«—¡Shigaliov es un genio! ¿Sabe usted que es un genio como Fourier, sólo que más audaz que Fourier, más fuerte que Fourier? Voy a ocuparme mucho de él… ¡Ha inventado la «igualdad»!»
«Un alto nivel de ciencia y educación vale sólo para mentes excepcionales, ¡y las mentes excepcionales están de más! Las mentes excepcionales han alcanzado siempre el poder y han sido déspotas. A Cicerón había que dejarlo mudo, a Copérnico dejarlo ciego, a Shakespeare apedrearlo (¡ahí tiene usted la doctrina de Shigaliov!). Los esclavos deben ser iguales. Sin despotismo no ha habido nunca ni libertad ni igualdad, pero en el rebaño habrá necesariamente igualdad (¡he ahí la doctrina de Shigaliov!). ¡Ja, ja, ja! ¿Le parece a usted extraño? ¡Yo hago mía la doctrina de Shigaliov!»
“Los Demonios”, de Fiódor Dostoyevski
«La opinión pública es el contenido político de la voluntad política pública que podría ser discordante: por eso existe la lucha por el monopolio de los órganos de la opinión pública: periódicos, partidos, parlamento, de modo que una sola fuerza modele la opinión y con ello la voluntad política nacional, convirtiendo a los disidentes en un polvillo individual e inorgánico.»
Antonio Gramsci
En el discurso defensor de la Orden departamental 33-2019, de Ministerio de Educación, está lleno de tergiversaciones y de falacias, así como lo está el discurso que la adversa. Yo no estoy favor de tal ordenanza porque no creo que su contenido sea el tema del debate fundamental en la educación dominicana. Si la igualdad de género es el tema fundamental en las discusiones sobre el contenido de la educación de nuestros hijos la empresa de educar sería un fracaso. Al final de cada curso nuestros hijos sabrán de las identidades de género, de la orientación de género de perspectiva y enfoque de género, pero nada sabrán sobre ciencias, poco sobre las matemáticas y estarán incapacitados para entender lo que leen, sin es que lo hacen, y no podrán comunicarse correctamente de forma oral y escrita en más de un idioma. Mientras tanto, serán acérrimos defensores de la igualdad entre hombre y mujer y de la igualdad género como principal problema de la sociedad dominicana.
Parece que en el debate es sólo de organizaciones que defiende la igualdad de género con el argumento de la igualdad entre hombres y mujeres y las entidades religiosas, fuera de la discusión quedamos loa que tenemos argumentos diferentes. El tema se reduce entonces a lo que dijo el diputado José Laluz. La forma más popular de impugnar los criterios y opiniones del otro es gritar como ofendidos y estigmatizarla con eslogan, consignas y mentiras con escasas razones convincentes. Tomando cualquier discurso para reducir todo un tema a un desatino con pretensiones de originalidad.
Yo me sentiría enfermo si me ideas sobre las mujeres fueran las mismas que tiene José Laluz, porque el número de mis fracasos cada vez que he brindado algo a una mujer sería grande, pero el tema sería peor si cada vez que una mujer me brindó o me pago algo yo no me di cuenta que con eso ella adquiría un derecho que yo nunca se lo dejé ejercer ni me enteré cuál era.. Sin duda alguna, yo con las ideas de José Laluz habría fracasado doblemente con las mujeres. Me gusta pagar las cuentas de las mujeres para darme el brillo de que las mujeres inteligentes hablan conmigo y con eso he aprendido bastante. Soy un macho que le gusta pagar las cuentas, pero que a veces no tiene dinero y la pagan ellas. José Laluz y yo no acudimos a los mismos mercados ni usamos las mismas monedas, él paga las cuentas con el dinero que Dios le ha rendido. Yo uso monedas más apreciadas y son los afectos que doy a las mujeres de muy buena gana. Nadie debe constituir la opinión del diputado en la opinión de los hombres.
En los asuntos de género hay un discurso dominante que cuando se le presentan sus incongruencias concluye con el chantaje, cuyas notas fundamentales son que uno no sabe, que es un tema que uno no entiende y que debe estudiar. Si hay opinión distinta o contraria en el tema de género hay un conjunto de palabras gratuitas como misógino, homofóbico, atrasado, ignorante etc. El argumento más contundente es que uno se opone al idílico amor entre parejas de sexos iguales, con el irrebatible designio de que uno lo que es un maricón que no se acepta como tal.
