Con tu vientre preñado de cerveza y ron,

y a ná´ dándole mente…

Un día más el café colao te despertó,

y pa´ la calle con to´, inerte…

A cumplir con tu jornada, el sol cegando

tostándote pelo y frente

Como siempre andas, en jefe privando,

pero sin ejército y sin suerte

Te encontraste entre Luis, Leo y Gonzalo,

con este fucú, foránea peste

Y llegó su herida y te lo reportaron,

pero como sabes decir siempre:

“¡Yo me lo gozo tó´, eso no e ná´ mielmano!”,

hasta que llegó un muerto finalmente…

Aunque desde lejos escuche gritando

A quinientos próceres de ultratumba

Diciendo que en esta no nos ven ganando

“Siempre empiezan serios, pero acaban en rumba”

Ya ni siquiera el himno estamos respetando

Solo si hay pelota o se reparten fundas

En donde noticia diaria es que mal tocamos

A las que crían y aman, pero en la penumbra…

Donde hay quienes paren sin haber pensado:

¿Que existen “otros” con sus “derechos”? ¡Nunca!

O en aquel extraño ideal republicano

Que no se ve en las redes ni en clases de zumba

Llamado, hace siglos, “bien mancomunado”

Porque, recuerda, un día no quedarán más tumbas

Ojalá esto lo escuche cada candidato

Y si el partido ordena, desobedece y calcula

Que si tiramos números, solos nos enterramos

Bajo la hedionda selva de nuestra propia culpa.

Nunca entiendes que si solo ladras,

siempre caerás contra quien muerde.

Ojalá ya aprendas que con tu ego en alza,

Puedes con tó´ menos con la muerte.

“Si no nos unimos, no lograremos nada”

nuestra vetusta lección pendiente.

Solo es dembow, jeepeta, lujos y Prada

entiendo, por fin, ya es suficiente…

Pero dicho esto, de abajo se saca

y confío la República en esta, no pierde.

¿Por qué?

Se puede ganar. Eso sí, siempre y cuando

Como ley general todos acepten y asuman

En cada campo, cada torre y rincón ciudadano

El deber de encerrarnos hasta volver a ser jungla

“Eso es cosa del otro, yo me fui por mi lado”

Lamentable respuesta a cual sea la pregunta

Y para que esta poesía no se haya escrito en vano

Recordar esto al menos hasta que el toque se cumpla:

Muere un rico, muere un pobre, pero ambos son dominicanos

Uno nació en mejor suerte, otro no vio suerte nunca

Pero quizás aún vivieran, si en casa ya nos quedamos

Y desde el cielo nos guiñen, si hoy por fin nos trancamos

Y desde el cielo sonríen, si en los demás hoy pensamos…