Hace casi dos años que se empezó a hablar de la posibilidad de que Falcondo explotara la Loma Miranda, lo que generó un espacio que permitió difundir informaciones entre la población nacional sobre la importancia capital de los recursos naturales de esta área de la República Dominicana.

A través de este espacio de información y educación, la población dominicana se hizo eco de la necesidad de mantener estos recursos para el disfrute de las presentes y futuras generaciones, lo que motivó que se formaran diferentes comités de apoyo en varias provincias del país, con el objetivo de sumarse a la lucha por la protección de los recursos naturales de Loma Miranda.

Los medios de comunicación asumieron con conciencia y valentía la defensa de nuestros recursos naturales en Loma Miranda, ayudando a mantener el debate y la concienciación en torno a la necesidad de garantizar la permanencia de este espacio vital de la naturaleza dominicana.

La expectativa de que Miranda no fuera destruida se vio fortalecida por el Anteproyecto de Ley que Designa la Loma Miranda Parque Nacional, sometido al Senado de la República por el representante de la Provincia La Vega en ese hemiciclo, el ingeniero Euclides Sánchez.

Después de pasar varios meses realizando diversas actividades a favor de la protección de Miranda, incluyendo reuniones con los legisladores de ambas cámaras, quienes siempre se comprometieron a apoyar el Anteproyecto de Ley para Designar la Loma Miranda Parque Nacional, se sometió a la Cámara de Diputados el mismo Anteproyecto de Ley que había sido introducido a la Cámara del Senado de la República. Esto generó gran entusiasmo en la población porque el Anteproyecto de Ley estaba siendo sometido con las firmas de dos terceras partes del total de los diputados, lo que significaba que sería aprobado en primera lectura.

Sin embargo, el tiempo pasa y en ninguna de las cámaras se ha conocido el Anteproyecto de Ley, lo que resulta extraño sabiendo que tanto los diputados como los senadores han aprobado propuestas a la carrera, muchas de ellas lesivas al pueblo dominicano y al interés patrio. Además, si consideramos que la mayoría de los legisladores de ambas cámaras han manifestado interés en la protección de Loma Miranda, es aún más extraño que no hayan conocido este Anteproyecto.

De lo anterior se puede colegir que los pronunciamientos de nuestros legisladores y el mismo Anteproyecto de Ley no era más que una farsa para aquietar el clamor de un pueblo que sigue pidiendo a gritos la protección de Loma Miranda.

También se puede concluir que los legisladores (senadores y diputados) se dieron cuenta que este pueblo no permitiría la destrucción de esta importante área natural de la República Dominicana, y quisieron hacerse los graciosos, usando La Loma Miranda en la Acostumbrada Danza de la Hipocresía.