En este mundo todos somos diferentes y a la vez nos parecemos. Todos somos iguales, a menudo deseando básicamente lo mismo de la vida. El género no tiene que definir lo que hacemos o como actuamos. Bueno, obviamente, en las partes más desarrolladas del mundo. Pero, dicho esto, los resultados de mi investigación acerca de los comportamientos de las mujeres, muestran que existen unas tendencias secretas compartidas por una gran cantidad de nosotras…
Cuando las mujeres pelean, ya sea con su hombre o con su amiga, rara vez lo mantienen en secreto. Por lo general, sienten la necesidad de establecer una gran conferencia a través del teléfono/skype/chat o lo que sea con cualquier persona que quiera escuchar. Y eso es para que nos diga – ¡sí, chica, tienes razón!
A través de los años, algunos puede que hayan observado que si una mujer tiene la intención de mantener a alguien en su vida, esta mujer no hará ningún comentario gravemente negativo a su madre sobre dicha persona.
A menudo, especialmente estando ya en unas relaciones comprometidas y a largo plazo, las mujeres se visten tanto para otras mujeres como para su hombre. Dicho esto, al hombre le permite verla en un estado, en el cual nunca permitirá que la vean en público. Sí, olviden los votos de boda, o declaraciones de amor, los sudadores feos son la verdadera prueba del compromiso, exclusivamente diseñados para su pareja. ¡De nada!
Sí, hay momentos cuando las mujeres devoran dulces a escondidas. O el queso. O una copa adicional “fuera del registro” de vino, de la cual nadie tiene que saber.
O momentos cuando las mujeres sienten lujuria por personas que realmente no conocen. Amigos de los amigos, desconocidos en la calle, compañeros de trabajo. Las mujeres notan y aprecian el atractivo físico tanto como los hombres, pero es socialmente menos aceptable para ellas expresarlo abiertamente.
A veces, una mujer necesita a alguien en su vida, no para que la ayude a resolver sus problemas, sino para tener con quien quejarse. Los hombres muchas veces parecen quedar confundidos con este particular fenómeno. Recuerden – escuchen, asientan, sean comprensivos. No nos digan qué hacer, sabemos qué hacer (que en la mayoría de los casos es – quejarnos hasta que nos calmamos y nos olvidamos del problema).
Cuando una mujer comparte el presupuesto con su pareja, dicha mujer pueden ocultar la información financiera de ciertas adquisiciones (como la ropa innecesaria, bolsa nueva, o aún otro par de zapatos). Sí, parece que todo lo que las mujeres compran siempre es una “oferta”. Yo diría que los especialistas en economía deberían investigar este tema, tal vez les ofrecería alguna solución para la crisis esta de la cual se quejan tanto.
A veces las mujeres usan tacones sólo para sentir un cierto sentido de logro acrobático. Los tacones no son cómodos.
Las mujeres comen menos delante de la gente, y aun menos delante de gente con quienes salen.
Y en el tema de las citas – las mujeres pueden pedir ayuda a sus amigas para componer mensajes dirigidos hacia las personas que les gustan… Y sí, los correos electrónicos, cartas y otros mensajes que ustedes nos envían, a veces están revisados por todo un panel de las juezas…
Cada mujer ha tenido un día en el que deseaba ser un hombre solamente para no tener que maquillarse. Sí, sabemos que no “tenemos que” maquillarnos. Recuerden, "escuchar" en lugar de "resolver".
Cuando nos sentimos hermosas, queremos oír que somos inteligentes. Cuando nos sentimos inteligentes queremos oír que somos hermosas. Cuando nuestro cabello es corto lo queremos largo, cuando lo tenemos largo nos gustaría que fuera corto. Nos gustaría ser mas bajas, más altas, con más curvas, más delgadas, más morenas, más pálidas. Con los senos más grandes y con los senos más pequeños. Menos objetivizadas, pero al mismo tiempo más atractivas. Más deseadas pero igualmente más respetadas.
Cuando pensamos en los estereotipos sobre las mujeres, solo podemos proponer una lista mucho más larga que este artículo. Todas las cosas antes mencionadas son observaciones de mujeres mismas.
Sin embargo, cuando leemos o escuchamos alguien estereotipándonos, nos enfadamos y los llamamos sexistas.
Bienvenidos al mundo de las mujeres, donde la lógica parece perdida como las llaves dentro de nuestras carteras.
Pero nunca olviden, ¿quién mas que nosotras, las mujeres, acaba encontrando, por fin y siempre, esas malditas llaves?