De nuevo con el irrebatible endoso del testimonio gráfico, tomado desde un avión volando a baja altura, el Diario Libre en su edición de este pasado viernes saca al descubierto la depredación de áreas boscosas del parque nacional Los Haitises con fines de dedicarlas a labores agrícolas.
Las trochas son abiertas mediante la quema de los mogotes y la tala de árboles a fin de franquear el paso a los invasores y el uso ilegal de la tierra de esta área protegida por la ley, no así por las autoridades encargadas de velar por su cumplimiento, a todas luces ajenas al cumplimiento de sus responsabilidades.
El reportaje que calza la firma del periodista Carlos A. Batista hace notar que ese mismo escenario ofrecido por la vista aérea que ilustra el mismo se replica en diferentes puntos de la extensión que cubre Los Haitises. Incluso se han improvisado viviendas dentro del parque que obviamente carece de la debida vigilancia y protección, tal como al parecer ocurre en Valle Nuevo. No se trata pues de un caso aislado sino de una práctica extendida.
Hace ya bastantes años pasamos por esa misma experiencia durante un vuelo privado con destino a Samaná. La aeronave era conducida por el recién desaparecido empresario Mario Cabrera, y a mi instancia dio varias vueltas por encima del parque, donde contamos no menos de una docena de quema de árboles con el fin de establecer predios de cultivo.
Penoso que al cabo de tantos años, el panorama continúe siendo el mismo sin que las autoridades de Medio Ambiente se den por debidamente enteradas, pese a que su primera y fundamental tarea es preservar los recursos naturales, y de manera especial velar por la integridad de las áreas protegidas.
Lamentable también que frente a estos casos puestos al desnudo la autoridad ministerial reaccione siempre en forma negativa. Y en vez de acogerlos y adoptar las necesarias medidas correctivas, se obstine en contemplarlos como una crítica con trasfondo político obstinándose en negar evidencias tan concluyentes, y apelando inclusive, como pobre mecanismo de defensa y justificación, a usar términos ofensivos para referirse a quienes se las señalan.
En más de una oportunidad, y todavía en días muy recientes, el Presidente Medina ha puesto énfasis en la necesidad de impulsar la producción agrícola a fin de garantizar la soberanía alimentaria del país. Bosque y agua van de la mano como elementos indispensables para lograrlo.
De ahí la imperiosa necesidad de que el Ministerio de Medio Ambiente se esfuerce en preservarlos con mucho mayor celo del muy escaso que ha demostrado hasta el presente.