Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) son metas, cuantificadas y cronológicas, que tienen como fin el desarrollo humano. Éstos fueron el resultado de un compromiso de 191 Jefes de Estado y de Gobierno, países miembros de la ONU, en la Cumbre del Milenio del año 2000, en la cual el Estado dominicano tuvo su participación y, uno de los propósitos que acordó fue: Erradicar la pobreza extrema. Cuya meta tiene como plazo de cumplimiento hasta el año 2015.

El Banco Mundial define la pobreza extrema como la incapacidad para alcanzar un nivel de vida mínimo. Es decir, el gasto necesario para acceder a un estándar mínimo de nutrición y otras necesidades básicas. Y formuló en términos de una línea de pobreza extrema aquel número de personas que tenga como ingreso diario, menos de US$1.25.

Si continua la tendencia de los últimos seis años, la tasa de indigencia en el año 2015 seria 8. 4%.

Sin embargo, desde la perspectiva de los Derechos Humanos, la pobreza extrema es la situación donde algunos derechos fundamentales son negados, tales como: (i) El derecho a una alimentación adecuada; (ii) El derecho a una vivienda digna; (iii) El derecho a salud física y mental; (iv) El derecho a la educación, entre otros. Cabe destacar que, cuando esta situación persiste y afecta a un amplio número de personas, ella constituye una violación continua de derechos humanos. En este sentido, los Estados y la Comunidad Internacional, tienen el deber sagrado tanto político como legal de reparar.

En la República Dominicana el 10% de los habitantes viven en condiciones de indigencia. Esto es casi el doble de la meta de los ODM, que es lograr disminuir a un 5.4% la población en pobreza extrema para el año 2015. Es prudente señalar que la zona urbana, donde residen dos tercera parte de la población del país, la tasa de pobreza extrema se estima actualmente en 7.8%. Mientras que en las comunidades rurales dicha tasa es 14.6%, es decir, casi el doble que en la zona urbana.

Al respecto, el PNUD en el Informe de los ODM del año 2013, afirma que la pobreza extrema no disminuye al ritmo necesario de los ODM. Esto es debido a los niveles de desigualdad distributiva y otros problemas estructurales prevalecientes en el país. A tales efectos, el Estado dominicano no podrá alcanzar la meta requerida. Por lo que, si continua la tendencia de los últimos seis años, la tasa de indigencia en el año 2015 seria 8. 4%.

Nuestro país ha tenido grandes dificultades que el conjunto de países de la región para cumplir con la meta de los ODM de reducir la pobreza extrema. En otros países de América Latina y el Caribe se cumplió con dicha meta hace 5 años, según el Informe Mundial del 2012 sobre los ODM. Este es el caso, por mencionar algunos ejemplos de: (i) Perú; (ii) Brasil, etc.

Finalmente, es importante resaltar que para lograr una reducción significativa de la pobreza requerirá intensificar las políticas e intervenciones dirigidas a disminuir la desigualdad. Como también, será necesario mejorar de manera sustancial la distribución del ingreso, tanto entre grupos poblacionales como territorialmente, según el PNUD en el Informe de los ODM del año 2013.