(Ilustraciones del Dr. Odalís G. Pérez)
Siendo honesto con mis lectores y con mis lectoras, hoy me disponía a escribir sobre un libro de cuentos de Luesmil Castor que me ha transportado al realismo mágico de mi niñez de criatura análoga y montaraz.
Pero hay una realidad latente que intercede en la tranquilidad de cualquier sujeto que ame a este país: La nueva realidad a la que nos ha llevado el COVID-19 y la dinámica interna de la educación nacional, de manera particular, la educación superior, con el caso específico de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
El 22 de agosto de este año en curso, fui convocado por la Asociación de Profesores de la Facultad de Humanidades de la UASD (ASOPROFAHU). En ese encuentro profesoral virtual, por la plataforma de Zoom, pedí la palabra y propuse que mi asociación profesoral asumiera la propuesta de solicitar al honorable Consejo Universitario, admitir o aprobar que en este inicio de docencia virtual, cada profesor o profesora, pueda desarrollar su labor docente a través de la plataforma virtual o del espacio tecnológico que le sea posible y/o más familiar, como Zoom, Whatsapp, ClassRoom, e-mail, videos-conferencias; entre otros. La idea es que funcionen, como lo hicimos al inicio, donde nadie nos impulsó a terminar por la vía virtual. Lo hicimos por responsabilidad profesional y académica, salvando la imagen de nuestra academia.
Para asegurar la responsabilidad ética en el trabajo, propuse que el control, vigilancia o chequeo, esté a cargo de los-as coordinadores-as de cátedras de las escuelas, por lo que los- profesores-as debíamos enviarles el link de convocatoria a docencia o del "compartir de saberes" y enviar los vídeos y/o las pruebas objetivas de que desarrolló su trabajo académico, cada vez que tenga una sesión de labores docentes discentes o estudiantes.
El día 28/8/2020, la representante de la ASOPROFAHU, Mtra. Blanca Castaños, me llamó para solicitarme que formalice mi propuesta en una carta, pues ya había sido acogida por la ASOPROFAHU y que el presidente de la FAPROUASD quería que yo firmara o le hiciera llegar esa propuesta con sus detalles. Así lo hice, aunque faltó firmarla, porque todavía no la he podido imprimir, por razones ajenas a mí voluntad, pero vinculadas al cuidado sanitario familiar.
Del día 1/9/2020, en adelante, inicié a propagar la propuesta por diferentes espacios virtuales y la acogida por parte del profesorado de la UASD, ha sido fenomenal, ha sido muy bien recibida, porque, todos sabemos que la mayoría de profesores no ha recibido los talleres de habilitación suficiente para ya dominar a Moodle, cuando, algunos, ni siquiera pueden trabajar con whatsApp, ni con ClassRoom.
Mi sorpresa ha sido muy gratificante, cuando, primero vi y leí que mi propuesta fue asumida por el candidato a Decano de la Facultad de Humanidades-UASD, el ex-Decano, Mtro. Ramón Rodríguez. Luego, leí un documento difundido por el equipo estratégico de propaganda del próximo Rector de la UASD, varias veces Vicerrector Administrativo de la UASD, maestro Editrudis Beltrán Crisóstomo. En ese documento, también asumieron la propuesta, con el título "Libertad de Cátedra y Tecnología" y abarcaron otros aspectos, como el hecho de que el semestre académico inicie el primero (1ero.) de noviembre del 2020.
En realidad me regocija el hecho de que hayan evaluado bien mi humilde propuesta, y estoy de acuerdo en que iniciemos el semestre académico de manera formal en noviembre, pero que en los meses de septiembre y octubre, se planifique el continuar con los talleres de habilitación en el dominio de la Plataforma Moodlee, en todas las Facultades, escuelas, Recintos, Centros y Subcentros Universitarios Regionales.
La UASD no puede, ni debe dejar de estar activa, hay que iniciar el semestre académico, involucrando también a los estudiantes en la habilitación o dominio de la plataforma virtual de Moodlee. No iniciar el semestre sería disponernos a la más grande deserción estudiantil. Recuerden que hay academias que hasta han dispuesto o abierto inscripciones gratis y están muy bien preparadas en su estructura tecnológica y/o virtual. La UASD debe seguir accionando, planificando, junto a FAPROUASD, ASODEMU y la FED.
La UASD no debe, ni puede suspender el semestre académico, de hacerlo sería un gravísimo error que atenta contra su estabilidad institucional y contra nuestra estabilidad económica y espiritual, como ciudadanos que somos y como servidores públicos. Iniciemos con gran certeza el 1/11/2020.
Esa es mi sugerencia y que se dejen de estar "tentando" las avispas, con ese mal engendro de la REELECCIÓN que hoy se anida en mentes retrogadas que parecen olvidar cómo y de dónde surgió la UASD, en su condición de academia democrática y de transformación social.
Olviden ya esa fatalidad histórica de la REELECCIÓN y eviten entrar en abierta confrontación con hombres y mujeres que sabremos defender los principios éticos y políticos de nuestra academia, en todos los terrenos… y pase lo que pase.
No puedo dejar de resaltar como un excelente aporte al profesorado, el bono que recibiremos de nueve mil pesos, durante los meses de septiembre, octubre y noviembre del 2020, siempre y cuando no sea a título de préstamos, sino como una colaboración o un bono para que cada servidor docente se supla en la parte tecnológica y así no tenga la excusa de no tener cómo "compartir saberes", desde su table, laptop o desde su celular. Si las autoridades, después, se despachan cobrando ese aporte, sería un reprochable fiasco.
Sigamos adelante, disponiendo de voluntad personal, para ir pasando, de manera gradual, de sujetos análogo que hoy somos, a sujetos virtuales. El COVID-19 ha empujado los cambios que ya estaban en proceso, por encima de nuestras precariedades técnicas y materiales. Reconozco que carecemos de conectividad, pero también debo reconocer que negarnos a estos irreversibles cambios, sería anularnos, como academia y como entes pensantes.
La búsqueda de la "episteme" debe llevarnos a la resistencia, ante las adversidades que nos trae la modernidad. Finalmente, le solicito de manera pública a mi gremio profesoral (FAPROUASD), a que asume mi propuesta de manera oficial y la defiende con gallardía, como siempre lo ha hecho, y que, evocando a Michelle Focaul, sigamos adelante…entendiendo que estamos ante "dos grandes discontinuidades en la episteme de la cultura occidental; aquella con la que se inaugura la época clásica y aquella que, a principios del siglo XIX, señala el umbral de nuestra modernidad” (Ver artículo "Qué es la episteme según Michele Foucault". Wikipedia y "Poesía en do menor", blogger del 4/11/2008).
Asumamos nuestra "modernidad" desde nuestras posibilidades de resistencia, siempre con el discurso y la epistemología que nos induzca a la descolonización del pensar y del actuar, hacia la regeneración del sujeto pensante y su contexto, desde nuestra libertad de cátedra, como academia abierta, democrática y plural, y, desde la libertad en el uso de nuestras posibilidades tecnológicas.