Este semana hacemos una pequeña pausa con relación a nuestra serie “¡…Sí a las renovables en la arquitectura!”III ; y partiendo de que nuestra temática es la misma, se mire por donde se mire, y de que lo que abunda no sobra, esta semana nos enfocaremos en conocer a Los mejores.

Y cuando nos referimos a los mejores, queremos hacer presentar la  relación de los mejores edificios bioclimáticos o energéticamente sostenibles,  que en 2019 han sido premiados por el AIA (American Institute of Architects),  la organización que agrupa a los arquitectos en Estados Unidos, y que viene siendo algo así como el CODIA (Colegio de Ingenieros Arquitectos y Agrimensores de Republica Dominicana https://www.codia.org.do/), o el RIBA (Royal Institute of British Architects https://www.architecture.com/),  o el CSAE (Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España http://www.cscae.com/), o incluso el COAM (Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid https://www.coam.org/es)  si nos vamos a los regionalismos propios del país ibérico.

La selección de los mejores edificios a la que hacemos referencia, se hace en función de diez edificios, seleccionados por el COTE (Committee on the Environment) de la AIA. Para que el lector pueda interactuar con nosotros en este artículo, dejamos el enlace a la información de la premiación: https://www.aia.org/resources/6126355-2019-cote-top-ten-awards .

¿Tenemos un compromiso?

Las particularidades de esta relación son varias, podríamos escribir mucho al respecto, al lector le dejamos, por hoy, la responsabilidad de acceder al enlace dejado más arriba y conocer los detalles de cada proyecto y hasta de cada equipo  proyectista. Será un ejercicio de aproximación muy interesante, por lo menos así nos lo parece.

Hoy nosotros señalaremos que estos premios, organizados por la AIA son todo lo que el prestigio de esta institución representa, y que esta organización está instalada en el país más poderoso del mundo; el que probablemente, en términos tecnológicos sea quien mayores avances alcanza, sostenidamente, en favor del medio ambiente. En función de esto nos vienen varias preguntas a la mente a modo de reflexión e incluso de autocrítica; siempre se habla de que los edificios suponen entre el 30% y el  40% de las emisiones y/o del consumo de energía global; luego…

¿Están las naciones poderosas del mundo comprometidas con el planeta?

¿Debe ser un desafío de los países desarrollados afrontar y/o plantear un cambio de paradigma frente a un inminente cambio climático?

¿Podemos los países en vías de desarrollo asumir parte de la cuota de sacrificio que supone proyectar nuestro consumo energético de manera sostenible incluso a costa del desarrollo de nuestras emergentes sociedades/economías?

…Y siendo más concretos a la par que utópicos (permítanos esa licencia amigo lector); ¿sería posible, mediante políticas públicas ( legislación, normativas, fomento a las tecnologías, etc.), convertir parte del parque edificatorio en generadores de energía renovables y no dejarlo todo a las puntas y a las catalinas ?

Cada una de estas preguntas daría pie a consideraciones que pasarían del ámbito de la construcción sostenible, bioclimática y energéticamente eficiente y de las renovables incorporadas a la misma y entraría en consideraciones más amplias…Hoy nos proponíamos refrescar estas reflexiones a la luz de un buen ejemplo de buenas prácticas.

… Quizás hoy queda todo un poco inconcluso…Hasta la próxima.