La celebración de ochenta años de existencia es un hito extraordinario que marca un largo periodo de consistencia y sostenibilidad en el tiempo, sean estos de una persona, institución, organización o marca comercial.
Ese hito ha sido marcado ahora por la Cervecería Nacional Dominicana y su producto líder Cerveza Presidente, que sin lugar a dudas, representa el símbolo más auténtico con que cuenta la Republica Dominicana para el posicionamiento de su industria como marca país en el mercado internacional.
Tal como ha señalado el actual presidente de esa empresa Franklin León, la Cerveza Presidente es promotora de la dominicanidad, forma parte de la identidad del pueblo y siempre acompaña a nuestra gente en sus principales momentos de celebración.
A diferencia de una "Semana Aniversario" como lo hacia La Voz Dominicana de Petan Trujillo en los años 50 del siglo pasado, la "Cervecería Presidente" como muchos aun la identifican, tendrá su "Año Aniversario" durante el transcurso del cual se presentará la muestra "Verde que te quiero fría" que recorrerá la historia y significado de esa marca en sus 80 años de éxitos, herencia y tradición.
El recorrido octogenario de Presidente en el mercado nacional, ha sabido superar momentos difíciles de competencia desde los días de la campaña "verde que te quiero verde", la cual marcó la primera definición de posicionamiento estratégico frente a la Cerveza Criolla en los años finales de la década del sesenta.
En la actualidad con una industria cervecera procesando diez marcas o derivaciones de marcas en el país y un consumo que ronda los 18,937,100.8 litros, de acuerdo con cifras de la DGII, Presidente en su décimo octavo aniversario, sigue su ruta invencible en el mercado nacional.
Después de la Criolla, marcas como Quisqueya, Bohemia, Soberana y otras de manufactura extranjera, han visto limitadas sus posibilidades de sustituir la preferencia del público por la Presidente, debido fundamentalmente a su fortaleza de marca icono de una determinada cultura de consumo, siendo definida como antológica por una buena parte de la población dominicana.