El pasado miércoles 20 del mes en curso, el Presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas, Mayor General P.N. Rolando Rosado Mateo, acompañado de su equipo de lucha y combate contra las drogas, realizaron un operativo en el Aeropuerto Internacional de Punta Cana, luego de una ardua labor de inteligencia y seguimiento, logrando ocupar unos 670 Kilos de cocaína aproximadamente.
Lo más preocupante de este caso, es que en varios medios de comunicación resaltaron las declaraciones del actual Jefe del Cuerpo Especializado de la Seguridad de la Aviación Civil (CESAC) y al Director General de Aduanas, afirmando de manera categórica que ningún miembro de sus respectivas dependencias una militar, la otra civil, estaban vinculados en el caso.
Parecería que las cosas no andan muy bien, pues tenemos los suficientes conocimientos y la experiencia en manejos de aeropuertos por muchos años y jamás en la historia se habían producidos declaraciones tan desafortunadas como estas, la prisa es parte del fracaso y más cuando al parecer con este tipo de declaraciones se pretende ocultar la realidad que hoy día se está viviendo en casi todos los aeropuertos internacionales de la República Dominicana.
En estos casos, la primera responsabilidad le recae al CESAC, pues para esa droga haber entrado a las áreas restringidas de una terminal como la de Punta Cana o cualquier otra terminal internacional del país, tiene necesariamente que ser en complicidad con algunos de sus miembros, pero además lo hemos denunciado con bastante responsabilidad que todas las acciones de drogas, lavado de dinero, extorción, macuteo, trasiego de ilegales, contrabandos y otras acciones reñidas con las buenas costumbres y las leyes, siempre se hacen en contubernio con autoridades militares y civiles que prestan sus servicios en los aeropuertos.
Pero también existen organismos de inteligencia del Estado, como el DNI, J2, entre otros, que deben velar para que situaciones como estas se produzcan, sin embargo al parecer se dejan corromper con tan solo hacerse de la vista gorda, a los del CESAC, para que apaguen las cámaras y no se pueda tener evidencia de cómo realizan sus operaciones, al igual que los miembros de las DNCD vinculados al narcotráfico que manejan las unidades caninas, que cuando la droga la van a sacar por las terminales de cargas, las unidades caninas las trasladan a la terminal de pasajeros y viceversa, para evitar que la misma sea detectada.
El temor a ser destituido de un cargo sea este Civil o Militar, muchas veces obliga a querer tapar el sol con un dedo y a decir que todo está bajo control cuando realmente no es así.
Los aeropuertos internacionales más utilizados por los carteles internacionales para el trasiego de drogas narcóticas son Las Américas, Punta Cana, Santiago y en algunas ocasiones Puerto Plata, aunque hace unos meses se detectó algo por el aeropuerto María Montes de Barahona.
Lo lamentable del caso es que cada vez que hay un cambio de gobierno y de funcionarios en las diferentes instituciones civiles y militares que tienen vida y responsabilidades específicas en los aeropuertos del país, los técnicos calificados en los cuales el Estado Dominicano ha invertido grandes cantidades de dinero, capacitándolos y tecnificándolos, son cancelados de sus respectivas posiciones, para imponer el clientelismo político y eso en este tipo de áreas tan neurálgicas que en cualquier momento pudiese atentar hasta con la propia seguridad del Estado, no puede seguir ocurriendo.
De este tipo de situaciones a través de militares, funcionarios y empleados de las diferentes empresas que prestan sus servicios en los aeropuertos y que se constituyen en una asociación de malhechores para servirles de facilitadores a los carteles de las drogas en los diferentes aeropuertos y puertos de la República Dominicana, hay que enfrentarlos con toda la energía que amerita la delicada situación, pues así como han introducido drogas en las barrigas de los aviones, también podrían prestarse a ser facilitadores para perpetrar un atentado terrorista, que pueda desestabilizar la nación dominicana.
Muchos han criticado y hasta cuestionado las actuaciones del Mayor General Rosado Mateo al frente de la DNCD, no todos los Mayores Generales o Generales que tenemos en nuestro país han tenido las agallas, mucho menos la voluntad firme, inclusive poniendo en juego su propia vida y la de su familia, para asestar los duros golpes que en su gestión se le ha dado al narcotráfico internacional.
La historia de la DNCD está ahí, nosotros la conocemos muy bien, sabemos a quienes en su momento les tocó la responsabilidad de enfrentar el narcotráfico y lo que hicieron fue lucrarse y enriquecerse a través de esa posición, ahora en pleno siglo XXI, bajo ninguna circunstancia podemos retroceder.
No se puede estar tapando a militares, funcionarios y empleados corruptos y perversos, unos que manchan el uniforme y otros que denominamos antipatriotas, que por estar detrás de dádivas y prebendas fantasiosas, le hacen un gran daño al presente y futuro de nuestro país y por ende a las futuros gobernantes y generaciones.
Aduanas según informaciones que manejamos, ha vuelto a retrotraerse 20 años atrás y muestra de ello es tan solo un caso de miles que a diario se presentan en las aduanas de los Aeropuertos y los Puertos del país. Caso Barrick Gold, los únicos responsables de no haber hecho en su momento las verificaciones de lugar conjuntamente con el manifiesto y la declaración aduanal de las exportaciones del oro extraído, es Aduanas, la Barrick Gold, puede declarar lo que le dé la gana, ahora bien, son nuestra autoridades aduanales que dan o no la legalidad, luego de un proceso de inspección, que al parecer por estar recibiendo prebendas, nunca la hicieron con 19 embarques y tuvo que ser en el número 20 por la situación presentada que se detectó las irregularidades en perjuicio del Pueblo Dominicano.
Presidente Danilo Medina abra bien los ojos, no todo lo que se ve es como parece, ni todo lo que se parece es como se ve, al menos en los aeropuertos y puertos del país.