LLEVA(D)O

Leída de pronto, la palabra del título representa solamente el participio pasado de un verbo. En este caso específico corresponde al verbo llevar y como es de uso en el español tradicional puede desempeñar las funciones de adjetivo.

Ahora bien, ¿por qué se incluye este vocablo en estos comentarios acerca de la lengua? La incorporación de este obedece a que en el español dominicano actúa también en funciones de sustantivo. Eso que se asevera acerca de este quedará demostrado al final de esta exposición.

En República dominicana el llevao generalmente es el producto de un accidente. Es una lesión que experimenta una persona, o un animal y, que se percibe sobre la piel. Este “llevado” puede ser de diferentes grados. Puede ser leve o grave. Está relacionado con el raspón que es de mayor conocimiento en el ámbito del español. Puede ser también el resultado de una herida producida por un objeto cortante.

Regresando de nuevo al principio, el llevao se presenta comúnmente a nivel de la piel y, puede afectar diferentes capas de ese tejido

En los casos más leves, el llevao es el resultado de un roce generalmente involuntario que solo afecta la piel. En los accidentes de mayor gravedad puede ser una lesión más profunda causada por el rozamiento más violento o por cortadura severa.

Esta denominación dominicana no nace en el vacío. Entre las acepciones que se enumeran para el verbo llevar hay una que corresponde a desprender una cosa de algo de modo violento y de allí deriva este “llevado” que los dominicanos enuncian de manera descuidada llevao.

Hay circunstancias que requieren que el llevao sea ayudado por otras palabras para dar a entender la gravedad del daño, así dirá un dominicano que se “lo llevó en claro”. En general expresado de esta manera el llevado adquiere otro carácter porque hay por lo general mutilación de una parte del cuerpo humano. Este hecho se comunica diciendo que perdió esa parte o miembro por mutilación accidental, sin que quede atadura alguna. Para quienes no son hablantes del español dominicano se añadirá un ejemplo: “Se llevó en claro el dedo y no pudieron pegárselo de nuevo”.

Regresando de nuevo al principio, el llevao se presenta comúnmente a nivel de la piel y, puede afectar diferentes capas de ese tejido. Es un desprendimiento accidental, provocado por rozamiento o cortadura sobre la piel del individuo que puede revestir diferentes grados.

Se ha hecho la exposición anterior para que conste por escrito este llevado en su acepción dominicana y por tanto puedan recogerlo los lexicógrafos.

ESCAPARATE – VITRINA

“Cada ESCAPARATE ofrecía mercancía y comida para recaudar fondos para las investigaciones”.

Al tratar los dos términos del título se desplegarán todos los recursos para demostrar que hay diferencia entre ellos. Se aprovechará la ocasión para revisar el concepto que predomina entre los dominicanos con respecto de la vitrina.

No cabe duda alguna de que en el español de todos los días el escaparate es el espacio cerrado con cristales en el exterior de las tiendas que generalmente se encuentra en la parte delantera de esta. En español menos corriente se llama de escaparate también el mueble con cristales y anaqueles que sirve para exhibir objetos.

Este anaquel recién mencionado en República Dominicana se conoce más comúnmente con el nombre de “tramo”

Este anaquel recién mencionado en República Dominicana se conoce más comúnmente con el nombre de “tramo”. Como sucede con muchos otros vocablos del español dominicano, este está debidamente definido en el Diccionario del español dominicano (2013).

En un principio los escaparates estaban totalmente aislados del público en las tiendas a las que pertenecían. Esto es, no había acceso fácil desde la tienda al escaparate. Es más, por razones de seguridad se dificultaba el acceso a esta área. Más tarde se extendió el concepto y en los comercios comenzó a usarse el nombre escaparate para muebles de exhibición con cristales detrás de los cuales pueden caminar los empleados y, a veces, hasta el público. Estos son una suerte de mostradores de exhibición con tope de cristal también.

La vitrina de los diccionarios de español general se refiere a un escaparate, armario o caja. La vitrina dominicana, en cambio, está en el espacio de afuera de una tienda, protegida del exterior con cristales donde se coloca la mercancía de exhibición. Esta vitrina dominicana no es exclusiva de los dominicanos y se conoce en once países más de Hispanoamérica. El diccionario del español dominicano antes mencionado trae una acepción muy acertada para la vitrina dominicana.

En República Dominicana existe una expresión oída con poca frecuencia que es “estar en vitrina” que se aplica a la persona que se sitúa en un sitio en postura afectada para que se la note.

REFLEJO – *REFLECCIÓN

“Hasta ahora no he visto ninguna REFLECCIÓN de que este mercado esté afectado por esas proyecciones”.

Algunos sustantivos en español se alejan en su ortografía de la grafía de los verbos con los cuales tienen relación. Pueden citarse algunos ejemplos que rompen la armonía que se piensa que existe en español con respecto de la uniformidad imperante en el seno de la lengua. El verbo conectar al llegar a su sustantivo se torna en conexión.

No todos los sustantivos en español llevan en su terminación la desinencia –ión. Con mucha frecuencia el uso impone junto al sustantivo terminado en –ion otro que se forma con solo una letra en reemplazo de la terminación del verbo. El fenómeno ha adquirido auge en el habla moderna.

En español existe el sustantivo femenino reflexión que tiene que ver con reflejar luz, sonido y calor; así como con el resultado de examinar y considerar asuntos con detenimiento

En el caso específico del verbo reflejar, que es la palabra que el redactor trató de usar, su representación gráfica en la escritura para el sustantivo es reflejo, que es además adjetivo. En esta frase, el vocablo reflejo debe tomarse como lo que muestra, manifiesta o reproduce lo que se expresa.

Eso que se colocó como segundo término en el título, *reflección, es la representación gráfica de un sonido que en español no cuenta con el reconocimiento de significación alguna. Es un error infantil, pues se ha extendido la terminación –cción, que existe en otros casos, a una acción o efecto que no le corresponde.

En español existe el sustantivo femenino reflexión que tiene que ver con reflejar luz, sonido y calor; así como con el resultado de examinar y considerar asuntos con detenimiento. Claro, esto no tiene cabida en el contexto de la frase copiada más arriba.