El crecimiento es una variable de tipo cuantitativo que supone la existencia de límites naturales marcados por la disponibilidad de recursos. Lo sostenible implica algo persistente, constante, duradero. Nuestro planeta tiene dimensiones físicas limitadas y por lo tanto, nada en él puede crecer sosteniblemente de manera indefinida.
"Los mercados" sin embargo, parecen operar dominados por una fuerza de coerción que los empuja a crecer continuamente en una lógica desmarcada de la realidad.
En aras del crecimiento, se ejerce tal presión sobre los ecosistemas, que en muchos casos estos no pueden mantener sus funciones naturales, lo que podría desencadenar cambios abruptos a escala planetaria.
¿Cuánta alteración y tensión podría aguantar el planeta tierra antes de iniciar el colapso? Un grupo de investigadores, preocupados por ese afán de crecimiento continuo intentaron identificar los umbrales críticos y cuantificar los límites biofísicos fuera de los cuales, la tierra no puede funcionar de modo estable para garantizar los procesos climáticos, geofísicos, atmosféricos y ecológicos en los que ha prosperado la civilización.
Los resultados de esta investigación, encabezada por Johan Rockström del Centro de resiliencia de Estocolmo, fueron publicados en septiembre del 2009. Los límites identificados son: el cambio climático, el ozono estratosférico, el cambio de uso de suelo, el uso de agua dulce, la pérdida de biodiversidad, acidificación oceánica, los ciclos de nitrógeno y fósforo y la polución química.
Estas fronteras están íntimamente relacionadas por lo que si se sobrepasa una, las otras también están en serio peligro. Para algunos casos, (cambio climático, pérdida de diversidad biológica y entradas de nitrógeno y fósforo en la biosfera y océanos) podríamos haber llegado a un punto de inflexión que nos coloca en un escenario desconocido.
Dentro de estos límites, la humanidad debe elegir las formas de desarrollo futuro y bienestar. Revertir la degradación es posible, pero ello requiere cambiar los patrones de producción y consumo; dejar atrás viejos paradigmas e impulsar cambios sustanciales tanto en políticas públicas como en prácticas económicas.
En las próximas entregas abordaremos cada uno de los límites identificados por separado, a fin de entender por qué fueron seleccionados y conocerlos en detalle.