El pueblo dominicano demostrará una vez más su seriedad, su madurez y su decisión de continuar transitando por la vía democrática. Después de medio siglo de tradición electoral, el pueblo ha cumplido su papel votando en cada elección con civismo, ordenada y pacíficamente.Después de votar masivamente para elegir al Presidente de la Republica, los ciudadanos esperan vivir en un país con valores democráticos, con justicia y libertad. Es decir, esperan elegir un gobierno que garantice la alternabilidad del poder, el respeto a las instituciones y la división e independencia de los poderes del estado.También esperan el respeto a los derechos y libertades individuales, la honestidad en el manejo de las finanzas públicas, la aplicación imparcial de la ley, la seguridad ciudadana, y el bienestar económico y social. Ese es el País que esperan y se merecen los dominicanos.
Estas categorías de valores democráticos tienen que ser desglosadas en políticas, planes y programas para la acción.Si solo se quedan en papeles y en planes que no se ejecutan seguiremos viviendo el sueño de la democracia en el país de la demagogia, es necesario pasar de las palabras a los hechos. La transparencia de la administración pública es imprescindible e inevitable debido al avance de los medios de comunicación, los cuales ya están al alcance de todos. Las redes sociales no son para temerle, son parte de nuestro estilo de vida, no hay forma de esconder la corrupción y la mentira.
Esos son los valores comunes en los regímenes democráticos, la libertad, la justicia, la transparencia, y la seguridad que todosperseguimos independientemente de los colores políticos.Esos son los valores que nos unen como nación y los que debemos preservar, por encima de los intereses partidarios. La gran mayoría del pueblo dominicano, dentro y fuera del país, vive de su trabajo, es gente honesta, luchadora y con esperanzas de progresar y lograr una vida mejor. Esa gran mayoría de la población votará con la esperanza de tener el país que se merece, en un ambiente de unidad familiar, de paz y tranquilidad.