Con una población proyectada de 35,280 habitantes (ONE 2021), siendo esta la provincia con menor población de la República Dominicana, con apenas un 0.33 % del total nacional; Pedernales se prepara para la mayor inversión en la historia de su provincia a través del proyecto para el desarrollo turístico de Cabo Rojo con una inversión que sobrepasa los tres mil millones de dólares (US$ 3,000 MM), con lo cual se espera que el mismo se convierta en el punto de partida para impulsar el desarrollo de la provincia y la región Enriquillo.
Con un legajo de precariedades, iniciativas truncadas y un catálogo de pendientes históricos, la provincia de Pedernales debe anticiparse al futuro, preparando desde ahora los cimientos que soportarán el desarrollo proyectado con el fin de que el mismo beneficie su población en lugar de que este nuevo polo de desarrollo se convierta en una copia de experiencias pasadas donde el beneficio escapa a los originarios de la provincia y por el contrario fomenta la creación de “ghettos” que solo reproducen hacinamiento, enfermedades e inseguridad, deteriorando el destino proyectado.
Para tales fines el cambio en la mentalidad de la población autóctona es clave, para situarse como sujetos de este progreso y no como espectadores; este cambio comienza por la decisión de ser parte del cambio, lo cual les permitirá avanzar en la capacitación y organización de su gente orientado a la creación y fortalecimiento de micro y pequeñas empresas diseminadas por toda la provincia, para proveer servicios en respuesta a la demanda que desde hoy ha incrementado de manera sustancial en la provincia. Una demanda que abarrota la oferta hotelera en cualquier fin de semana largo, con una oferta de infraestructura y de servicios escasa y deficientes.
Desde hoy se necesita aumentar la cantidad de habitaciones localizadas en la zona urbana de Pedernales y en las principales comunidades cercanas, combinado a una oferta de servicios y atractivos que van desde el “coffe shop” de barrio hasta la posibilidad de articular destinos multi-provinciales, que permita a los visitantes tener una experiencia distinta a otros destinos y que pueda ser replicable en varias épocas del año.
El desarrollo integral de Pedernales debe acompañar las actividades económicas que se desprenden del proyecto de desarrollo turístico con una oferta complementaria en atención a la vocación de este territorio y la infraestructura proyectada; un desarrollo que debe considerar la importante superficie de áreas protegidas localizadas en la provincia como una fortaleza para marcar la diferencia en el destino, siempre apuntando a un manejo que garantice la sostenibilidad de un espacio al servicio de toda la isla y la región.
Una de las actividades complementarias debe apuntar a fortalecerse la industria pesquera de la provincia que en la actualidad cuenta con más de quinientos pescadores operando a través de 21 puertos desembarcaderos (MF – abril 2021); para esto se requiere la organización del sector en cooperativas con el fin de capacitarlas para la operación con el acompañamiento de las entidades gubernamentales vinculadas y un plan de comercialización, en el marco de la cadena de valor proyectada. Esto contribuirá en suplir la demanda presente y futura tanto de la provincia, como de toda la región Enriquillo.
Finalmente, se requiere impulsar las actividades agrícolas con el fin de aumentar la producción que será demandada en la provincia para elevar los niveles de competitividad del producto y de igual forma agregar valor a los mismos a través de una industria local que podría fomentar nuevos productos a partir del plátano y el mango, o la comercialización de la histórica industria del queso artesanal.
Sin lugar a duda, una nueva esperanza se presenta en el horizonte de la región Enriquillo y la población de Pedernales debe levantarse y prepararse para este anunciado desarrollo, porque el tiempo es corto.