Cuando escuchaba llamarle a los choferes del transporte público los dueños del país me parecía un adefesio, sin embargo me he visto tentado a creerlo basado en el hecho que les narro a continuación.
Un chofer de carro público, de los denominados piratas, transitaba por la avenida Charles de Gaulle en Sabana Perdida. Al pasar en frente de algunos “choferes de la ruta” fue interceptado obligando a los pasajeros a salir del auto.
Uno de los que había interceptado el vehículo lo golpeó con una piedra en la cabeza. Los demás apedrearon el vehículo hasta destrozar un espejo retrovisor y producir ciertos golpes visibles en las puertas.
A escasos metros de donde ocurría la escena se encontraban dos policías que parecían no observar el hecho. Les pregunté por qué no intervenían ante el abuso y su respuesta fue la siguiente: “Esas son vainas entre ellos, nadie se mete con esos tígueres porque son locos y aburridos”
Fue entonces cuando me convencí que son los dueños del país. Estos choferes del miedo han protagonizado muchas escenas terribles que van desde atropellar personas y provocarles la muerte en competencias en las calles con un manejo temerario, hasta violentar todas las leyes de tránsito sin que ello implique sanción.
Pueden manejar en las calles a sus anchas, detenerse al avistar algún pasajero sin poner la direccional, transitar sin cinturón de seguridad y sin nada que les identifique.
Si un conductor de vehículo privado osara salir a las calles sin sus papeles en orden, maneja sin llevar puesto el cinturón de seguridad o viola alguna ley como pasarse en rojo y hablar por el celular mientras conduce es multado por los agentes de tránsito o asediado por la misma policía que ve en el hecho una oportunidad para chantajear en busca de algunos pesos.
Sin embargo estos mal llamados conductores transitan con dos pasajeros delante lo que impide utilizar el cinturón de seguridad, se pasan en rojo y hasta compiten en velocidad y no pasa nada.
Reproduzco textualmente un párrafo de un informe de la Amet publicado recientemente en un periódico de circulación local acerca de choferes de transporte público que tienen hasta 400 multas “El informe resalta que las acciones más frecuentes por los conductores de transporte público son, obstrucción del tránsito, dar la vuelta en U, hablar por celular, manejar en vía contraria, estacionarse en las aceras y espacios públicos , placas vencidas, montar y desmontar pasajeros en lugares prohibidos, licencia vencida, violar la luz roja, entre otras”. Cuando estas acciones son realizadas por cualquier otro ciudadano la ley se le aplica sin misericordia.
El poder acumulado por estas gentes ha llegado al punto de chantajear cada gobierno para recibir cantidades de beneficios como subsidio de combustible logrando que en la pasada reforma fiscal se incluyera un impuesto de dos pesos por la compra de cada galón de gasolina para renovar su parque vehicular.
Aumentan los pasajes cuando quieren justificado en la subida de los combustibles, y cuando los mismos bajan mantienen el mismo precio del pasaje solo que ahora le agregan los repuestos y así se van envolviendo en un laberinto de abusos y atropellos sin que ello implique nada.
Tal pareciera que en este país para hacer lo que les venga en ganas sin recibir la debida amonestación por sus hechos por más fatales que puedan ser debería uno convertirse en un político de renombre o estar organizado en uno de estos grupos choferiles mal llamados sindicatos porque son un dúo que han demostrado ser los dueños del país.