Se puede diferir de Juan Hubieres, y hasta rechazarlo.
No debería extrañar desde una visión de tolerancia a lo diferente, y porque, políticos de la estatura del profesor Juan Bosch y el Dr. Peña Gómez, tuvieron siempre una alta tasa de rechazo por sus posiciones políticas distantes con el conservadurismo.
Pero en lo adelante, a Juan Hubieres se le debería aceptar, y por supuesto, rechazar incluyendo desde luego a una parte de la izquierda, a partir de que él ha decidido entrar al debate de la coyuntura con propuestas que él mismo ha señalado como "de rompimiento" con el discurso político predominante que ha mantenido la vida política del país en un círculo vicioso desde 1962 hasta hoy. A pesar de que todos los partidos mayoritarios han pasado por el gobierno.
En 56 años no se ha cuestionado la esencia del régimen político, económico y social que hace que la ”democracia dominicana” sea apenas de “electores”, víctimas las más de las veces de fraudes electorales; sin justicia social, excluyente de las mayorías y que, aunque genera crecimiento económico, también genera pobreza creciente.
Pocas veces, o de una manera tangencial, se cuestiona la causa de que 60 años consecutivos de crecimiento de la riqueza en el país, paradójicamente mantiene y crece la pobreza de las mayorías.
Igual, no se le ha querido meter el diente a la relación directa desde que Trujillo cogió el poder hasta hoy, entre la concentración de la propiedad económica y la centralización del poder político; es decir, de la economía en pocas manos y un régimen político que le corresponde en consecuencia.
Juan Hubieres dice que expresa lo que faltaba en el debate nacional, y son las propuestas de lo popular y de izquierda, y con estas se propone aportar a la unidad para una salida del PLD del gobierno.
Terminar con el imperio del mercado, como política del neoliberalismo que lo ha impuesto como el organizador de la vida económica y social en detrimento de la sociedad; recuperar un lugar para lo público en todas sus dimensiones, incluyendo la empresarial; en armonía con otras formas de propiedad, como la privada y la cooperativa, y devolver la prioridad al bienestar general de la gente, es una propuesta de las tantas que Juan Hubieres considera, que sólo una postura de izquierda como la que milita plantea con claridad meridiana.
Diversificar la propiedad económica, impulsando una verdadera democratización en la economía, dando importancia a las pymes, y garantizando que este hecho impacte democratizando el régimen político.
Se trata de garantizar la democratización del país, reduciendo la concentración de la propiedad económica , sin que esto implique eliminar la propiedad privada, y estableciendo el régimen político democrático correspondiente.
Parte esencial de esa visión es la de garantizar salarios dignos; el derecho de los trabajadores a tener sindicatos; así como democratizar el crédito bancario y la inversión pública y privada, haciendo partícipes a todos los municipios y sectores sociales y económicos.
Con Juan Hubieres está planteada la perspectiva formulada hace décadas por el presidente chino Mao Tse tung, de que ”se abran cien flores y cien escuelas del pensamiento", y del debate abierto surja la plataforma programática, que una a la diversidad político y social de la oposición que pueda garantizar el cambio de gobierno y una transición democrática.