El mercado de deuda es una de las clases de activos más importantes para el desarrollo del sistema financiero y, en consecuencia, de la economía en general ya que éste permite tanto al sector público como al privado acceder a fuentes alternativas de financiamiento bancario y a la vez facilita que los excedentes de capitales corporativos y privados sean invertidos a rendimientos superiores que los tradicionales depósitos a plazo. En la medida que estos mecanismos de negociación cumplan con las mejores prácticas internacionales, alcanzando mayor liquidez, se logra el impacto en tasas de financiamiento más bajas. Tomando en cuenta que la República Dominicana tiene las tasas de interés real más altas del hemisferio, esto crea un gran potencial para hacer más eficiente nuestro mercado de valores.
En la década comprendida entre los años 1998 a 2008, los países más progresistas de la región modificaron sus leyes de valores para fortalecer los mercados de renta fija y eliminar la exclusividad bursátil que existía en muchos de ellos para operar el mercado de bonos. Esto queda claramente reflejado en el Documento de Trabajo número 5 publicado por la Superintendencia de Valores y Seguros de Chile en 2005, en el cual se explica el énfasis resaltado por el Fondo Monetario Internacional en su “Programa de Evaluación del Sector Financiero” de la importancia para la renta fija de los mercados OTC, acrónimo en inglés para “Over The Counter”. En los países sajones existía una larga tradición de operar los instrumentos de renta fija por mercados extrabursátiles u OTC. Tan importantes son estos mercados, que países como los Estados Unidos, emitieron en el siglo XIX los Revolutionary Bonds para financiar la guerra de independencia contra Inglaterra.
De acuerdo con un estudio realizado por Ignacio Briones y Matías Braun publicado en 2006, la porción total de renta fija emitida en Latinoamérica era menos de un dos por ciento de toda la deuda emitida mundialmente, unos 652 mil millones de un total de 43 billones de dólares norteamericanos. Rodolfo Sánchez Arriola, quien fuera el responsable de concretar la alianza estratégica entre ICAP (el interdealer broker más grande del mundo en mercados OTC), la Bolsa de Valores de México, la Bolsa de Valores de Colombia, la Bolsa de Valores de Perú y la Bolsa Electrónica de Chile; atribuye el crecimiento exponencial de veinticinco veces del monto transado diario al cambio de regulación que permitió la creación del mercado OTC para la renta fija en los países más desarrollados de Latinoamérica. Gracias a estas modificaciones en la ley, el monto total de deuda emitida en Latinoamérica, según inferencias hechas de datos de Ashmore 2012, pasó a ser más de cinco billones de dólares. Mientras que países como Honduras, Guatemala, El Salvador y Costa Rica, que no modificaron su legislación y mantuvieron el mercado de renta fija de exclusividad bursátil, se quedaron como los más rezagados de la región.
Agustín Morales, miembro del Consejo de Directores ICAP Colombia, dice que lo más importante es generar liquidez y que esto sólo se logra abriendo el mercado a la mayor cantidad de participantes posibles. Para esto las autoridades deben comprender que el mercado OTC y aquellos mecanismos centralizados autorregulados se complementan en la medida que estos últimos creen valor a sus participantes, en lugar de ser peajes forzosos. Morales señaló, como particularmente punitivo el obligar a participantes del mercado a registrar operaciones por mecanismos centralizados por el simple hecho de cobrarles una comisión, enfatizando que el grupo que más hay que cuidar son los Fondos de Pensiones, ya que son los jugadores más importantes debido al tamaño del capital administrado y la seguridad financiera de los trabajadores. En el caso de Colombia, destacó que los montos transados en el mercado de renta fija se han multiplicado por diez a raíz de la modificación a la ley de valores del 2008, la cual creó el mercado OTC de bonos.
En la actualidad, Republica Dominicana tiene un mercado OTC de deuda en pleno desarrollo gracias a la ley de Valores 19-00 del 8 de Mayo del 2000 y su reglamento vigente.
En la medida que se sigan adoptando las mejores prácticas internacionales basadas en los reglamentos IOSCO y recomendaciones del Fondo Monetario Internacional, nuestro mercado de valores continuará creciendo y fortaleciéndose, lo que al final se traducirá en tasas que facilitarán el desarrollo del sector empresarial y rentabilidad de los Fondos de Pensiones, a la vez que continuarán generando instrumentos de inversión para el público en general.