El Parque Nacional Los Haitises es una área “protegida” que no es protegida na’.  Se le presta atención cuando las denuncias  toman cuerpo. Promesas y más promesas, pero soluciones, ninguna.   Autoridades van y vienen y siempre es lo mismo: allantar mientras el tema sea noticia.

Si el Estado asumiera el significado ecológico de ese legado natural de 3,600 km2 de colinas y mogotes de rocas karsticas en la región noreste del país, “otro gallo cantaría”.

El tipo de roca que forman los karst está compuesto mayormente por  caliza y yeso, minerales solubles en agua, con tendencia a formar grietas,  cárcavas y cavernas.  A través de ellas se infiltra y circula el agua que cae en Los Haitises (2000 mm/año), viajando a veces por ríos subterráneos que emergen a mucha distancia. A quienes deseen tener la vivencia de caminar por uno de éstos, les recomiendo hacer el tour guiado por la Cueva Fun Fun en Hato Mayor.

EL PROBLEMA. Aunque utilicen haitianos para los desmontes, son dominicanos de Gonzalo, Pilancón, Sabana del Medio, Sabana de los Javieles, Trepada Alta, Los Limones, Caño Dulce y Laguna Cristal, entre otras comunidades, quienes viven de cultivar las depresiones entre los mogotes de  Los Haitises.  Producen yautía, tubérculo de gran demanda.  Para algunos  agricultores es cuestión de sobre vivencia, ya que no tienen otra forma de ingreso.

Hay que crear empleos, pero cuando una empresa quiso instalarse  en la comunidad de Gonzalo, un movimiento de “ambientalistas” y “dirigentes de izquierda” sin banderas hizo abortar el proyecto bajo el supuesto de que fabricar cemento en la zona dañaría Los Haitises. Extrañamente, esos  ambientalistas y “dirigentes” defensores del país, raramente  protestan por la depredación del Parque para conuquismo.

La misma empresa se instaló unos kilómetros más al Sureste generando 424 empleos directos y más de 1000  indirectos, pero ninguno beneficia a las comunidades que rodean Los Haitises.

Por el lado del gobierno, todo es demagogia.  Ven el problema, dicen que lo resolverán, pero no hacen nada. El miserable presupuesto asignado para los fines lo dice todo.

LA SOLUCION. Si yo fuera Presidente, tomaría dos medidas de inmediato.  Por un lado, auspiciaría una zona franca especial cerca de Gonzalo, con todos los incentivos que sean necesarios para que se instalen empresas que ofrezcan empleos.  La prioridad es que la gente obtenga ingresos fuera del Parque.

Por el otro lado, proveería al Ministerio de Medio Ambiente de una avioneta, un helicóptero y vehículos todo terreno, para aplicar un plan de manejo especial de Los Haitises con reconocimiento aéreo diario  y apoyo terrestre, persiguiendo y apresando a todo el que viole la Ley.  Desde San Isidro, en minutos se vuela a Los Haitises.

El plan de vigilancia y control tiene que durar varios años funcionando a toda intensidad, hasta que la cultura del respeto a la Ley llegue para quedarse.