Las mujeres que adoro y son feministas y las quiero no porque sean feministas, sino porque son inteligente. Siento cierta fobia por las mujeres brutas, y nadie me venga diciendo que estas no existen, porque las hay y muy bellas. Creo en la desigualdad porque no hablo igual con mujeres que poco tienen que decir y que sólo pueden aceptar una comida de José Laluz, donde ellas están incluidas como parte del menú que él se hace presentar. También tengo amigas que no son feministas y son inteligentes, porque la inteligencia no tiene nada que ver con tu visión del mundo, sino como la plantea y los límites de las ideas que no deben reducirse a fagocitar en termino iguales a como lo hacen los organismos unicelulares. Hasta lo absurdo se puede platear con inteligencia.
En eso de la igualdad hay cierta dosis de absurdo. Igualdad es una palabra con la que se reclama en el presente cualquier cosa, inclusive la reelección. La igualdad es un derecho fundamental y, por tanto, en derecho en el que todos somos iguales, pero a pesar del discurso no lo somos en todos los derechos, porque un estado liberal como el nuestro no pretende establecer un Estado igualitario. La igualdad siempre se establece con respecto algo. Entonces hay que hacerse las preguntas que plantea Norberto Bobbio. ¿Igualdad entre quienes? ¿Respecto a qué somos iguales somos?
La igualdad reclamada con relación al género es la igualdad entre hombre y mujer. Lo que responde entre quienes. En la norma escrita hombre y mujer tienen derechos iguales, que refiere respecto a qué. Entonces no es tener derechos iguales porque eso existe. El tema es la concreción de la igualdad en derechos, lo que se consigue con políticas, porque es en la administración públicas es donde se hacen concretos los fines de las normas escritas que se realizan a través de políticas. La ordenanza 33-2019, ordena diseñar políticas de género para lograr la igualdad entre hombre y mujer que no es lo mismo que la igualdad de género.
Los conceptos de hombre y mujer son biológicos. El concepto de género es una construcción y su vigencia procura destruir el ordenamiento social que existe en función de las diferencias biológicas, para reducirlas a diferencias sociales. Las teorías sobre el genero son escritas en buena parte por lesbianas y transexuales y en buena medida buscan destruir lo que en el orden social responde a las diferencias biológicas de los seres humanos, usando la igualdad de género como argumento y la igualdad entre hombre y mujer como excusa.+.
Así se habla de acabar con la sociedad hetero patriarcal, la dominación masculina, o la visión sexual binaria, es decir, del sexo entre hombre y mujer. Se habla también de la masculinidad hegemónica, concepto elaborado por un transexual australiano cuyo último nombre o el primero es R. W. Connell, estableciendo que dicha masculinidad es la que legitima la existencia el patriarcado.
Así se quiere construir una nueva masculinidad, bajo la idea de que, y cito un libro sobre el tema Ritxar Bacete que dice: «…lo que entendemos por ser hombre o mujer, masculino o femenino, son construcciones culturales que inciden en nuestra potencia biológica de una forma sesgada, determinada por nuestras circunstancias y momentos histórico.». De acuerdo con este autor lo que hacemos dentro de los parámetros de masculino y femenino cualquiera puede hacerlo y así cualquiera puede cuidar besar, escuchar o golpear sólo somos limitados por una definición cultural parcial en un sistema ridículo denominado hetero patriarcal. Cuando se habla de hetero patriarcal no sólo existe la idea de eliminar lo patriarcal que pudiera redundar en la igualdad entre hombre y mujer, sino que se quiere eliminar la heterosexualidad como parámetro, porque los hombres no pueden reducir su potencial sexual a sus relaciones con la mujer y ni ésta puede limitar su potencial sexual solamente con los hombres.
En el único estamento público donde quieren concretar el absurdo criterio de igualdad es en la educación. Políticas de géneros se pueden aplicar en la policía para que los intercambios de disparos no sean sólo con hombres jóvenes que se desarrollan en un orden social desigual, la igualdad se puede conseguir eliminando en la Dirección de Pasaporte el tratamiento VIP, es decir, para gente importantes o en función de la igualdad en los estamentos estatales se puede eliminar en la DGII la diferencia de tratamiento entre grande y pequeños contribuyentes, todos por igual debemos hacer las filas en los bancos, ancianos y embarazadas en función del tema de la igualdad. Así seremos tan iguales que veremos lo absurdo de este concepto cuando se pretenda aplicar en toda la vida social y sexual.
En la igualdad se aspiran educar los hijos de los otros aquellos que mantienen relaciones sexuales estériles que han reducido a la población de Europa al punto de una crisis demográfica. Quieren educar nuestros hijos gente que hace de la no procreación y el aborto doctrinas. Nadie me va a poner de acuerdo con eso y nadie me va a vender política de igualdad de género para educar a los hijos con envolturas de igualdad de derecho entre hombre y mujer. Donde los niños y las niñas independientemente de su sexo biológico y natural son una mera construcción social polivalente que pueden servir como hombres o como mujeres.