Cuando temprano en la mañana vi la noticia en las redes sociales mi primer paso fue verificar los principales periódicos del país tanto digitales como impresos. Acento ofreció la primicia como siempre. Una emisora radial había iniciado desde temprano el debate el cual pude constatar cuando llegué a un colmado.
Buscando tener la verdad del hecho seguí desplazándome por los demás medios televisivos, y en algunos escasos noticiarios ofrecían su versión sin dar mucho crédito a la veracidad.
Cuando culminé mi rastreo noticioso ya no me cabía ninguna duda: Quirino había llegado al país. Y digo que no me cabía más duda porque no puedo pensar que todos los medios noticiosos de este país le otorguen crédito alguno a una noticia que es falsa, entre ellos el periódico que es más afín con el expresidente acusado.
La llegada del Don le pone cierto sazón al parnaso politiquero pues sobra decir que por los predios del expresidente Fernández no quieren verlo ni en pintura ni por los predios del expresidente Mejía resulta tampoco agradable su presencia aunque este último se haya disparado exigiendo se investiguen las acusaciones hacia el primero.
La verdad es que no sé cómo Hipólito Mejía tiene el descaro de exigir se investigue la denuncia formulada por un narco del que todos saben fue su aliado y que apenas han bastado un par de días para que salgan a flote todas las complicidades.
Lo interesante de todo esto es que la presencia del Don, será relevante para medir el impacto de sus denuncias pues de seguro que vendrán más noticias donde no bastaré con que se intente denigrar sus palabras por el solo hecho de ser un narco. Aquí se impondrá la ley del más fuerte.
En el PRM tendrán que evaluar si permitirán que Hipólito Mejía continúe con sus aspiraciones cuando a todas luces es un candidato mucho más vulnerable que Luis Abinader. Es cierto que sabe mucho más mañas, pero si vamos a evaluar lo positivo de su candidatura porque manejas las argucias de la real politiquek, pienso que también puede poner al servicio de Abinader toda su estratagema.
En el otro extremo está Leonel Fernández que, sin lugar a dudas, ha sido grandemente afectada su imagen no solo por las acusaciones del Don, sino por la campaña de descrédito que contra él se inició apenas revelado el déficit fiscal que dejó.
Su imagen ya no tiene el mismo impacto de antes, su discurso ya no es el encantador de serpientes cuyo canto de sirena hacía desvanecer las masas enardecidas inclusive las que no responde a su propio partido.
Pero ya no es igual, su imagen no impacta ni encanta como antes. Una pregunta podríamos formularnos ¿Impondrá la devaluación de la imagen de Leonel la reelección de Danilo Medina? A esta pregunta solo recurro a una expresión de su discurso de rendición de cuentas “falta mucho por hacer”.
En el otro extremo la misma pregunta ¿Servirá la inclusión de Hipólito Mejía en la lista de Quirino para que crezca la imagen de Luis Abinader? A esta pregunta respondo “Sería lo mejor que le podría pasar”.
La cuestión es que, si con el Don, desaparecen del escenario las figuras de los dos expresidentes quedará el espacio para cantar la antítesis del título de la canción de Mozart la Para y Shelow Shaq: “Se van lo montro man”.