El ex presidente Leonel Fernandez estuvo en estos días por San Pedro de Macorís en una salida política prácticamente obligada, en la cual saludó unos cuantos seguidores y recorrió en vehículo un pequeño tramo, todo después de hacerse esperar por mas de tres horas.

Pero lo realmente impactante de la visita de Fernandez Reyna al Macorís del mar fueron sus declaraciones, las cuales no se si tomar como muestra de cinismo o interesadas para lograr despertar la ira de los macorisanos y perjudicar la campaña de Danilo. Hay que ser muy cara dura para decir que “la obra de gobierno ejecutada por el PLD garantiza un resonante triunfo de todos sus candidatos en esa provincia”, mencionando entre las maravillosas obras hechas por el PLD el asfaltado de las calles de 14 barrios de esa ciudad y adjudicando a su partido la instalación por parte del sector privado de algunas industrias.

Lo que Leonel olvidó o no quiso mencionar fue que durante los periodos de gobierno de su partido la provincia San Pedro de Macorís perdió miles de empleos que generaban los ingenios Consuelo, Quisqueya, Santa Fe y Porvenir , de los cuales solo el ultimo queda en pie, los demás fueron chatarreados dejando sin sustento a miles de personas que durante décadas obtenían el sustento de sus familias de los ingenios o de las actividades económicas que estos generaban.

El primero de estos ingenios en desaparecer fue Santa Fe, el cual estuvo algunos años cerrados pero manteniendo una nomina de hasta 2,400 peledeistas cobrando sin hacer absolutamente nada, hasta que la capitalización de los ingenios en 1999 acabo con las botellas moradas. Luego siguieron Consuelo y Boca Chica, para los cuales había un proyecto en marcha que generaría etanol y energía eléctrica además de empleos, azúcar y melaza, ese proyecto fue abortado por que el entonces canciller del gobierno de Fernandez, Carlos Morales Troncoso, se apropio del mismo con el interés de desarrollarlo él, cosa que no hizo y hoy, gracias a la complicidad de Leonel Fernandez esos dos ingenios son parte de la historia de pobreza de San Pedro de Macorís.

El otro, Porvenir, cuyo futuro es incierto por su ubicación dentro de la misma ciudad de San Pedro, es el único que opera bajo una precariedad de molienda que debe estar produciendo a un costo tan elevado que es imposible mantenerlo en operación si no se produce una transformación que lo lleve a producir por lo menos lo que producía hace décadas. Porvenir tiene una capacidad de molienda de 3,600 toneladas diarias de caña lo que lo podría llevar a moler unas 648 mil toneladas de caña en una zafra de 180 días y producir unas 60 mil toneladas de azúcar con un rendimiento de un 9%. Esto, hoy día, luce una tarea difícil de afrontar pues ya ese ingenio no tiene la cantidad de caña de la que disponía cuando abastecía el 59% de la caña que molía y compraba el 41% restante.

Lo peor de todo es que las tierras que pertenecían a Consuelo, Quisqueya, Santa Fe y Boca Chica, que pudieran enviar sus cañas a Porvenir, hoy están en manos de particulares o arrendadas a otras empresas azucareras privadas por lo que la única salida para aumentar la producción azucarera en Porvenir es la compra de caña a los productores privados, colonos como se les llama, en lo que un masivo programa de siembra y renovación de sus cañaverales pueda aumentar la molienda de caña propia.

Una muestra de la decadencia del ingenio Porvenir son sus resultados de la molienda de la zafra 2014/15 la cual tuvo una duración de 125 días en los cuales se molieron 169,321 toneladas de caña, de las cuales 81,411 fueron compradas a colonos y 87,910 propias, con las que produjo 13,612 toneladas de azúcar con un rendimiento de un 8% de azúcar obtenida por cada tonelada de caña molida. Los promedios de esa zafra reflejan la precariedad de la molienda: 1,354 toneladas de caña molida y 109 toneladas de azúcar producidas por cada día de molienda, el % de tiempo perdido debe haber sido extraordinariamente alto.

Me gustaría saber a cuanto ascendió el costo de producción pues tuvo que ser altísimo, mas cuando el ingenio es receptor de miles de botellas moradas, pero eso ni al CEA ni al gobierno le importa, lo suyo es operar el ingenio a cualquier costo para mantener las miles de botellas que cobran en el CEA, al fin y al cabo el dinero no es de ellos, es de los impuestos que pagamos todos.

El actual presidente Danilo Medina, quizás como un mea culpa por los desmanes de su partido con San Pedro de Macorís, ha ofrecido en varias oportunidades la instalación de dos trapiches, pequeños molinos de caña, tanto en San Pedro como en Monte Plata para producir panela, un tipo de azúcar orgánica muy demandada en Europa y que suplen a capacidad otros países como Colombia, Guatemala y Ecuador, pero la promesa se ha quedado en eso, en promesa, tal y como se han quedado miles de promesas hechas en las fracasadas visitas sorpresas.

Si San Pedro de Macorís quiere renacer económicamente como provincia tiene que cambiar sus representantes en el congreso y votar por quienes de verdad velen por sus intereses y también tiene que guiar, como lo hacia en sus años de esplendor, a las provincias del este en la ruta hacia un cambio de gobierno que le devuelva la esperanza de progreso a una zona digna de mejor suerte, ellos tienen la opción, esperemos que la tomen.