¿Qué empresas hacen los estudios de mercado para demostrar que es rentable seguir construyendo grandes centros comerciales (Mall) cuyo tamaño, lujo y elegancia solo existen en muy pocos países del mundo? ¿De dónde proviene todo ese dinero? ¿Y sobre qué base se instalan negocios en esos centros donde menos del 2% de la población puede comprar?
No se trata de uno, sino de varios. El recién inaugurado Blue Mall, es realmente impresionante y casi todas sus tiendas representan marcas famosas, donde hasta un pañuelo cuesta una fortuna. Otro que está en construcción es el Agora, que se perfile aun más grande y lujoso. El Tamaño de IKEA, aunque es una sola tienda con precios más moderados y asequibles a la clase media, parece digno de una ciudad de 10 millones de habitantes y no una de 3 millones, con dos que viven en la marginalidad.
Si usted visita el Blue Mall no tiene que buscar nada en otro país, pero sus tiendas casi siempre están vacías. A ciertas horas del atardecer se ve la gente paseando por los corredores, viendo los escaparates, disfrutando de las finas cafeterías o esperando la hora del cine, pero no llevan nada en la mano.
Algunos dicen que en las tiendas de Blue Mall todo se resuelve con 3 o 4 clientes al día cuyas compras pueden superar los 200 mil pesos en mercancías como si nada, algo que no creo que suceda con frecuencia. Pero el alquiler mensual de algunos locales puede llegar a varios miles de dólares, sin contar el costo del personal y la luz más cara del mundo. O sea, tienen que ganarle mucho a esas ventas para lograr rentabilidad.
El otro problema es que los que pueden comprar en esas tiendas, son los que viajan con frecuencia a Miami para negocios o vacaciones, donde encuentra lo mismo, pero probablemente más barato si aprovechan los buenos especiales. También están las compras por internet, donde se adquiere cualquier mercancía de marca a menor precio y no pagan impuestos si la factura es menor de US$200.00.
Hay muchos centros comerciales construidos hace más de una década, algunos sobreviviendo precariamente, otros prácticamente vacios y los de menor tamaño, moviendo mucha gente pero no por sus tiendas.
Un ejemplo, es Unicentro Plaza, un inmenso Mall ubicado en la 27 de febrero con Lincoln que está prácticamente vacío. Entrar ahí da lástima.
Plaza Central, también en la 27 de febrero, ha tenido mil problemas para sobrevivir, incluyendo acusaciones de robarse la luz. Decenas de buenas tiendas han cerrado sus puertas en esta plaza y otras más modestas la han sustituido, pero el deterioro del lugar es notable.
El la Churchill esta el Mall Acrópolis que tienen tiendas entre lujosas y modestas pero que tampoco ha calado mucho. Su parqueo subterráneo es terrorífico e incomodo y se ve mucha gente en los alrededores por los restaurantes y bares ubicados en los locales del primer piso que dan a la calle.
Bella Vista Mall mueve mucha gente porque tienen un supermercado grande, varios cines, un gran comedor (food Court) y se ha llenado de sucursales de bancos, asociaciones de ahorros y préstamos y de compañías de teléfono. Pero las mejores tiendas han cerrado sus puertas por quiebra, debido a los elevados costos del alquiler y de la energía. Esos precios solo lo pueden pagar los bancos.
Me dice un amigo lo siguiente: Malkun, en un país que se roba mucho, se trafica con drogas a gran escala y se lavan millones de dólares, uno puede encontrarse con ciertos personajes, que tienen la pinta de pobre, entrando a una zapatería de lujo y comprando 5 pares de zapato a US$400 cada uno y ni pestañan y puedo demostrarte también que esposas de funcionarios del Gobierno van a tiendas en esos Mall y gastan RD$300 mil en ropa pagando en efectivo o usando varias tarjetas de crédito y si usted rastrea el dinero con que se pagó, descubre que sale del erario público.
En los restaurantes caros de la ciudad pasa lo mismo, donde grupos de amigos y amigas hacen cuentas hasta por un cuarto de millón de pesos en efectivo, donde se destapan varias botellas de buen champagne y Whisky etiqueta azul. Pero te puedo asegurar que el 99% de la gente que hace eso, es porque el dinero proviene de la droga o del lavado y no porque se lo ganó trabajando aunque sea un empresario. Y me reitera, en todos esos restaurantes caros, el 60% de los clientes pagan con tarjeta de crédito de alguna institución del gobierno, de lo contrario hubieran desaparecidos.
Bueno, si los que realizan estudios de mercado para justificar esas extravagantes inversiones en grandes y lujosos centros comerciales, con sus elegantes tiendas, cafeterías y restaurantes, toman esos comentarios en cuenta, es posible que los datos económicos arrojen resultados favorables. De lo contrario hay que buscarle otra explicación, que yo no la tengo muy clara.