En 1996 llega a la presidencia Leonel Fernández con apenas 42 años de edad. Con su slogan de campaña “El Nuevo Camino” y el apoyo del Dr. Joaquín Balaguer y el PRSC, logra derrotar en una Segunda Vuelta al Dr. José Francisco Peña Gómez y al PRD.
Joven, abogado, profesor universitario, orador, alguien que salió de las entrañas del pueblo y se había superado, cualidades que hicieron ganarse la confianza del pueblo, independientemente del contexto político y social de la época que se vivía en el país. Se comenzó a trabajar en la construcción de una imagen de un hombre, que con las cualidades ya mencionadas, se fue fortaleciendo cada vez más.
Con un “Excúseme de nuevo”, con su peculiar forma de decirlo, marcó una nueva forma de hablar y gustaba. La gente veía en Leonel a un superhéroe. Esta visión se incrementó en la campaña para las Elecciones Presidenciales del 2004. Se vistió de médico y se vendió como el único que podía salvar al país, que se encontraba en la unidad de cuidados intensivos.
Para la reelección del 2008 y con el Metro como punta de lanza en la campaña, se utilizó el Aleluya del Mesías de Haendel, donde se escuchaba el nombre de Leonel entre la música. Incluso, la XI Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2008, estaba programada del lunes 21 de abril al domingo 4 de mayo, se extendió hasta el viernes 9 de mayo y se utilizó a la Orquesta Sinfónica Nacional para una segunda participación en la feria, para tocar dicha obra.
Se trabajó y se construyó una imagen de Leonel Fernández como un salvador, hasta el punto de que el hijo de éste ha llegado a decir “…nadie llega al Padre, sino es por el Hijo”, parafraseando el versículo 6 del capítulo 14 del libro de Juan.
Transcurrido el tiempo y estando fuera del poder, las quejas han llegado y se ha dicho de la brecha que existía y existe entre el presidente del PLD y toda su militancia. Se ha hecho de todo para humanizar al predestinado. Desde ser cargado por una estrella de baloncesto, pasando por aventurero en la montaña con su mochila, hasta comer yaniqueque y jugar dominó.
El “Nuevo Camino” de Leonel Fernández ha obligado a éste a dar un giro de 180º a la manera de proyectarse y hacer proselitismo político, para tratar de convencer una vez más a la gente, que para desgracia de él, no es el mismo que hace veinticinco años, un pueblo fácil de engañar.
¡Excúsheme de nuevo, profeshor!