1978: Sin ser todavía un partido con todas las de ley, el PLD tuvo una pequeña crisis. Algunos que habían dejado el PRD y otro venidos de la izquierda vieron una oportunidad de EMPLEO GUBERNAMENTAL y se fueron. Juan Bosch se puso creativo y lejos de salir detrás de los que se fueron amuralló estatutariamente el partido para sacar a cualquiera que pifiara.

1982: El PLD crecía y se veía como tercera fuerza. Pero volvió a ganar el PRD y un grupito fue tras un EMPLEO GUBERNAMENTAL. Pero esta crisis no fue tan pequeña. La dirección del partido se puso creativa y amuralló los métodos de trabajo.

1986: Regresó Balaguer y el PLD había sustituido al PRD como segunda fuerza en el sentir popular. Hubo su crisis en la dirección del partido, faltó poco para que corriera la sangre. Se abrieron puertas se flexibilizaron los métodos, el PRD quedaría atrás, pero ya no había condición posible para que ningún dirigente del PRD se acercara al PLD, aunque el sentir popular sí lo hizo, el PLD era el bueno por conocer frente a los malos conocidos.

1990: Juan Bosch gana las elecciones y les son arrebatadas por Joaquín Balaguer. Pero los números no dejaban duda, por una cabeza el PLD era la fuerza mayoritaria. Solo que Juan Bosch, su principal símbolo, perdía vitalidad y salud. Las decisiones tomadas por la dirección del partido frente al fraude lo dejaron dividido en tres líneas. Pero esta vez se quedaron dentro, como tendencias en conflicto, que afuera nadie veía.

1994: José Francisco Peña Gómez era la esperanza nacional, así de personal se había vuelto la cosa frente a la crisis interna de los partidos. También le fue arrebatado el triunfo e inició una gestión internacional de denuncia que redujo el período de Balaguer. A ese Peña Gómez se me pareció Leonel Fernández anoche diciendo que iba a convocar a los observadores internacionales.

1996: Quedaron claras las tres tendencias del partido, solo que concertaron para las elecciones. Buscaron lo insólito, (Miguel Cocco y Danilo Medina trajeron a Balaguer a un frente). Leonel Fernández presidente. Puso las relaciones gobierno partido en manos de Danilo Medina y Lidio Cadet y resolvieron las desavenencias con el EMPLEO GUBERNAMENTAL. Hasta yo, con ser cristiana, bailé ese mambo.

2000: Cuando el partido queda solo en la cúspide como primera fuerza, los vientos huracanados de la crisis que se veía desde afuera no tumbaron cocos, pero no dejaron ver la fumarola del volcán que ebullía en lo interno de la dirección.

2004: En medio de los conflictos internos, el carisma personal y la suma de los logros del gobierno de 1996-2000 harían de Leonel Fernández un líder. No había posibilidad de perder frente al PRD. El Reformista Social Cristiano de Balaguer, el Nacional Progresista de Vincho, y todos los demás satélites, merodeaban y comían. Pero al interno de sí mismo el PLD tenía una brecha que solo veían los peledeistas.

2008. La crisis volvía insalvable la reconciliación, Danilo Medina, el candidato peledeista proclamó: EL ESTADO ME VENCIÓ, y se fue a organizar su gente. Recuerdo haberle dicho que había que organizar otro partido. Y algunos recordarán que me respondió, poniéndome un brazo sobre los hombros, "compañera, yo voy a ser presidente por el PLD", no lo contradije, el estaba muy aturdido y no aguantaba un golpe más. Pero ese tipo es resiliente, un hueso duro.

El resto lo recuerda todo el mundo. 2012 fue un pacto, 2016 otro pacto identificado por algunos como asalto. Y ese año las tendencias operarían en el partido como tres partidos: el de Leonel, el de Danilo y el de Reinaldo.

Hoy la gente habla de la división del PLD. Nunca se pensó que pudiera ser candidato del partido alguien que no fuera del partido. Y, hay quienes quieren excluir a Juan Bosch de eso. Yo les digo que no es así. En 1978 Juan Bosch abrió una brecha, para que figuras públicas, dirigentes de la izquierda y del sector empresarial que no iban a vender periódicos ni a hacer esfuerzos concentrados tuvieran un espacio en los "comités especiales" y desde ahí podían llegar al Comité Central y al Comité Político.

Leonel Fernández, Danilo Medina y Reinaldo Pared ampliaron esa modalidad haciendo miembros de esos organismos a gente de afuera de la organización por posiciones en el Estado.

Y entonces, un día cualquiera, como el 6 de octubre, un externo se consuma como candidato a la presidencia de la República por el PLD. Nada es azar en este cuento, todo es devenir histórico del partido más creativo de la historia del país. Aquí el día más claro llueve.