En las últimas décadas la sostenibilidad ambiental se ha convertido cada vez más en una prioridad para los Estados. Promover el desarrollo económico produciendo el menor impacto posible al medioambiente e implementar medidas que aseguren la prevención y eviten la degradación del ambiente derivada de la actividad humana ha probado ser preeminente ante los problemas ambientales globales que nos afligen en la actualidad. Los agujeros en la capa de ozono, el agotamiento de los recursos naturales, el cambio climático y la extinción de un gran número de especies animales y vegetales, son sin dudas circunstancias que nos afectan a todos por igual.

Los sectores privados y públicos aúnan esfuerzos para lograr crecimiento económico más sostenible, reducir las emisiones de dióxido de carbono y desarrollar una gestión ambiental efectiva. El sector bancario, por igual, busca poner en marcha iniciativas orientadas a la sostenibilidad ambiental; de allí surgen los llamados “bonos verdes”.

Los bonos verdes son valores de renta fija destinados a financiar o refinanciar proyectos que contribuyan con la conservación del medioambiente o representan beneficios para este último, tales como energías renovables, manejo de residuos sólidos, control de contaminantes, o avances tecnológicos que contribuyan a monitorear, prevenir o mitigar riesgos ambientales, entre otros.

Los bonos verdes permiten a las entidades públicas o privadas obtener capital, que deben reembolsar al inversionista a una tasa convenida en un plazo especificado, y a la vez garantizan que la inversión realizada será invertida en proyectos ambientalmente sostenibles.

Los bonos o valores verdes surgieron en el 2008, siendo el Banco Mundial el primero en emitirlos. Desde entonces se han emitido una gran cantidad de bonos verdes alrededor del mundo. Al 2018 según las informaciones publicadas por el Banco Mundial este último había emitido más de 150 bonos verdes en 20 monedas diferentes y recaudado alrededor de 13,000 millones de dólares a través de los mismos[1]. En Latinoamérica el mercado de los valores verdes esta creciendo cada vez más. En Colombia, por ejemplo, el primer bono verde fue emitido en el 2016, y al 2018 estos valores representaron alrededor de un 22% del valor total de las emisiones en bolsa de ese país[2].

Los bonos verdes permiten crear conciencia sobre la necesidad de tomar medidas efectivas contra los problemas ambientales globales y la posibilidad de combinar rentabilidad financiera y sostenibilidad ambiental. Esto siendo parte fundamental de los principios de estos valores coordinados por la Asociación Internacional de Mercados de Capitales (ICMA). Asimismo, los bonos verdes han servido como plataforma para la emisión de otros bonos tales como los bonos sociales (dirigidos a financiar proyectos con beneficios sociales) y los bonos azules. En 2018, Seychelles, emitió el primer bono azul para apoyar proyectos pesqueros y marinos sostenibles.

En cuanto a la República Dominicana, en febrero de este año, la Superintendencia de Mercado de Valores emitió los “Lineamientos para la emisión de valores de oferta pública sostenibles, verdes y sociales en el Mercado de Valores de la República Dominicana”.

Estos lineamientos contienen los principios, iniciativas y buenas prácticas sobre valores verdes reconocidos por la Superintendencia de Valores de la República Dominicana, basados entre otras cosas, en la iniciativa desarrollada por la Asociación Internacional del Mercado de Capitales (ICMA) para el desarrollo y la transparencia del mercado de valores sostenibles a nivel internacional y en el Estándar Internacional para los Bonos Climáticos

Así, nuestro país se suma a esta iniciativa que permite combinar rentabilidad con la sostenibilidad ambiental, en aras a proteger y mitigar los daños al medioambiente, así como tratar de alcanzar los compromisos asumidos por el país en la Ley No. 1-12 de Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 de fecha 25 de enero del 2012, dentro de los cuales cabe destacar la promoción de una economía ambientalmente sostenible y que promueva una adecuada adaptación al cambio climático.

[1] Banco Mundial: “Bonos Verdes”. https://www.bancomundial.org/es/results/2017/12/01/green-bonds#:~:text=El%20Banco%20Mundial%20emiti%C3%B3%20el,se%20convirtieran%20en%20mercados%20principales.

[2] Green Finance for Latin America and the Caribbean: “Los bonos verdes ya equivalen al 22% del valor de las emisiones en la Bolsa”. Colombia, 25 de junio 2018. https://www.greenfinancelac.org/es/recursos/novedades/los-bonos-verdes-ya-equivalen-a-22-del-valor-de-las-emisiones-en-la-bolsa/