La tarde del miércoles 18 de septiembre, tras un costoso retiro de tres días de activismo, el otro precandidato presidencial del gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD) aparecía y escenificaba un discurso de promesas durante un ruidoso acto celebrado en el polideportivo del municipio sureño Pedernales, construido durante uno de los gobiernos del mismo Leonel Fernández, quien ahora luce con cuerpos de ventaja para las primarias del 6 de octubre, según los sondeos creíbles.
Intentaba Gonzalo Castillo de despertar las emociones de la concurrencia de unas mil personas, cuando exclamaba:
“Yo soy de ahí, soy de ustedes, soy de Petitrú, como le llamábamos nosotros, y voy a continuar la obra de Danilo Medina”.
Se refería a su lugar de nacimiento, el empobrecido y montañoso municipio Enriquillo, vecino de Pedernales, llamado “Pititrú”, no por los coterráneos, sino por los haitianos en tiempos en que también denominaban “Paradís” a Paraíso, otro municipio de Barahona.
El ministro de Obras Públicas, en tono alto, prometía carreteras, aunque su gestión de siete años se caracterizó por una sequía extrema de inversiones desde su natal hasta Pedernales, mientras su adversario puede exhibir calles del municipio, las carreteras Pedernales-El Manguito-Ávila-Las Rosas-Mencía, inicio del nuevo hospital (inaugurado por el presidente Medina).
Anunciaba la salvación del pueblo con el desarrollo turístico luego que el gobierno actual recuperara cerca de 400 millones de metros cuadrados de tierras con vocación turística que habían sido enajenadas por políticos, funcionarios y empresarios, directamente o a través de testaferros. Proceso de recuperación que había comenzado en 1996, en el primer cuatrienio de Fernández, con la designación de la legendaria Picky Lora como directora general del Catastro Nacional. Inspirada y apoderada por el Presidente, ella luchó hasta su último respiro, el 13 de abril de 1999, a los 58 años, no sin antes ordenar a sus hijas la continuación del largo proceso para retornar los títulos al Estado. Acción apoyada luego por el actual mandatario.
El auditorio apenas reaccionó, no tanto por la pobre oratoria del empresario-político, sino por lo manido de la propuesta. El anuncio sobre el inicio de construcción de miles de habitaciones hoteleras, carreteras, aeropuerto, malecón paradisíaco, la llegada de la panacea al desempleo extremo en Pedernales, hace mucho que es un discurso-sinfín hechura del ministro de Turismo, Francisco Javier García.
ESTRATEGIA FALLIDA
La ventaja de Leonel Fernández en el actual proceso, entre otras razones, viene porque, contrario a como él ha actuado respecto de los otros, la mayoría de sus adversarios, internos y externos, le ha negado el mínimo aporte como gobernante (1996-2000/2004-2008/2008-2012), al tiempo que sectores, desde la sombra, lo han sometido a las campañas sucias más crueles sin que se produjera una respuesta contundente de la cúpula del partido, el poderoso Comité Político.
El discurso del silencio, o la verbalización a ratos descarnada, han sido protagonistas de ese drama.
Mientras Fernández ha corrido en el proceso con un discurso de reconocimiento a la calidad de los gobiernos de Danilo Medina, Gonzalo y varios de los influyentes del Comité Político y otros organismos, más empresarios que le respaldan, han preferido la ruta contraria respecto del expresidente. Misma del opositor Partido Revolucionario Moderno, la organización con la que competirá el PLD en las elecciones del 17 de mayo de 2020. Es como si sintieran infelicidad el “ver el vuelo de los demás” y preferirían al enemigo real.
Bajo esa zozobra y sobre-actuación en el afán de danilización de su proyecto, al parecer, han victimizado a Fernández, provocando que éste se beneficie con la identificación de muchos. Han desatendido debilidades propias como el asumir, para criticar implícitamente, sus períodos gubernamentales (no los del PRD/PRM), al usarlos como marco de referencia para realzar las obras de Medina.
Y han desatendido la alta tasa de rechazo en las bases y en la población general de unos cuantos de los funcionarios de primer nivel que activan abiertamente en su equipo.
A menos de un mes para las primarias, Leonel Fernández pinta como ganador, y los días se agotan sin cambios notables a la vista que alteren el panorama.