Existe el falso parecer de que para invertir en la bolsa de valores hay que ser millonario, cuando en realidad es todo lo contrario, particularmente en los Estados Unidos, donde la bolsa de valores y específicamente los pisos del NYSE, NASDAQ, NYMEX y otros están abiertos al público. Claro está, como todo en la vida, se requiere de esfuerzo y trabajo para ser exitoso.
Lo primero que se tiene que entender es el objetivo y significado de una acción. Una acción no es más que un pedazo de propiedad de una determinada compañía. Pensemos en una empresa cualquiera, pues sucede que cuando una empresa se crea obviamente necesita de capital. Este lo puede adquirir de dos maneras: tomando dinero prestado a un banco o creando un oferta pública de acciones.
Ahora bien. Es muy importante observar que el valor de las acciones depende primordialmente de dos características: la percepción del mercado y la cantidad de acciones disponibles en la bolsa de valores. Uno de los mejores ejemplos en cuanto a la percepción del mercado lo son instituciones como Apple y Microsoft.
Hoy en día Microsoft genera mucho más ganancias, aunque el mercado de capitalización de Apple es superior. Esto se debe a que el precio en las acciones está directamente relacionado con la percepción del mercado proyectado a los próximos 5 a 20 años de la compañía en cuestión, lo que ha determinado que el mercado haya interpretado que las perspectivas de crecimiento de Apple son muchos más favorables que la de Microsoft.
El inicio de ofertas públicas y también de cualquier otra acción que esté en el mercado ya por un considerable tiempo en la bolsa de valores, nos brinda grandes oportunidades en el día a día cada vez que “suena la campana”
El otro lado de la moneda en el precio de una acción es la cantidad emitida. Si continuamos con el ejemplo de Microsoft tenemos que el valor por acción de ésta es de 26.67dólares, en contraste al valor por acción de la compañía Vmware que es de 103.01 dólares. Esto conduciría a pensar que Vmware es más grande que Microsoft y sin embargo es todo lo contrario.
Microsoft tiene en oferta en la bolsa 8.3 billones de acciones para un mercado de capitalización de casi 225 billones de dólares, en comparación con Vmware que tiene en oferta en la bolsa 419.19 millones de acciones para un mercado de capitalización de 43.21 billones. Es decir que a pesar de poseer acciones más caras, su mercado de capitalización es tan solo la cuarta parte del de Microsoft.
Es importante señalar que para crear ofertas públicas de acciones la empresa tiene que cumplir con ciertos requisitos de la bolsa y que al cumplir estos requisitos se busca una institución financiera, la que obtiene una comisión en el inicio de la oferta pública.
El inicio de oferta pública se conoce como IPO, por sus siglas en inglés, que es una de las herramientas más útiles para el éxito de las ideas emprendedoras en todos los campos. Gracias a los IPO entidades como Microsoft, Google, HP, Apple, Exxon, Vmware y muchísimas otras han podido emprender nuevos proyectos debido a los ingresos por ese concepto, pero el inicio de oferta pública trae mucho más beneficios como:
● Permite el acceso más barato al capital, en vez de préstamos bancarios
● Rejuvenece la imagen de la compañía y ayuda a su prestigio público
● Facilita la atracción de empleados mediante la participación en el capital líquido con acciones a precio preferencial
● Es también un método de refinanciación de deudas contraídas.
Para tener una mejor idea del significado de la puesta en circulación de acciones vía la bolsa de valores, tenemos instituciones como Petroobras que recaudó en su inicio de oferta pública 70 billones de dólares en el 2010 y el Banco Agrícola de China con 22.1 billones en el mismo año.
Si ponemos todo esto en perspectiva tenemos que si usted como ciudadano hubiese comprado acciones de Google en su oferta inicial en el año 2004 a 85 dólares la acción, ya para el 2007 el valor en el mercado hubiese sido de más de un 700 por ciento, aunque actualmente el valor de una acción en el mercado es de 532.25 dólares, lo que hace que la misma esté por encima de más del 600 por ciento en relación a su valor inicial.
Es bueno observar que no tan solo las empresas se benefician de los IPO, sino que lo mismo ocurre con sus trabajadores, pues estos adquieren acciones a precios preferenciales, lo que es una forma de incentivarlos, tornándose más productivos para el crecimiento de la entidad para la que laboran, pero también el ciudadano común que toma estas inversiones como un mecanismo para su retiro en los diferentes planes de pensiones.
Existe otro muy buen ejemplo y es el del gigante del software Microsoft. Si usted como inversionista, como trabajador de la compañía o como simple ciudadano hubiese comprado 100 acciones de esta compañía a 21 dólares cada una en su IPO en el 1986 para un monto de inversión de 2,100 dólares, hoy el valor de esas acciones sería de 750,000 dólares y para 1999 (valor máximo de las acciones) el valor hubiese sido de 1.4 millones de dólares.
El inicio de ofertas públicas y también de cualquier otra acción que esté en el mercado ya por un considerable tiempo en la bolsa de valores, nos brinda grandes oportunidades en el día a día cada vez que “suena la campana”.
La aparición de los IPO ha ido despertando un gran interés en entidades como Linkelin, Twitter y Facebook por lanzarse al mercado. La clave de su éxito será la percepción del mercado de que estas instituciones a largo plazo generarán ganancias y a la vez será esencial en la creación e implementación de nuevas ideas, ya que ninguna idea por más brillante que sea si no dispone del capital tiene muy pocas probabilidades de éxito.
Englewood, N.J.,8 de agosto, 2011.