Las cosas se parecen a su dueño, decía con frecuencia Leonor Valera Guillen, mi madre. Burbujas en el tiempo, el libro que la periodista Patricia Báez entregó recientemente a la ciudad de Santo Domingo, se parece a ella.
Y qué bueno! Me alegra mucho porque en estos tiempos de “vida liquida” la autora nos haga una entrega literaria en la que reafirma la esencia de su ser. Se respira su identidad y sentido de pertenencia a una realidad geográfica y social. No haré un análisis literario de Burbujas en el tiempo, porque sería un irrespeto a quienes saben del tema. Además, dicen que es peligroso entrar en terreno desconocido.
Gracias amiga por el privilegio de comentar tu nuevo parto. Tus cuentos están escritos para ser leídos de un tirón. Fue mi caso. Me sentía como pez en el agua, porque es un libro muy emocional, al tiempo que desafiante.
Desde el inicio, la autora nos invita a romper el miedo; a atrevernos a ir por lo nuevo; por lo leído y no vivido.Este primer libro de cuentos de Patricia Báez es casi un manifiesto para la rebeldía y la acción por un mundo mejor.
Si fuera docente de cualquier asignatura de ciencias sociales, Burbujas en el tiempo sería un texto de referencia ya que facilita el análisis sobre la realidad social desde el genero Cuento.
Aborda la migración, el feminicidio, las dimensiones biológica y social de la maternidad y la paternidad, el androcentrismo, la mortalidad materna, la prostitución, el adulterio, los encantos del barrio y la cotidianidad de los colmadones incluyendo sus insoportables ruidos, los conflictos intergeneracionales, entre otros.
Es imposible permanecer indiferente ante el estilo de a autora, porque sus cuentos saben a pueblo. En ellos, es imperceptible la linea que separa la ficción de la realidad que denuncia, los derechos que reivindica, y por supuesto, el protagonismo de sus personajes mujeres.
Y es que en estos cuentos, mandan las mujeres!
En cada historia contada queda claro el espíritu de independencia y criterios propios de sus personajes mujeres. Por ejemplo, la decisión de Vianela (P. 25), cuando rompe las relaciones conyugales con Tomas y le dice en un papelito:
Me voi pa Venesuela, me cansé de pasá trabajo aquí. Lla no te quiero y tu te merece una mujer que te quiera. Igual firmeza demostró Adelayda cuando por maltrato, abandonó a Narciso Mateo.
Salvo honrosas excepciones las mujeres -siempre- somos las acompañantes en emergencias de salud con familiares y en el vecindario. La solidaridad clásica como construcción cultural en las mujeres, la autora la representa en Titina ( P. 19) que acompaña a Fe, su hermana, al llegar la hora del malogrado parto.
Patricia Báez, mujer de armas a tomar, lleva a la literatura sus convicciones feministas elevando las mismas hasta los conflictos intergeneracionales entre Erika y su madre ( P. 55) por la decisión de la primera de asumir la maternidad libre y como derecho; o el papel de Daniel: el vacilante, orgulloso, cobarde e incapaz de demostrar amor…el mismo que llega tarde a intentar recuperar el amor de Adríana Dávalo, mujer con pensamiento claro y autonomía de juicios, que había dispuesto ya un punto final a todo. Incluyendo a su vida, (P. 47).
La condena al matrimonio infantil tiene su espacio en Burbujas del tiempo. Lo representa Tina (la niña – esposa- madre) que pario a los 13 años- pero que se le plantó a Juan Manuel su marido cuando éste dijo que el que el hijo recién nacido el 31 de mayo del 1961 se llamaría Rafael Leonidas.
Pues mire que no, porque yo no me acosté con El Jefe, fue con usted.
Replicó categóricamente.
En una circunstancias sociales como la dominicana en la que el mercado banaliza todo y en muchas y muchos amantes de las letras falta compromiso para el cambio social, Patricia logra que sus cuentos sean un refrente crítico a la realidad nacional al tiempo que rescata tradiciones y valores propios de la dominicanidad, como el amor al trabajo, la alegría y hasta las lágrimas de hombres, prohibidas en una cultura patriarcal que le niega el derecho a la libre manifestación de las emociones.
Para finalizar, un juicio muy interesado: parecería que la autora escribe un articulo sobre la actualidad política nacional, cuando en el cuento El Muertico, (P. 31) referido al tren que unía a las provincias La Vega y Sánchez, sobre el presidente Lilis, dice que el pueblo no juzga a sus gobernantes por lo que les da, sino por lo que les dejan de dar. Cualquier parecido con la realidad hoy, es pura coincidencia.
Presentado en el Centro Cultural BanReservas, Santo Domingo, D. N. República Dominicana, el 28 de junio, 2018.