Quien bajo presión injusta, renuncia

A sus principios y entrega su honor 

Es un cobarde y el que renuncia

A ellos por conveniencia o

Ventaja pasajera es un traidor.

JFPG.-

En medio y sacudido por una feroz tormenta carente de moral, donde todo tiende a banalizarse, me da por decir que “traigo regalos que me dieron mis ancestros; yo soy el sueño y la esperanza de los esclavos”. Y es que no me queda de otra ante el desquiciado comportamiento de  muchos llamados a ejercer la autoridad, pero el miedo a ejercerla se traduce en irresponsabilidades que nos arrastran a todos.

Quizás emitir una ley de arraigo para todos aquellos que gozan de inmunidades, blindajes e impunidades sea lo mejor, ya que todas estas cosas no son más que descarados contubernios para hacer indelicadezas entre compañeritos, sin excepción de emblemas o partidos. Pero sé que esto es solo una utopía ya que entre políticos no se pisan la manguera, adicionando a esto, que el pueblo dominicano no quiere comprender que para ver la luz, primero tiene que quitarse la venda elaborada a base de un rancio clientelismo político y después de eso… ¡Abrir los ojos!

Y sé que a muchos le molesta mi actitud, mi negación a permitir que nadie me narigonee… “me quieren ver roto; con la cabeza hacia abajo y con la mirada en el piso; con  mis hombros caídos como lagrimas; debilitado por los llantos de mi alma”, pero no, así no ha ocurrido ni ocurrida, podrán continuar con sus lenguas desaforadas y los leguleyos tratando de encubrir a sus “clientes” mientras tratan de enlodarme, eso nomas. Y más, consciente como estoy de que con estos políticos-funcionarios, el gran problema no lo constituye el creer o no, sino, el ver. Ver un cambio en sus intereses, ver un cambio en sus alianzas, ver un cambio en su insolencia y sobre todo, ver un cambio en su impunidad y en su blindaje.

Si esto llegase a ocurrir, sería tan extraño que parecería algo increíble, una fantasía hecha realidad,  pero aun así, sé que muchos tienen el deseo, “quieren que tire por la conciencia –parodiando a Willy Rodríguez-, otro llamado a la razón. Quieren que le hable a oídos sordos, que les celebre, que toquen fondos, a oídos necios y palabras sordas, y si se conforman (como pueblo), pa` que insistir”. Si, para que insistir ante el engaño cruel de pretender imponer falsedades, cual si fueran dogmas irrefutables, como esa de que el dar dadivas, y más si esos fondos provienen del erario público, para crear zánganos, vagos y un clientelismo político que cada día exige más recursos de la clase trabajadora, por medio de absurdos y abusivos impuestos a eso, pretenden imponer el criterio de que se está trabajando o contribuyendo a disminuir la pobreza.

Es posible que cansarse sea la mejor excusa para desistir o continuar haciendo algo que al parecer no deja ni dará frutos… ¡Pero no! Y no es determinante que ese esfuerzo, intención o esperanza este cifrada en sordo, ciegos, mudos o indolentes, porque de igual manera hay que insistir hasta que se pierda el aliento o  de lo contrario, estaríamos nosotros mismos aplicándonos un nudo gordiano que nos ahogaría en la inmunda inmoralidad reinante.

Mientras tanto nos debatimos entre argumentos vacíos sobre erradicación de pobreza, sin que aparezca un solo de estos “solidarios” que pueda decir que subió a una clase media por más baja que sea, todo lo contrario, nadie habla de esos que pertenecían a la clase media y que hoy moran en “la pobreza alta”. Estamos en guerra y nadie lo quiere ver y mucho menos admitir. El pueblo está acorralado por las mentiras y el maldito clientelismo político, mientras los políticos-dirigentes solo piensan en ellos. Por eso solo voy a decirles a todos, parodiando  lo escrito por Sun Tzu, como un humilde consejo sobre el acoso al cual tienen sometido este pueblo. “…muéstrenle una manera de salvar la vida para que no esté dispuesto a luchar hasta la muerte”. ¡Si señor!