Los muy comedidos y poderosos peledeístas, apoyados en una enorme maquinaria comunicacional habían logrado, por esos raros milagros que surgen en la política criolla, mantener por largo tiempo la idea de que ellos sus cosas las batían  en casa. Al parecer las tonadas de las protestas verdes han enloquecido a más de uno y al emporio morado se les está saliendo aquello del cajón.

La imagen de que en el partido, como también en el gobierno es norma obligatoria, según  comentan allegados, tocar la misma partitura; ha perdido su matiz y deja, por los acontecimientos recientes, un mar de dudas en el  imaginario popular sobre la armonía que se conservaba en ambas instituciones que aunque legalmente separadas en la práctica son carne del mismo costal.

La costumbre se nos había hecho regla y el silencio era la mejor expresión de coherencia entre uno y otro. Y no es para menos, pues se sabe o sospecha, que el Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) traza las reglas e imponen los discursos. O sea: se baila, se toca y se tararea la misma canción.

Como buenos discípulos, aprendieron del profesor Bosch  las técnicas del cuento y de la novela la ficción, formula clave para el envilecimiento de los que no tuvimos ventajoso aprendizaje. Se especializaron en teatro y como en la Roma antigua nos han dado pan “muy poco pan” pero muy buen circo, entreteniéndonos con eventos insignificantes y ocultando como Mandrake, la realidad concreta.

Pero no todo se aprende o muchas cosas se olvidan, y los muchachos parecen no recordar o no haber aprendido, por antojo o desgracia, las enseñanzas de moral y ética del incólume profesor en aras de crear una clase política que sirviera al pueblo y no que se sirviera del él. Así  fue como optaron por nuevas artes como: el robo, el engaño, el desfalco, la manipulación y otras actividades que distan mucho del sueño de su antecesor.

Hasta hace poco les había resultado exitoso el ocultamiento de las malas prácticas administrativas en complicidad, como dijimos al principio, de vocingleros mediáticos que cambiaron el bien común por canonjías  resultantes del hurto al erario público y de un sistema judicial podrido, organizado a imagen y semejanzas del aparato corrupto y corruptor.

De no haber sido por la organización Odebrecht, inmoralmente estructurada para corroer  toda democracia débil, aliada a políticos corruptos de los que mi país no escapa, puesta al desnudo por agencias  internacionales y la  confesión o delación de sus altos ejecutivos, todavía hoy nos estuvieran planteando la sagrada posibilidad, de canonizar a Danilo Medina.

Esto ha conducido a más de uno del conclave morado a desentonar las notas de la orquesta y creo con la intención de insinuar que si  por alguna razón estuvieron la fiesta, no participaron del ensayo. Es así como Félix “Felucho Jiménez, con una ingenuidad cuasi angelical les ha echado un cubo de excremento  a los que conforman el tan envidiable Comité Político del (PLD).

Y aunque muy a pesar de haber confesado el pecado, con todo y pecadores, esta vez de cara al sol, ha sido humillado y ultrajado por otro compañero. Jactancioso y altanero como muchos de esos que aun se creen por encima de la verdad y obligó al delator a  desmentirse a sí mismo, intentando recoger con una prisa que asustaba la secreción que rodaba y embarraba a todos sus contertulios, expresando timorato… Me sacaron de contexto.