Desde hace aproximadamente 40 años cuando por primera vez, 1975-1978, desempeñe la dirección Oficina Nacional de Planificación (ONAPLAN), tomamos conciencia de  que para desarrollar al país es  imprescindible que los presidentes de la República se empoderen de que el desarrollo regional debe ser la base de sus gestiones, considerando que es el  procedimiento que permite utilizar con eficacia la mayoría de los recursos activos y potenciales existente en el territorio nacional. En 1975 analizamos los indicadores económicos-sociales de las regiones, los de mayores precariedades correspondieron  Suroeste, por lo cual declaramos prioritaria la región  para el accionar de la Oficina.

Procedimos a poner en práctica un interesante programa, como plan piloto, compuesto por marco conceptual, institucional, conjunto de acciones, disponibilidades de recursos humanos y financieros. Establecimos oficialmente el hoy, Instituto para el Desarrollo del Suroeste (INDESUR), creamos el Circulo de Nativos de la región dándole participación a representantes de la sociedad civil en el programa, participamos en eventos internacionales  para fortalecer la experiencia en el tema,  realizamos otros nacionales para enriquecer las informaciones sobre la región. Colaboraron  con entusiasmos todas las entidades del Sistema  Naciones Unidas, Agencia Internacional para el Desarrollo (AID) y Organización de Estados Americanos (OEA).

Los principales protagonistas de este único esfuerzo de planificación  regional-nacional en el país fueron Fernando Periche, Polibio  Diaz, en esa época gobernador del Banco Central y asesor presidencial respectivamente, Rafael Diaz Vasquez, Andres Aquino Camarena, Eduardo García Michelle, Doña Ligia Echavarria, Pedro Julio Bona, entre otros. El impacto de este programa fue tan interesante que en 1978 ,no obstante de que  las elecciones generales fueron ganadas por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) sustituyendo al Reformista Social Cristiano (PRSC), el INDESUR sobrevivió, debido principalmente a las influencias gubernamentales del Dr. Jose Rodriguez Soldevila, para ese tiempo Ministro de Salud Publica. Con el tiempo este esfuerzo regional fue perdiendo relevancia hasta prácticamente desaparecer. El INDESUR hoy es una cuna clientelar.

Danilo Medina en su reciente presentación ante la Asamblea Nacional para informar sobre su gestión es el primer presidente que con el grito “Llego la hora del Sur” además de esbozar lineamientos e ideas de proyectos, señala públicamente su decisión de mejorar las difíciles condiciones vida de los habitantes de una región. Pero debemos recordar que estas condiciones son similares para los pobladores de las demás regiones del país. Para convencerse únicamente hay que analizar el Mapa de la Pobreza, hasta la provincia de San Juan rica en recursos, teórico granero del Caribe, la pobreza asciende a más del 70 %. En este país lo único que esta bien repartido es la pobreza. “Llego la hora del Sur” debe ser el grito presidencial que abra las puertas para  que el desarrollo regional constituya el principal referente a lo que resta de esta gestión y de las próximas por venir. Para lograr esto es necesario dar otros pasos.

En la Confederación “PROYECTA” disponemos de experticia debido a que nuestro  Proyecto de Nación se basa en un Modelo Social y en planes regionales, para lograr con su implementación una sociedad menos desigual. Opinamos que proyectos dispersos no garantizan desarrollo por ende tomamos el riesgo de sugerir señor presidente que ordene: Coordinación interinstitucional, diseño del plan integral para el suroeste, formulación del Plan de Ordenamiento territorial que establezca la ruta certera del país hacia el desarrollo, definición de la división formal de regiones, la formulación de planes regionales ajustados a planes sectoriales  que tengan como propósito aumentar la productividad y empleo. La Estrategia Nacional de Desarrollo conjuntamente con una  amplia Reforma Institucional deben ser el marco Central de este relanzamiento del proceso planificador que debe tener como propósitos mejorar, en alto porcentaje, la distribución del Ingreso, y disminuir las desigualdades y pobreza.