La vida está llena de contrastes. Odebrecht fue creada en el nordeste del Brasil  y  desde allí expandió sus tentáculos codiciosos y sobornadores al mundo entero. Como otra cara de la moneda, en esa misma región surgió  Helder Cámara, apóstol de la Teología de la Liberación, basada en que el Evangelio exige la opción preferencial por los pobres. Conspicuos voceros brasileños  de esa ideología han visitado nuestro país.

El humanista, teólogo, filosofo, escritor, catedrático y ecologista Leonardo Boff estuvo aquí en febrero 2016. Recibió altísimos honores. Fue acogido  en  Palacio, dictó charlas, los medios difundieron sus criterios, fue condecorado y, junto a Danilo Medina, apareció en fotografías luciendo su patriarcal barba, digna de pinturas sobre el Antiguo Testamento. Boff, concentrado en  defender la Madre Tierra ha sido reconocido mundialmente como ambientalista y, en ese rol, firmó con el Gobierno  un acuerdo de colaboración con el Proyecto Cultivando Agua Buena, pero no era eso lo que le interesaba a Danilo sobre Boff. Nótese que ya pasó un tercio del publicitado “Cuatrienio del Agua” y nada se sabe de “Agua Buena”, ni de algún logro hidrológico. Lo único que Danilo quería era la propaganda reeleccionista que difundió la web presidencial, citando a Boff: “Danilo Medina gobierna llevando al pueblo en su corazón”. Continuaron reseñando: “… gobernar con justicia social es un gesto amoroso para con el pueblo y por lo que he escuchado, el Presidente está llenando esa misión”. Un periódico digital puso como titular: “Danilo es ungido por Leonardo Boff, otro brasileño notable”. El anterior fue Lula, quien proclamó la reelección  en enero 2013, diciendo, que cuatro años eran muy poco tiempo para la egregia obra de Danilo.

Estando en agresiva campaña reeleccionista Danilo recibió con amplísima sonrisa las palabras de Boff, sacerdote tercermundista, cuya presencia le rememoró el ya olvidado origen del PLD,  simbolizado con la estrella amarilla del Vietnam de Ho Chi Minh. Además, el elogio de ese ambientalista hacía olvidar la ineludible contaminación del carbón de Catalina.

Meses después nos visitó otro prestigioso sacerdote brasileño, Carlos Alberto Libanio Christo, conocido como Frei Betto, para participar en un Congreso de Solidaridad con Cuba en la UASD, en julio 2016. Frei Betto, desde la Iglesia Católica y Lula desde los sindicatos, combatieron  la dictadura militar brasileña. Ambos pasaron años prisioneros. No obstante su historial, Danilo ignoró a Frei Betto. Ya había  ganado su reelección y, además, no le convendría vincularse a Frei Betto, que hizo fuertes pronunciamientos sobre la globocolonización en su charla sobre Cuba, en ese Congreso que el Ejecutivo dominicano no se hizo representar.

Danilo tenía otra razón aún más poderosa para ignorar a Frei Betto: ese religioso no es media lengua ni se doblega ante los poderosos, aunque se trate de su entrañable amigo Lula, quien lo nombró Asesor y Coordinador de Movilización Social del Programa Hambre Cero. Frei Betto renunció después de 687 días en el cargo, y refirió: “Lula me invitó a trabajar con los más pobres de los pobres, los hambrientos (es decir, con cerca de 45 millones de personas). […] Pero después de dos años hubo un cambio en el programa: lo que era un programa emancipatorio, con el tiempo se fue transformando en un programa electoralista. […] Con el tiempo se descubrió que conviene mantener a las familias en la dependencia permanente del gobierno porque esto resulta en más votos en las elecciones. Esa descaracterización de un programa emancipatorio hacia un programa asistencialista, me hizo dejar el gobierno”.

Frei Betto resaltó que el PT de Lula “…cambió su proyecto de Brasil por un proyecto de poder”. Entrevistado por EL PAIS señaló: “El PT iba a ser el partido de la ética (lo que no ha sido)… y ahora Dilma Rousseff y el PT son víctimas de eso precisamente”. Prosiguió Frei Betto: “… el PT se volvió una formación especializada en su perpetuidad con el poder, preocupándose  sobre todo de eso. Pasó de ser un proyecto para el país a un proyecto para el poder. Permanecer en el poder se convirtió en algo más que cambiar el país”.

Según Frei Betto, el PT desechó su origen ético y perdió el poder. Igual le pasará  inexorablemente a Danilo en el 2020, pues olvidó que el PLD se creó para completar la obra de Duarte.