Antes de revelar el testimonio del presidente Leonel Fernández sobre los ataques al senador por San Juan de la Maguana, Félix Bautista, en un libro autobiográfico, explicaré lo que plantean dos periodistas sobre este tema.
El periodista Leonardo Méndez sostiene la jocosa teoría de que “cuando alguien le quiere dar una pedrada a Leonel Fernández mide o toma puntería a la cabeza de Félix Bautista”.
El periodista Héctor Herrera Cabral, uno de los voceros del presidente Fernández, dice que el grado de complicidad y compenetración es tan grande que Bautista es para Fernández como el hijo grande que nunca tuvo o el hijo pequeño que nunca tuvo”.
Héctor y Leonardo están convencidos de que la técnica de la oposición, de los enemigos del ex gobernante es descifrable: golpear a Bautista para que quien sangre y sienta el dolor sea su jefe político, es decir, el doctor Fernández.
Sobre ese particular, el propio Fernández afirma que cuando el gobierno de Hipólito Mejía acusó a Bautista de corrupción y lo llevó a la cárcel, era su cabeza la que quería.
“La acusación buscaba llegar hasta a mí y buscaron personas de mi más íntimo entorno como él (Bautista) para allanar el camino. Venían por mí, pero no se le dio. La acusación fue torpe y errática. En su afán por desmeritarme, incurrió en errores suponibles en estudiantes de primer semestre de derecho”, sentenció Fernández.
El planteamiento está contenido en la obra “Leonel, Una Biografía: La Historia Personal y Política del Líder Dominicano”.
El libro es autoría del abogado Marcelino Ozuna y tiene 326 páginas. El propio Fernández cuenta su vida personal, su familia, sus matrimonios, su círculo íntimo, sus grandes batallas políticas con sus enemigos dentro y fuera del partido.
"Félix Bautista tiene garras de un tigre"
El ex jefe de Estado rememora que luego de que saliera del gobierno en el año 2000 Félix Bautista “enfrentó un proceso judicial dificilísimo y fue con sus huesos a la cárcel. Laptop en manos, se enzarzó en aquella guerra, y con la habilidad de un peso walter, y con las garras de un tigre, al momento de la verdad, obtuvo un descargo de parte de los tribunales”.
Insistió en que nunca creyó en los cargos que le formularon a su hombre de confianza y que por eso lo designó en la misma posición que había tenido en el 1996, director de la Oficina Supervisora de Obras del Estado.
Fernández dice que Bautista es su mano derecha y su mano izquierda, un hombre operativo imprescindible en su equipo porque en los momentos más difíciles, cuando los demás tienen miedo, están cansados, reculan ante las tareas asignadas, Bautista se crece.
"Una hormiga trabajando"
El ex gobernante considera que Bautista es una hormiga trabajando y que no sabe “de donde diablo un hombre pequeño y de apariencia desvalida saca tanta energía para encarar el trabajo”.
“No es extraño que entrada la medianoche, muchos de mis colaboradores se vean con ojeras, con la expresión devastada de él que tuvo un día de perros y con el deseo febril de que se le envíe a su casa en ambulancia para irse a la cama con zapatos y ropa puesta. Félix se crece en ese momento, es el más diligente a seguir el trabajo”, indica Fernández.
Piensa que esa capacidad de trabajo es la que en sólo 10 años sacó a Félix Bautista del anonimato y lo llevó a escalar las posiciones más altas dentro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y la sociedad dominicana en general.
“Félix es uno de mis alfiles de mayor utilidad lo mismo lo muevo para diligenciar los negocios de Petrocaribe ante el gobierno de Venezuela, que para materializar una alianza impensable con los enemigos de mayor encono”, añade.