Febrero, Mes de la Patria, enmarcaba dos hitos relevantes para Danilo. El primero, la formalización de las acusaciones del caso Odebrecht no se cumplirá en Febrero. La PGR solicitó extender 4 meses adicionales para completar ese expediente. Eso no causó sorpresa. La ciudadanía percibió pasividad en la PGR. En otros países con sobornos mucho menores que 92 Millones hay presidentes presos y prófugos, y vicepresidentes condenados. Desconozco y no opino sobre diligencias de la PGR. Me limito a glosar un concepto del periodista peruano Gustavo Gorriti, aplicable aquí: “No hay forma de llevar bien la investigación de Odebrecht y Catalina sin ofender intereses poderosos; y a la vez no hay forma de llevar mal esa investigación sin salir infamado para siempre”. Por su dominio sobre la PGR, sería Danilo, no el Procurador, que saldría infamado para siempre, si la investigación se lleva mal. Haciendo lo malo y dejando de hacer lo bueno la reelección de Danilo peligra.
El segundo hito es el Discurso de Febrero 27. El año pasado Danilo tuvo una participación desafortunada. Hizo afirmaciones que resultaron falsas. Fue osado al afirmar que Catalina iba a terminar en el tiempo previsto, con el costo originalmente contratado. Agregó que el costo del Kwh sería 7.5 centavos. Nada fue verdadero. La primera unidad de Catalina debió operar en Agosto 7 y nadie sabe cuándo terminará. Odebrecht exige sobrecostos de 708 Millones. El Kwh estaría por encima de 9.8 centavos previstos originalmente.
¿Será que Danilo pactó con Odebrecht concentrar los recursos humanos, técnicos y económicos construyendo prioritariamente la primera unidad, “a todo dar”, con imprudente precipitación, negadora de calidad de la instalación, “para salir del paso”, sin ampliar más el desbordado retraso, queriendo salvar la cara? ¿Tratará Danilo, en su reelección, de dar un golpe de efecto manipulador, ocultando su fracaso, y presentando falsamente, como exitoso, el absurdo hecho cumplido de sólo una unidad operando, con sobrecostos y retrasos?
Danilo debe informar si ya está pagando, o planea pagar sobrecostos por adelantado, antes del laudo arbitral que obligaría a CDEEE pagar 708 Millones. El pronóstico de resultados del arbitraje es funesto. Supuestamente defienden el interés nacional, barajando una salida, los mismos que provocaron el fracaso técnico-económico y ético de Catalina. ¿Por qué Danilo no acorraló a Odebrecht recordándole que su consorciada Tecnimont construyó Porto do Pecem, de igual capacidad que Catalina por 910 Millones, no por 1945? ¿Por qué Danilo no exigió a Odebrecht pago de retrasos, comenzando en Agosto 7? ¿Por qué no esgrimió la aplicación de la ley, para quitarle el contrato de Catalina y todos los demás?. ¿Por qué Danilo no demandó por Daños y Perjuicios siguiendo los “5 Puntos de la Agenda Nacional ante Odebrecht”? En Perú el Gobierno procura demandar a Odebrecht, exigiendo Mil Millones de dólares por daños y perjuicios.
Primicia: igual que féminas “de mala vida” rescatadas, ya Odebrecht “se honró” en Brasil. Pagó multas y socios y directivos están privados de libertad, en cárceles o domicilios, afrontando personalmente sus deudas con la sociedad. Odebrecht estuvo descartada, pero ya le permiten participar en concursos. En Noviembre 2017 Odebrecht ganó una licitación para transformar la termoeléctrica Santa Cruz, de Rio de Janeiro, para operar no sólo con fuel oil, sino también con gas. Odebrecht no emitió nota de prensa sobre ese concurso, ni lo menciona en su web. Retorna al mercado pasando desapercibida, volando por debajo del radar.
Odebrecht pecó en Brasil, se arrepintió, confesó pecados, pagó penitencia de multas y prisión. Ya vuelve a contratar con antiguos y nuevos clientes. Aquí, por el contrario, a Odebrecht nunca le suspendimos o cancelamos contratos. Continúa trabajando y cobrando puntualmente como si no hubiera delinquido, sobornando y sobrevaluando. En lugar de encausarla por atrasos, sobornos, sobrevaluaciones y daños y perjuicios, irónicamente es Odebrecht que demanda a Danilo exigiendo como “ñapa” 708 Millones.
Tanta genuflexión ante Odebrecht indigna a la ciudadanía. La dignidad nacional se enaltece recordando la carta que José Martí dirigió en el 1895, desde Monte Cristy, a su “amigo y hermano” Federico Henríquez y Carvajal: “De vergüenza me iba muriendo…” agregando: “Ya arde la sangre”. Danilo debe recordar palabras de Perón: “Cuando los pueblos agotan su paciencia, hacen tronar el escarmiento”. El 27 Danilo debe confesar toda la verdad sobre Catalina y Odebrecht.