Un gobierno se mide y evalúa por las obras que ejecuta durante el proceso de su gestión. Y éstas jamás pueden reducirse a las cosas materiales o tangibles. Las obras de un gobierno son también intangibles. Una decisión de Estado para moralizar el gobierno y la sociedad o retornar al orden institucional de un país, tiene un gran valor político, cívico e histórico, que impacta sobre la vida general de la nación. Los elementos morales, espirituales e institucionales constituyen la base esencial de cualquier sociedad.

Una de las primeras medidas del actual gobierno para erradicar la corrupción y la impunidad, fue la decisión de nombrar una procuradora general independiente para que la justicia no sea dirigida por grupos partidarios. Con esta firme e histórica medida, el presidente Luis Abinader no sólo cumplió su promesa electoral, sino que la sociedad dominicana logró uno de sus mayores anhelos: ver iniciado el proceso de gestión de gobierno logrando que el país tenga una justicia independiente.

La recuperación de la democracia, secuestrada por la política partidaria durante dos décadas, es una de las metas fundamentales logradas por la presente gestión de gobierno. Sabemos que todo lo logrado en términos democráticos, después de salir de la dictadura de Trujillo, "lo perdimos durante las gestiones de los gobiernos del PLD", como bien lo dijo Hugo Tolentino Dipp. El Estado dominicano fue sustituido por un partido durante veinte años. El actual gobierno ha recuperado el Estado y su rol político y social como árbitro de la sociedad y guardián del orden público.

La recuperación de la diplomacia dominicana de su estado vergonzoso en que se encontraba, en el que había caído con una degradación sin precedentes en toda su historia, es parte de la política de recuperación de la imagen del país. El gobierno ha iniciado una política correcta a nivel de sus relaciones internacionales. Las designaciones realizadas por gobierno de figuras importantes de la intelectualidad, el arte y la cultura, en el área diplomática, constituyen un hecho muy significativo para reconstruir la imagen internacional de la República Dominicana.

En estos cien días, el gobierno ha tenido grandes logros en la lucha contra el covid- 19. En el área sanitaria se ha realizado una gran inversión económica de RD$2, 600 millones de pesos. El aumento de las pruebas ha sido altamente significativo y también la prevención del contagio, a pesar de la crisis estructural del propio sistema sanitario existente en el país.

Es importar reconocer que, a través de la reducción de los gastos de representación y la eliminación de las nominillas en las instituciones del Estado, el Gobierno dominicano, en el marco de estos cien días, ha ahorrado una cantidad estimada en 16 mil millones de pesos, un hecho nunca visto en la historia del país.

El aumento de las reservas internaciones es un elemento muy importante como uno de los logros del Gobierno, pues éstas tienen un alto valor estratégico para nuestra economía; su manejo y tamaño impactan directamente sobre la estabilidad económica del país. En el corto período de cien días de gobierno se ha logrado aumentarlas en un 58%.

El Gobierno ha recuperado la confianza en los agentes económicos nacionales e internaciones, lo que significa un aumento de las posibilidades para realizar inversiones en el país. La confianza es un requisito primordial e indispensable para la inversión. Este clima allana el camino para la creación de un ambiente favorable para invertir en la República Dominicana.

Debemos reconocer que, en este corto tiempo, el presidente Luis Abinader ha detenido el festival de la deuda, que durante muchos años ha hipotecado al país y llevado a un nivel casi impagable.

Debemos destacar que el Gobierno ha enfrentado la violencia contra la mujer y asumido como un asunto de Estado, tomado medidas importantes para detenerla y eliminarla. Este es un mal medular como lamentable de la sociedad dominicana. El Gobierno se encamina hacia una efectiva ejecución y desarrollo de políticas públicas que permitan erradicar esta terrible situación que afecta a toda la sociedad dominicana en su conjunto, directa o indirectamente.

Mantener y aumentar los programas sociales; la realización de grandes inversiones en salud y educación, a pesar de haber encontrado el país en una difícil situación económica, institucional y social, nos permite valorar la decisión y voluntad política del presidente Luis Abinader para enfrentar los grandes desafíos de la sociedad dominicana, afectada por una crisis que va más allá de lo coyuntural.

En estos cien días de Gobierno, el presidente Luis Abinader ha proporcionado y entregado fondos a las alcaldías municipales y de distritos municipales para la realización de pequeñas obras que impacten socialmente en dichas comunidades. El mandatario ha mostrado un alto interés en el desarrollo local, como forma de ejecutar programas y proyectos de impacto económico, social y cultural en el marco de una estrategia de un trabajo comunitario integral.

En el marco del desarrollo de su política de construcción, el presidente Abinader ha programado para terminar las obras inconclusas dejadas por la pasada gestión gubernamental; ya muchas de esas obras han sido terminadas e inauguradas por el actual presidente.

Una de las medidas más trascendentes, y de impacto educativo y social del presidente Luis Abinader, fue ir en auxilio de manera voluntaria, y sin que se lo solicitaran, de la UASD para hacerle entrega formal de 234.5 millones de pesos para iniciar y salvar el segundo semestre de este año 2020.

Si altamente sensible es la ayuda a la UASD por parte del presidente Luis Abinader, también lo es, en igual forma, el acto de justicia y acción humanitaria de entregarles sus bien ganadas pensiones a Los Cañeros, a aquellos hombres que alcanzan la ancianidad después de haber entregado sus vidas al duro trabajo del corte de la caña y a la difícil tarea que imponen los trabajos de sol a sol en los bateyes y los ingenios.

Ningún presidente encaminó jamás una sola acción de Estado para resolver ese acto de barbarie que nos desnudó poniéndonos de ridículos frente a la sociedad y el mundo.

El liderazgo de un hombre pobre y sin fortuna como Jesús Núñez (El Cañero), se puso a prueba y tuvo la riqueza del amor en su alma y corazón para entregarse a defender a su clase y a su origen humilde en un ejemplo de lucha popular muy singular.

Si a todos estos logros narrados en este artículo, sumáramos las grandes obras regionales, pero de impacto en la economía nacional y en la creación de empleos, como Bahía de las Águilas y el Puerto de Manzanillo, pudiéramos tener una muy buena lectura sobre la dimensión de la obra de gobierno del presidente Luis Abinader en los primeros 100 días de su mandato.