El genio analítico de Robert K. Merton dejo sus huellas indelebles en la comprensión y direccionalidad de la conducta humana.

El término “ANOMIA” significa  un estado civil anómalo producto de la disfunción entre las aspiraciones, inspiradas por los hábitos culturales y los medios estructurales de que dispone esa sociedad, para lograr dichas aspiraciones.

Cuando ocurre esta disfunción surge, de manera paulatina y monitoreable, la condición de la conducta antisocial, dentro de los preceptos de la ANOMIA.

En el caso de la sociedad norteamericana, donde “El Sueño Americano”  es un objetivo con características de obsesión nacional, se genera un afán de búsqueda de  éxitos económicos que permiten, a esos ciudadanos, la movilidad social necesaria para alcanzar esa meta. Se parte de la premisa de que dicha meta se logre a traves de  herramientas, aceptadas socialmente, con un rango de Blanco de Público que abarca a TODA la sociedad.

Cuando este “derecho” se ve impedido por las cortapisas de índole institucional, políticas, religiosas y económicas, entonces surge un marco de acción social que puede tener dos variantes:

1_La obtención de estos “derechos” por las vías civilizadas, establecidas en el marco legal y político de la Nación,

2_Mediante  métodos ilegítimos no contemplados en la estructura social de la Nación.

Cuando se presenta este marco de acción social, Merton señala el inicio de la ANOMIA con sus secuelas de abuso en el consumo de drogas, vandalismo, asaltos, alcoholismo, suicidios, fraudes descomunales y una corrupción rampante.

El impulso que desarrolle la ANOMIA dependerá, en mayor o menor grado, del patrón de conducta observable a traves de las estructuras sociales establecidas.

Un componente formidable, para el análisis de la ANOMIA nos lo da Merton, usando el método de definición  de la tipología de adaptación individual, para enfrentar el desbalance existente entre las aspiraciones motivadas culturalmente y el acceso a los medios legítimos para alcanzarlas. Dentro de este esquema de análisis, nos brinda cinco etapas de adaptación conductual, que interactúan entre sí. Veamos:

1_La primera de estas categorías, de la capacidad de “adaptación” del Ciudadano, es La Conformidad. En otras palabras, es la aceptación de lograr esas aspiraciones a través de las reglas de juego que prevalecen en una Sociedad.

2_La segunda es La Innovación. Esta se desarrolla cuando el Individuo acepta las reglas del juego de la Sociedad, pero toma vías “alternas” dentro de las posibilidades que le brindan dichas reglas de juego, para alcanzar sus aspiraciones.

3_La tercera es El Ritualismo. Este se desarrolla cuando el Individuo abandona sus aspiraciones, legitimas o no, adoptando  las reglas de juego de la Sociedad. En esta etapa, el Individuo desarrolla un esquema realista de dichas aspiraciones dictadas por el entorno social que lo rodea.

4_La cuarta es El estado de Retirada, donde el Individuo rechaza no solo sus aspiraciones si no también las reglas del juego establecidas por la Sociedad. Estos individuos VIVEN DENTRO DEL AMBITO SOCIAL, PERO NO SON PARTE DE EL.

5_La quinta es La Rebelion. Cuando el Individuo cae en Retirada, se desarrolla un marco frustratorio que conduce a la negación del sistema social donde le toco convivir. Se siente alienado de las posibilidades, no solo de triunfo, si no de supervivencia. Además, comprueba que las vías de lograr sus anhelos están congestionadas por una guerra de intereses y egos que le cierran el paso tajantemente. En este estadio social, el Individuo tiene dos opciones:

A)-Establece un marco de acción basado en una estructura social

diferente.

B)-Emigra a otras latitudes geográficas, donde le permitan alcanzar

sus aspiraciones o derechos, que casi siempre son de naturaleza

Inalienable.

Como se puede apreciar de las afirmaciones anteriores, la ANOMIA hace énfasis en el estado de frustración personal, manifestado paulatinamente, durante el desarrollo de cinco estados de conducta social individual, que puede transformarse en colectivo mediante la ocurrencia secuencial de los mismos.

Cuando al inicio de esta entrega indicaba que la ANOMIA es una disfunción que surge, de manera paulatina y monitoreable, me basaba en la evolución de la información que cotidianamente nos impacta a través de la Prensa escrita, radial y televisiva.

La Sociedad Dominicana, mediante el comportamiento anómico de los Individuos, nos está dando parámetros de alerta en las áreas señaladas anteriormente. Ignorarlo seria un desafío a las Ciencias Sociales y nos conduciría a la “LIMBONOMIA”.

Las formulas para conjurar este patrón de conducta no son sencillas ni de carácter cortoplacista. Por el contrario, demanda un planteamiento integral donde no solo se analicen las verdaderas necesidades de los Individuos, sino también las herramientas de que dispone nuestra sociedad para asegurarle, a esos Individuos, que van a lograr dichas necesidades dentro de un Estado de Derecho y Justicia Social cónsone con las posibilidades que pueda garantizar un Estado, que tiene que “manejarse” dentro de un enclave  de intereses recalcitrantes unos, intransigentes otros.

Se evidencia que la base fundamental para que el Individuo en Sociedad entienda cuáles son sus necesidades reales, es la Educación.

Cuando hablo de necesidades reales, excluyo las básicas, que están debidamente enumeradas en nuestra Constitución. Me refiero aquellas aspiraciones, que a través de un sistema basado en el Merito, Esfuerzo y Recompensa, se tornan en necesidades.

Las “necesidades” que surgen al amparo del afán de lucro  legitiman las vías de cohecho y le dan el “statu-cuo” a la corrupción.

Es en el proceso de educar a los Individuos de la sociedad donde se definen las raíces de un país y su proyección hacia el futuro. La filosofía educativa de Eugenio María De Hostos previno este proceso a traves de sus École Normale.

Al ciudadano hay que hacerle comprender sus verdaderas raíces y darle las herramientas necesarias para esta comprensión y posterior proyección de las mismas. De lo contrario  podrían ocurrir, de manera sucesiva y sorpresiva, todas las etapas de Merton. Repito: Ignorar este hecho será caer en una LIMBONOMIA.