Mientras que el Tribunal constitucional se esmera en defender la sentencia ante la comunidad internacional, muchos son los sectores que se oponen a la misma. En esta parte de nuestro artículo, seguimos con los opositores a la decisión que ha puesto a la República Dominicana en el medio del debate internacional sobre los derechos humanos.

3.3 Posición de líderes de opinión dominicanos

Personalidades reconocidas y respetadas se han opuesto a la sentencia, entre las cuales se encuentran la socióloga Rosario Espinal, el periodista Juan Bolívar Díaz, el obispo Telesforo Isaac y el filósofo David Álvarez. La primera critica al gobierno por su irresponsabilidad por haber permitido la expansión de una migración desordenada e ilegal de la que quiere hacer hoy en día un "apartheid constitucional". La socióloga expone tres falacias que los nacionalistas tienen respecto a los haitianos: (1) las organizaciones no gubernamentales son culpables de la invasión haitiana; (2) la soberanía del Estado dominicano le permite actuar como le da la gana en lo concerniente a la migración, y (3) para el ejercicio de su soberanía, el país debe tomar distancia de las organizaciones internacionales que cuestionan sus decisiones. El primer error fue rechazado por el hecho de que la migración haitiana ha precedido a las ONGs y fue promovida por el gobierno dominicano para trabajar en las plantaciones azucareras. El segundo fue desconstruido por el hecho de que la soberanía no permite a un Estado actuar como crea conveniente con los seres humanos sino que está sujeto un orden jurídico nacional e internacional. La última falacia no tiene fundamento, ya que el auto-aislamiento de la República Dominicana pondría en peligro la existencia misma del país, y, en tal situación, incluso los dominicanos de cepa pura – si hay – abandonarían al país.

A diferencia del Cardenal López Rodríguez, el obispo anglicano Telesforo Isaac  entiende que esta medida es insólita y resulta de prejuicios sociales, intolerancia racial, venganza histórica y de un nacionalismo exagerado. Señala que decisiones muy erróneas fueron legalmente adoptadas en el pasado como la persecución de los cristianos por los emperadores romanos, la Inquisición, el Holocausto judío, etc. Del mismo modo, la Conferencia Dominicana de Religiosos (CONDOR), una entidad de la Iglesia Católica, exige la revocación de la sentenciad en un comunicado publicado en su web el 9 de octubre. Citando el texto de liberación de Éxodo 3, donde Dios fue a la defensa de su pueblo oprimido en Egipto, y el mensaje del Papa para la Jornada Mundial de las Migraciones de este año, el cual enfatiza en que la dignidad humana es independiente de una clase social y raza, la CONDOR defiende una dominicanidad incluyente, inspirada en los valores del Evangelio, como lo quisieron los padres de la Patria. La asociación de los religiosos afirma unir su voz a la de los oprimidos para exigir la anulación de esta medida que afecta gravemente a los derechos fundamentales, y recuerda que ninguna ley no puede estar por encima del ser humano ni ser aplicada de manera retroactiva. El comentarista Rafael Taveras de Gobierno de la Mañana se ha alineado a los religiosos, al declararle al Cardenal que la soberanía no permite defender con arrogancia lo arbitrario y criminal.

El sociólogo Haroldo Dilla también está en contra de la sentencia. La compara con la Noche de Cristal de noviembre de 1938, cuando las bandas hitlerianas destruyeron familias judías sea por exterminio en los campos de concentración, o por expulsión al grito de "Alemanes, defiéndanse". El sociólogo afirma que la decisión del Tribunal Constitucional le beneficia sólo a la minoría racista, que ha hecho del antihaitianismo, la virulencia ideológica y la difamación, las razones de su existencia. Invita a la sociedad dominicana a estar atenta para no ser víctima de la pasividad o la indiferencia ante el mal como lo fue el pastor Martin Niemöller reprimido por el nazismo, lo que confiesa en el poema "Cuando los nazis vinieron por los comunistas".

3.4 Posición de los medios de comunicación

Muchos periodistas han condenado la sentencia. Juan Bolívar Díaz le aconseja al presidente Danilo « frenar este genocidio civil ».  El director de Acento, Fausto Rosario, en varios vide presentados en You tube critica duramente la decisión, comparándola a un apartheid. Toma el ejemplo del presidente Obama y la ex-gobernadora de Canadá, Michaelle Jean, el primero de origen africano y la segunda, haitiana, quienes no habrían alcanzado estos prestigiosos puestos si los Estados Unidos y Canadá hubieran implementado políticas tan racistas como la República Dominicana. La directora de 7dias.com, Margarita Cordero, recuerda a las autoridades del país que « desnacionalización y migración no es lo mismo", al tiempo que afirma que la medida del Tribunal Constitucional es el resultado del « trujillismo que sobrevive bajo diferentes formas, pero sin cambiar su esencia ». Por su parte, María Soldevila, directora jefe de Listín Diario, afirma que la "República Dominicana se ha puesto en aprietos internacionales, ya que la sentencia constituye "una afrenta a las convenciones internacionales que el país ha firmado" y que este  último podría ser sancionado por la CIDH si se recuerda  el caso de los niños Bosico  y Yean en 2005.

En su editorial "La universalidad de los derechos" de 13 de octubre, el diario Hoy expresó su desacuerdo con la sentencia. Para el periódico,  no se puede negar la nacionalidad a personas nacidas antes de 2010, incluso si son hijos de extranjeros y aunque su inscripción en el registro civil se hubiera hecho en condiciones irregulares, por error o inexactitud, ya que estas personas no pueden pasar por responsables de los errores de otros. El texto señala que "contrario a las afirmaciones de los defensores de esta segregación discriminatoria, República Dominicana tiene compromisos para respetar los regímenes jurídicos internacionales y eso no disminuye sus derechos soberanos".

Álvaro Arvelo también se opone a la sentencia y afirma que los pueblos indígenas de la isla fueron todos exterminados y los dominicanos son descendientes de inmigrantes de diferentes partes del mundo. A parte de los dominicanos de origen haitiano, cita algunas familias dominicanas de padres extranjeros que llegaron al país de manera ilegal. En la misma perspectiva, otro comentarista de « Gobierno de la Mañana », Carlos Peña, denuncia el hecho de que la sentencia hubiera sido escrita por un juez de la JCE y argumenta que el caso de Juliana no significa un atentado contra la soberanía dominicana, sino que la joven es sólo una víctima es de un Estado incapaz de controlar el flujo migratorio.