Este viernes pasado, la influyente periodista del Diario Libre, Inés Aizpún, publicó un artículo editorial titulado ¨Lazos amarillos¨ en el cual se relata una serie de noticias tendenciosas y falsas sobre acciones violentas recientes atribuidas a los independentistas catalanes. No es la primera vez que hace este tipo de escritos, como si se quisiera utilizar ese importante diario nacional a manera de bocina difusora del gran mentidero que es el oficialismo español, y de tanto en tanto, deja caer alguna carga de profundidad para desinformar a los dominicanos y hacerles creer lo malos, peligrosos y terribles que somos los que queremos una República Catalana Independiente, más avanzada, tolerante, democrática y progresista, que la actual España anclada todavía en la política del Siglo XIX, aspiraciones estas tan legítimas y respetables como el querer ser español, francés, o tailandés, ponemos por caso.
En ese escrito, Inés Aizpún pone el ejemplo de una violencia existente en Catalunya a través del ejemplo de una señora, Laura, a la que según ella, y la prensa oficialista de Madrid, unos exaltados independentistas le rompieron la nariz por despegar unos lazos amarillos que el pueblo catalán de manera espontánea, y en todas las partes posibles, los coloca para solidarizarse en favor de los presos políticos catalanes encarcelados por el Gobierno español por haber celebrado el referendo del pasado 1 de octubre, y exigir su justa libertad.
Lazos que los unionistas los cortan con odio y saña por considerarlos símbolos que rompen la sacrosanta unidad de España.
Este pon lazos y quita lazos, que ya se conoce como ¨la guerra de los lazos¨ ha desatado reacciones por parte de los llamados unionistas, demasiadas veces agresivas y sangrantes como la del periodista catalán Jordi Borrás, al que un policía sí le rompió la nariz al grito de !Viva Franco! por el simple hecho de llevar un lazo amarillo en la camisa.
Estos unionistas que a en ocasiones aparecen encapuchados por la noche para no ser reconocidos portando cuchillos y palos pertenecen en su mayoría de al partido ¨Ciudadanos¨ que lidera el político de la derecha bastante extrema, Alberto Rivera, a nivel nacional, e Inés Arrimadas en Catalunya. Cualquiera que entre en YouTube puede verlos en acciones provocadoras.
Bien, resulta que esta señora, Laura, a la que Inés Aizpún la refiere como víctima de la agresión del independentismo catalán exaltado, resultó ser una ciudadana rusa que discutió con un hombre cerca de un parque y acabó en riña con la nariz rota de la mujer. Ni fue por política, ni por causa del independentismo, como han reconocido ellos mismos y hasta la prensa que produjo o cayó en la trampa.
La foto, que los medios españoles han publicado en gran escala sobre el incidente, ha resultado ser la de una nariz rota de una peleadora profesional que, después de un combate, se sometió a una operación de cirugía plástica en el 2012, y en un país extranjero que no es Catalunya, o sea, hace seis años ya, y como se demuestra de manera gráfica y escrita, irrefutable, al final de esta misma publicación.
Los españolistas han tratado de manipularla para su conveniencia, y difundir así otra noticia falsa y seguir creando un clima de violencia, para que el gobierno español siga aplicando el infame artículo 155 de la constitución. Clima violento que en la realidad no existe, y que cualquier viajero que pase o resida un tiempo por Barcelona puede constatar por sí mismo. Las maravillas del internet los han desenmascarado de manera cruda y vergonzosa.
Sería bueno que Inés Aizpún hiciera el correspondiente desmentido público y pidiera públicas excusas por, de manera consciente o engañada por su propio país de origen, prestarse a publicar estas fake news, y a las que son tan aficionados los medios como el ABC, La Razón y El Mundo, los diplomáticos españoles, y los ex cancilleres García Margallo o Alfonso Dastis, embusteros por antonomasia. Pero es obvio que no lo hará porque su aversión hacia el independentismo catalán parece ser ya obsesiva.
Así mismo, comete otro gravísimo error de comparar la violencia vasca abertzale de cuando la ETA estaba activa quemando autobuses, enviando catas explosivas a los periodistas, y poniendo bombas en negocios o instituciones causando muertos y heridos, con el ambiente de paz y civismo que impera en toda Catalunya y que se viene demostrando año tras año cada el 11 de septiembre en que se celebra el Día de Catalunya (la Diada), cuando se manifiestan más de millón y medio de personas a favor de la independencia, sin producirse el menor altercado y sin dejar ni un solo papel tirado en la calle. Los millones y millones de turistas de todo el mundo que se reciben y cada vez en mayor cantidad, lo confirman.
Contrasta que unos lazos amarillos y el relato de una falsa agresión suscite todo un editorial de un diario tan importante, el cual debería en lo adelante cuidar más sus noticias sobre Catalunya, y que el 1 de octubre pasado no se escribiera una sola palabra respecto a las bestiales cargas de la policía y la guardia civil españolas con porras, gases, y disparando y balas de plástico sobre el pueblo catalán, causando más de mil heridos y contusionados, y hasta la pérdida de un ojo de un joven, al atacar a votantes pacíficos cuyas únicas armas que llevaban en las manos eran unas urnas transparentes, y las papeletas de votación con un simple sí y no.
No, Inés Aizpún, así no.