"No vengas, lo que quiero es esperarte" M. Barnet.

Si en e año 2003, el ing. Miguel Ángel García fue llevado a la JCE por un reclamo del PLD a la comisión de notables para equilibrar la balanza ante la presencia del ing. Franklin Frías en la dirección de informática del tribunal, la renuncia de este, de García, no puede deberse a un plan de la JCE para afectar al PRD, pues quien le sustituye es precisamente el director de informática de aquella junta, de corte eminentemente blanquecino. Hagan memoria.

Lo de García y Frías son pleitos viejos, bien conocidos en la Junta. Llevar este contencioso de personalidades encontradas y egos heridos al plano político electoral es tan innecesario como injusto y sobre todo peligroso.

Hasta la fecha, en la dirección del PRD no ha existido suspicacia alguna sobre la capacidad técnica ni la catadura moral del ing. Frías.  Pero este pleito de egos contrariados, mas cerca de Freud que de Sartori, ha traído a la palestra otro tema que sí tiene fundamental importancia. Hablo de la observación electoral.

El movimiento cívico Participación Ciudadana, con su exitoso programa de observación electoral, ha rendido a la democracia dominicana un servicio invalorable. Recordemos los aciagos momentos electorales de 1994, 1996, 2000 o 2004, o la tristemente celebre "Operación Palito." Precisamente por esto, llama la atención el rechazo que en Participación Ciudadana ha provocado la decisión de la JCE de invitar y financiar parcialmente a entidades similares a ella, (con tanta credibilidad y prestigio en sus países como ella) a la contienda electoral de mayo de 2012.

Lo que abunda no daña. Pero, además, es importante ser coherentes.

Que la actual JCE haya decidido financiar parte de los gastos de esas delegaciones para que estas viajen al país a observar las elecciones de mayo, no puede ser un problema.

Si hemos visto con buenos ojos -como hemos visto- que el gobierno de los Estados Unidos a través de su institución correspondiente financie la observación electoral de Participación Ciudadana, no podemos considerar un crimen, estafa, intromisión o intención de fraude, que el Estado Dominicano haga lo propio con instituciones hermanas de Participación Ciudadana,  con tanta credibilidad, prestigio y aportes a la democracia de sus países como ella.

Lo que abunda no daña.  Entonces, bienvenidos sean los observadores electorales que financia la USAID y la OEA, y también los que vendrán con el financiamiento parcial de otros estados amigos y del propio  estado dominicano.