En una reunión con directores de medios para dar a conocer los excelentes resultados de la institución del año pasado, el presidente del Banco Popular, Manuel Grullón, ofreció una serie de informaciones muy oportunas y valiosas sobre el buen comportamiento de la economía y la confianza que ello genera en la banca internacional. Tratándose de un banquero de tanta reputación y experiencia, su evaluación imparcial y objetiva de la situación económica del país y las oportunidades que ofrece, es de mucha ayuda para aliviar el peso del pesimismo que tantas veces en el pasado nos han impedido avanzar y alcanzar lo que el inmenso potencial nacional nos tiene reservado.
Grullón reveló que en reciente visita de negocios a Nueva York, los ejecutivos de los grandes bancos le expresaron su confianza en el futuro de la economía y su agradable impresión sobre los indicadores que sustentan el crecimiento dominicano, una excepción dentro del panorama general de las economías latinoamericanas. El sostenido crecimiento del Popular año tras año, obviamente, se apoya y a la vez contribuye a esa expansión.
En la coyuntura actual, la consolidación de las variables financieras y el crecimiento sano y sostenido de una institución tan grande como el Popular es un hecho que inspira confianza en la banca nacional y optimismo acerca de la marcha de la nación. Como ocurre con los individuos, las naciones que pierden su fe y confianza en su potencial fracasan y se estancan. El mensaje del señor Grullón es una tácita invitación a apreciar lo que se tiene. En definitiva, nuestro país será lo que finalmente decidamos. Solo la confianza en nuestro potencial nos ayudará a vencer las vicisitudes. El Popular es un buen ejemplo de cuanto este país puede llegar a ser.
El pesimismo es un veneno que corroe el ánimo y obstruye el camino hacia el futuro. Las adversidades del momento no deben impedirnos seguir avanzando.