Primero y ante todo, evita comprar regalos en las horas picos. O aun mejor compra online y evita las muchedumbres desbocadas que llenan los malls con su rabia consumista loca.

Y aun más importante evita comprar los regalos a finales de diciembre. Lo aprendí a la mala.

Evita comer. Un mes antes, o por lo menos una semana ponte a dieta para prepararte para la decadencia de los últimos días de diciembre.

Un consejo crucial que ojala que yo lo hubiera oído antes de este diciembre. Planea UN regalo para cada uno de tus parientes. Un regalo BUENO y ya. Olvida lo de hacer una colección de regalos pequeños y mas pequeñitos, adicionales y complementarios para cada uno a los que regalaras.

Si tienes un presupuesto preparado añade alrededor de un 30% para no terminar en un abismo de deudas el mes de enero. Mejor protegerse que lamentarse luego. Mejor tacaño que endeudado.

No confíes en la televisión completamente en cuanto a la diversión familiar para el tiempo de las navidades. Juega ajedrez o dominó con tu abuelo. Baila, canta villancicos. Disfrázate de Santa Claus para los chiquillos de tu familia. Prepara buena música navideña pera ponerla en tu casa en vez de escuchar comerciales de la tele.

Planea bien tú tiempo, divide tareas navideñas entre todos los miembros de tu fiesta navideña. Justicia aumenta alegría general.

Un consejo dietético – trata de beber mucha agua para comer menos. Mezcla bebidas alcohólicas con sus versiones desalcoholizadas para consumir menos calorías (y emborracharse menos, ja, un bono adicional).

Ayuda a alguien en necesidad. No importa lo caro que compres tus regalos. Regalar equivale a dar algo desinteresadamente, hacer algo donde no cuentas tú sino otra persona. Compra un almuerzo para alguien con hambre. Prepara un paquete de regalos para los niños sin hogar. Dona a cualquiera de las fundaciones que parezcan tener valor e importancia para tí. Recuerda que tras la revolución no se cambia el mundo tanto como tras la evolución. Paso a paso, poquito a poco pero tu acción cuenta.

Hazla!!