con esmero. Aquí, en Europa, los he visitado en diferentes naciones. Puse especial atención a  sus estructuras físicas y a la dinámica de las familias que los utilizan. A todas luces han  sido diseñados para que  se reunan, diviertan y  ejerciten.

Además de sus frondosos árboles y lagos,  tienen espacios que convierten en playas, donde los niños juegan con arena,  hacen casitas, llenan huecos de agua, utilizando palas  y cubos. No son de temporadas, son de uso permanente. Algunas tienen en su  alrededor,  cocodrilos, tortugas, elefantes, etc, , hechos de cemento pero no  sólo son adornos sino que  se utilizan como  asientos y estratégicamente colocados,  tiran agua por alguna parte de su cuerpo  que cae como lluvia, formando una piscina donde los  niños se bañan.

Tienen  rocas, equipos  y puentes de madera para escalar, usando   escaleras y sogas . La idea es que  se ejerciten, pierdan el miedo, desarrollen el equilibrio. En los columpios,  canchas de tenis , futbol, pin ping,  juegan con  adultos y jóvenes. Es un constante compartir.

Las áreas verde para caminar correr, leer, picnic, son inmensas. Lugares hermosos, frescos,  bien cuidados, con lagos donde los juegos se colocan pensando en la educación, ejercicio y  disfrute. La limpieza es extrema. Todos la cuidan. Observé un niño que corrió a recoger del suelo el papel que envolvia un chocolate. Se le habia caido a un hombre y mirándolo a los ojos, se lo pasó.

El silencio es impresionante. Nada de gritos ni acciones histéricas por las travesuras de los niños. Los padres asumen  la responsabilidad de cuidarlos. Por multiples razones, no se estilan las niñeras. Por tanto, no delegan ese placer. No cambian  la oportunidad de  compartir en ese escenario, para  coger otro rumbo.  Los papás se concentran en esa tarea. Me pregunto si eso influirá en que casi todos se parecen a  Brat Pitt…

En los parques, no hay nada que temer, la seguridad funciona. Sin stress, sin prisa, sin temor, se mueven con libertad.  La diferencia de edad no impide el compartir. Abuelos y nietos jugando futbol, es un espectáculo inolvidable, hermoso.

Me emociona la filosofía envuelta en la dinámica de estos parques. Son jardines que complementan el hogar. Se construyen pensando en el desarrollo de las habilidades de los niños y  la unión, descanso y recreación familiar.