“You know the drill” es una frase muy utilizada en el argot de los norteamericanos, con la cual concluyen una explicación o concepto. Se traduciría, “Ya sabes qué hacer”, dejando sobreentendido que no hay que abundar mucho sobre el tema. Otra forma de uso para esta frase, dicho en buen dominicano, es “Ya sabes qué es lo que hay”.
Para estas fechas, en las que indefectiblemente hacemos un recuento de lo que hicimos durante el año que termina, nos toca decirnos a nosotros mismos: “Si quieres que las cosas cambien en el 2017, esto es lo que hay…” Pero esto sí que implica un acto de valentía! Mantener firme las famosas resoluciones que nos hacemos, requiere determinación y la capacidad de confrontarnos a nosotros mismos.
Hablando con ejemplos concretos, conozco un hombre cuya vida es un caos. El tipo es un trabajador incansable, sabe lo que hace, pero de alguna manera todo lo que produce se le vuelve nada. Tomó resoluciones y se propuso metas, para ir apagando los muchos “fuegos” que tiene encendidos los cuales le tienen la vida hecha de cuadritos. Afectado por una letal combinación de machismo y supra orgullo, no admite consejos. “Yo me la sé de todas, todas” dice, cuando argumenta y le cierra la puerta al que venga con ideas distintas a la suya. Padre de 6 hijos, con 3 mujeres distintas, se debate entre las pugnas por manutención, rol de padre, conflictos entre las mujeres, de ahí el desorden se ha traducido hasta su negocio, el cual que descapitaliza con cada decisión arbitraria que esa cabeza congestionada de conflictos toma.
Las deudas se lo están tragando, los sueños se le están esfumando, sin embargo, cuando le explican que los planes sólo parirán buenos frutos cuando él haga un cambio en sí mismo, lo entiende sólo por un breve momento. A la hora del esfuerzo, de actuar con firmezas y de variar los hábitos, vuelve a ponerse la capa del súper macho YO y todo plan muere con flores.
En consecuencia, “You know the drill”: Es que nadie me entiende, todo el mundo quiere algo de mí, yo trabajo y trabajo y no veo los frutos, bla, bla, bla… el 2016 había sido el año para hacer las cosas radicalmente diferentes, según predicaba, pero la fuerza del desorden emocional lo lleva a repetir las acciones del pasado. Y es ahí donde está la clave del éxito en aquellos que sí toman sus resoluciones en serio: Reconocer las flaquezas + ser firmes en las decisiones de cambio + sacrificio con esfuerzo + tiempo = meta cumplida.
Yo admito que lo mismo me sucedió con un porcentaje de las resoluciones que yo misma tomé para este año. Pero también porto la satisfacción de que sí logré muchos de los cambios básicos y de los más relevantes. Por tanto, de ahí cargo las pilas para “ponerle ganas” a lo que faltó y hacer posibles las resoluciones que estoy añadiendo para el 2017. En comparación con el mencionado amigo, si alguna ventaja tengo, es que Dios ya hace tiempo me trabajó el ego, por lo que ya no dependo de lo que me dicte el YO, más bien, lo que dicta la sabiduría. El primer paso para alcanzar la paz, es hacerla con nosotros mismos.
Proverbios 2:6-7 Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El provee de sana sabiduría a los rectos; Es escudo a los que caminan rectamente.
Efesios 5:15-16 Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos.
Proverbios 13:10 El orgullo sólo genera contiendas, pero la sabiduría está con quienes oyen consejos.
Proverbios 19:8 El que adquiere cordura a sí mismo se ama, y el que retiene el discernimiento prospera.
Que la paz que sobrepasa todo entendimiento esté sobre ustedes cada día, a cada instante, que la Presencia del Espíritu Santo les retraiga de malas acciones, y les conduzca a pasos de victoria. Que sus vidas sean enriquecidas con bienestar y gozo. Para eso, ustedes saben qué es lo que hay… Feliz 2017!
Bendiciones!