Las relaciones diplomáticas pasan por el momento histórico de mayor relevancia y empuje, incluyendo temas afines que incorporan el derecho internacional público, la geopolítica y la diplomacia internacional; cuestión que constituye una especie de eje transversal para comprender e interiorizarse en el mundo de la globalización por todos los ángulos o enfoques que permiten obtener una estrategia para el comercio exterior, las negociaciones internacionales y por ende una coherente y eficaz política exterior. Santo Domingo no debe desperdiciar el uso de estas herramientas tecnológicas e informaciones  que saturan el ciberespacio con fines de establecer un buen programa de política exterior que beneficie los intereses nacionales.

Por lo que se precisa tomar en cuenta a los mejores expertos y diplomáticos que pongan por encima los intereses generales de la nación dominicana y no los particulares. Las relaciones entre las naciones ofrecen una perspectiva interesante y de oportunidad para sacar provecho de cooperación y comercio exterior en la competencia que libran los Estados y empresas en esa libre contienda, donde los expertos en negociación internacional desempeñan una función preeminente y única.

Los jóvenes que navegan por el espacio cibernético se han dado cuenta perfectamente de la necesidad de descubrir las nuevas exigencias profesionales plasmadas en esa perspectiva  y existe actualmente una matriculación efervescente en diversos Centros Académicos recibiendo enseñanza y obteniendo diplomas en Maestría en Derecho Internacional Público, Maestría en Diplomacia y Relaciones Internacionales, Maestría en Negocios Internacionales, Especialidades en Comercio Exterior y Negociación Internacional; generalmente inscriptos en Universidades de Santo Domingo, España, Estados Unidos y algunos en Francia. Soy testigo de ello porque algunos de esos jóvenes son reclutados para impartir docencia en el Posgrado que coordino en Diplomacia y Relaciones Internacionales en la UASD. También sirven sus conocimientos frescos y especializados en APEC, Escuela de Altos Estudios de las Fuerzas Armadas, Universidad Católica de Santo Domingo, Funglode, Universidad Católica Madre y Maestra, Unicaribe y Unibe.

De manera, que aflora con ímpetu una verdadera fiebre por estos estudios internacionales, quizás llevados por la aparición en el escenario mundial de la Globalización del Comercio, la Geopolítica, la Negociación Económica, la Protección y Fomento de los Derechos y Ciudadanos  y en consecuencia resultado de la revolución digital, tecnológica y virtual porque atraviesa como un breve espacio el planeta. Los mensajes, los textos, las imágenes y las transacciones se cristalizan en tiempo récord sin desperdicios de otras oportunidades.

En este instante preciso degusto en forma virtual una extensa y fructífera obra titulada " Los Órganos del Estado en la Política Exterior", Teoría y Práctica del Ejercicio Profesional, del embajador español y académico José Antonio de Yturraga, encuadernación de lujo y con alrededor de quinientas cincuenta páginas, facilitada por el eminente embajador nuestro Manuel Morales Lama, marginado del servicio exterior a destiempo, no obstante su carrera diplomática. Su talento como consultor e investigador en derecho internacional público y autor de varias obras en el área de su competencia diplomática. Habiendo sido Embajador en Brasil, Israel, El Salvador y agente diplomático en México y servido en nuestra Cancillería. El Embajador Morales Lama escribió un texto que ha devenido en emblemático para los estudios diplomáticos seguidos en los cursos citados por los interesados nacionales y extranjeros que lleva una undécima edición, Diplomacia Contemporánea, Teoría y Práctica, que sirve de referencia en los estudios internacionales de varios países como pude advertir en el copioso trabajo del Embajador de Yturriaga citado arriba, donde aparecen alrededor de 22 citas al libro de M. Lama.

De la misma suerte en la Revista de Política Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica, se le cita en varias ocasiones, tanto como en Argentina, Chile y Venezuela en sus órganos publicados en las respectivas Cancillerías. Por su reiterada referencia bibliográfica podemos deducir el inmenso significado del texto de un autor dominicano que aprecian los diplomáticos y estudiosos extranjeros. De manera, que se enriquecen nuestros profesionales y estudiantes en dicha temática con tan magna obra que recibió el galardón de Premio de Didáctica Nacional.

De igual forma, escribió La Comunicación Diplomática en las Relaciones Internacionales , entre otras y cientos de artículos de prensa, que abonan el terreno diplomático de la nación dominicana; por lo que sería de orgullo para la Cancillería dominicana que prestara su ingente experiencia al servicio exterior dominicano por undécima ocasión, hoy más que nunca cuando pululan por nuestro suelo supuestos agentes diplomáticos designados en el extranjero y recibiendo dotaciones en dólares sin cumplir con su  responsabilidad y deteriorando la imagen del país. Los hay por ciento radicados en su hogar nacional. Situación penosa, que empaña el trabajo profesional y de entrega a su carrera diplomática que muchos otros  realizan con suma responsabilidad social, ética y patriótica en defensa de los intereses políticos, comerciales y patrimoniales de la nación.