Desde que nuestras autoridades se empecinaron con permanecer en el poder por encima de la voluntad de las mayorías y comenzaron sus planes de modificación constitucional para habilitar al presidente Danilo Medina a postularse a una reelección, para un tercer periodo consecutivo, el Dr. Leonel Fernández asumió la causa del pueblo e inició una lucha contra la modificación constitucional.

En ese momento, pocos o ninguno de los candidatos de la oposición abrazaron esa causa patriótica que exigía el respeto a la Constitución y las leyes, pues está claramente demostrado en la historia que los contínuos cambios constitucionales con el único objetivo de mantenerse en el poder, son el preludio de una dictadura. Sin embargo, el Dr. Fernández sí asumió esa causa y puso en marcha a todas las fuerzas del pueblo para hacer valer la mejor de las causas: El respeto al orden constitucional, impidiendo que por segunda vez consecutiva el Danilismo hiciera de nuestro Congreso, un mercado. 

Para lograr este objetivo tuvo que movilizar las fuerzas vivas de la patria y protestar frente al Congreso, pero, adicionalmente se empeñó en que los otros candidatos de oposición entendieran el riesgo que corría nuestra democracia, si se permitía un cambio constitucional, que no contaba con el favor de las mayorías, así como tampoco contaba con el favor de nuestros congresistas, a los que se les estaba tratando de comprar la conciencia y así lograr su anuencia. Con esta causa patriótica y con sus acciones, consiguió el respaldo de la comunidad internacional y de los mas sensatos líderes opositores, al punto de que uno de los precandidatos del PRM también se manifestó frente al Congreso y que el Secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo, llamó al Presidente Medina para pedirle preservar las instituciones democráticas y que respeten el Estado de Derecho y la Constitución. 

No obstante haber doblegado a la minoría del PLD, aunque mayoría del Comité Político del PLD, el presidente Fernández accede ir a unas primarias, como era de ley, pero con una serie de Precandidatos que antes serian medidos entre sí, en una Pre-Primaria para acudir unidos y así, juntos, intentar derrotar la causa del pueblo. Pero no bien comienza el proceso de preprimaria, comienzan los retiros y las denuncias de competencia desleal y desigual, ya que uno de los precandidatos mostró desde el mismo lanzamiento de su candidatura, que contaba con todo el apoyo del Danilismo que cohabita en Palacio Nacional. Al final lo impusieron, pese a las denuncias y los disgustos que provocaron y que estos lograron disipar nombrando a algunos familiares, mientras, otros con más luces y criterio histórico, comenzaron a mostrar simpatías con las causas que defiende el Leonelismo y el pueblo.

Llegaron las primarias y ante el gran cúmulo de irregularidades, entre las que podemos mencionar: uso y abuso de recursos del Estado; denuncias de Participación Ciudadana de que se compraban cédulas en el 25% de los recintos electorales y que en el 4.8% de los votos no reflejaron la voluntad del votante, en una muestra de más de 200 mesas (que puede ser un mayor porcentaje en otras mesas); distorsiones en las pantallas en las que se indicaba que más votantes efectuaron su derecho a votar, que los que estaban inscritos; distorsiones que reflejaron un numero de votos y un porcentaje que no se correspondía matemáticamente; transmisiones de resultados en horas que no corresponden; diferencias entre las actas y lo trasmitido a la junta; algunas mesas reflejaron un porcentaje de votantes muy improbables , si consideramos el tiempo que tomo cada votante para emitir su voto; negativa de la JCE para hacer Conteo Manual y Auditoria Forense; cinco días después y luego de haber roto la cadena de custodia, la JCE accede al conteo manual, logra hacerlo en 24 horas y parecen diferencias contra las actas, lo que sí o sí representa otra falta de fiabilidad del proceso.       

Y ante todas estas irregularidades ampliamente comprobadas, la Junta Central Electoral pretende hacer de este tema un tema entre Leonel Fernández y la Junta Central Electoral, cuando todos sabemos que esto hace tiempo que dejó de ser un problema de un candidato para para ser un tema que viene a definir la democracia o no democracia en la Republica Dominicana. Es cierto que el presidente Fernández ha encarnado esas causas patrióticas y democráticas, y como líder del pueblo las ha sabido defender; pero sin dudas aquí no defendemos la candidatura de Leonel Fernández, sino la transparencia de estas primarias y de las elecciones del 2020, así como el régimen democrático, que depende de un proceso electoral transparente y confiable.

Los otros candidatos de oposición no han cumplido con su responsabilidad civil e histórica, de unirse a los reclamos de los mejores intereses de la patria, pidiendo que sea revisado el sistema automatizado de votación, como lo hizo Luis Abinader en la lucha por evitar el cambio constitucional, pero que hoy, sin embargo, se ha replegado y no ha apoyado  las mejores causas de la democracia, a pesar de que corre el riesgo de medirse a los mismos actores y con el mismo sistema de votación automatizado.

Sin dudas, el presidente Leonel Fernández representa una lucha por una causa con la que los ciudadanos “o nos unimos como equipo o moriremos como individuo”.

La imposición de un candidato invisible, al que no se le permite hablar, ni opinar, pues el propio titiritero no es capaz de dominar los hilos, ante la presión de una entrevista o una simple presentación en público, resulta inaceptable y así lo demuestran las encuestas, en las que cada vez se manifiesta una mayor tasa de rechazo y una mucho menor de aceptación, a pesar de que el “Rey Dinero” haya logrado los votos. Mientras, Leonel Fernández, la causa del pueblo y de la democracia, concita, cada vez más respaldo de la sociedad, coincidiendo con discursos de miembros de la Marcha Verde, de Somos Pueblo y de otras agrupaciones sociales e individuos, que lo han adversado, incluso cada vez una más grande coalición de partidos lo apoyan y reclaman su salida del PLD, para que encarne una candidatura libre.

El Presidente Fernández, está encabezando una lucha que no necesariamente todo el que la apoya es Leonelista, pues los dominicanos estamos decepcionados de la impunidad y la corrupción de los gobiernos del PLD, en los que él también tiene responsabilidad, pero ahora, que ha decidido encabezar la lucha por salir del Danilismo y por imponer una nueva forma de hacer la política, estamos seguros que dejará a un lado a los corruptos, renovará su equipo, como ha venido haciendo, procurará alianzas con líderes potables y se rodeará de caras frescas.