“Este proceso continúa con una velocidad acelerada a medida que el comercio se extiende y que aumenta la demanda de oro y plata, que la guerra se hace más mecanizada y se incrementa la demanda de armaduras, de artillería y de los nervios de la guerra.” Lewis Mumford
Esperar a que el Presidente de la república promulgara la ley que declara Parque Nacional a Loma Miranda es desconocer la dinámica del capitalismo. En el estado actual de la economía mundial el poder político está por debajo del poder económico y si la industria actual demanda cada vez más y más materiales las corporaciones harán todo lo posible por extraerlo encuéntrense donde se encuentre y sin importar las consecuencias para los habitantes del lugar, las fuentes acuíferas, aves, insectos, peces, mamíferos, etc., esto es así porque el sistema mundial, al que denominamos “La máquina” es anti vida, su único fin es la consecución de beneficios y punto.
En el proceso de desarrollo del capitalismo moderno la minería ha jugado un papel primordial en la expansión económica:
“…….. los perfeccionamientos en la técnica de la guerra, especialmente el rápido crecimiento del arma de artillería, incrementaron el consumo de hierro: esto condujo a nuevas demandas a la mina. Para pagar el equipo y la manutención cada vez más costosos de los nuevos soldados pagados, los gobernantes de Europa hubieron de recurrir al financiero. Como garantía del préstamo, el prestamista tomo las minas reales. El desarrollo de las minas mismas se convirtió por consiguiente en una forma respetable de empresa financiera, con ingresos comparables favorablemente con los intereses usurarios y generalmente impagables. Incitados por las cuentas no pagadas, fueron a su vez empujados a nuevas conquistas o a la explotación de lejanos territorios: y así empezaba otra vez el ciclo. Guerra, mecanización, minería y finanza se hacían el juego unos a otros. La minería era la industria clave que suministraba el nervio de la guerra e incrementaba los contenidos metálicos del depósito del capital original, el arca de la guerra: por otra parte, favorecía la industrialización de las armas, y enriquecía al financiero con ambos procesos. La incertidumbre tanto de la guerra como de la minería aumentaron las posibilidades de las ganancias especulativas: lo que proporcionaba un caldo rico para que las bacterias de la finanza prosperaran en él.” (*)
En ese sentido dado el nivel de desarrollo económico actual es casi imposible que los santuarios ecológicos del planeta estén a salvo ante el voraz apetito de la máquina. Lagos, montañas ríos y ecosistemas que tengan la desdicha de ser maldecidos con tener en sus entrañas y profundidades materiales apetecidos por las factorías del mundo serán objeto de una voraz persecución que no se detendrá hasta que las cuchillas de las máquinas hieran sus entrañas para extraer de ella los materiales necesarios para seguirnos vendiendo todos los inventos y juguetes con que nos ha encantado la modernidad.
Debería ser un crimen abrir la tierra y exterminar vida para extraer materiales cuyo único valor es aquel que le da el mercado….para qué sirve el oro?….. “La escasez del oro, de los rubíes, de los diamantes: el trabajo pesado que hay que efectuar para arrancar el hierro de la tierra y prepararlo para la laminadora, estos tendieron a ser los criterios del valor económico durante toda esta civilización. Pero los valores reales no se derivan ni de la escasez ni de la fuerza bruta del hombre. No es la escasez lo que da al aire su poder para sostener la vida, ni el trabajo humano realizado el que da a la leche o a los plátanos su valor nutritivo. Si se compara con los efectos de la acción química y de los rayos del sol la contribución humana es reducida. El valor autentico reside en el poder para sostener o enriquecer la vida.”
La minería es una de las actividades más destructoras de todas las que el hombre realiza sobre el planeta. Lo único que la minería deja atrás, a parte de los bolsillos llenos de quienes financian el trabajo de explotación, es tierra asolada, escombros y aldeas despobladas. “…..la minería es una industria ladrona, el propietario de la mina…….. está consumiendo constantemente su capital, y en cuanto se agotan las zonas de la superficie el costo por unidad de los minerales extraídos y de las minas aumenta. La mina es la peor base local posible de una civilización permanente, pues cuando las vetas están agotadas, la mina en particular debe cerrarse, dejando atrás sus desechos y sus cobertizos y sus casas. Los productos derivados constituyen un ambiente sucio y desordenado, el producto final es un producto agotado.”
La máquina es anti vida no se va a detener hasta que caiga Loma Miranda no importa el valor que represente para los dominicanos el preservar su biodiversidad. Todo se mide en dinero y, como no hay valor económico para medir lo que nuestros montes representan para nosotros, esas variables no entran dentro de sus ecuaciones económicas pensadas solo para la ganancia de unos cuantos. Algún día se acabará el oro de Cotui y los minerales de Bonao y La Vega, y si tienen tiempo hasta el famoso petróleo de Azua se van a llevar porque nada los puede detener en su voracidad insaciable. Es por eso que al establecer el plan de lucha se debe ver quién es el enemigo contra el que nos enfrentamos….no es el Presidente, ni siquiera Falcondo…es contra un sistema insaciable que es pro dinero y anti vida.
(*) Todas las citas corresponden a: Lewis Mumford. Técnica y civilización. Quinta reimpresión en “Alianza Universidad”: 1992. Págs. 92, 93 y 176