León Bloy nació en Perigueux, Francia, el 11 de julio de  1846. Fue el segundo de siete hijos de un ingeniero francés y una dama española, en cuyo hogar todos los hijos eran varones.

Desde temprana edad se dedicó a buscar en los estudios su  formación  individual y lo logró.  Igual que Saulo (San Pablo) fue un encarnizado  persecutor de los cristianos.

Estaba alejado  totalmente de la práctica  del cristianismo. Se había convertido en  enemigo de todo lo que  estuviera relacionado con el espiritualismo.

En 1871 había perdido totalmente la fe: era anticristiano.

No practicaba ninguna religión, pero tuvo un encuentro salvador con el  poeta Barbey  D’Aurevilly, que lo encaminó por el sendero del cristianismo, que nunca más abandonó y que defendió en su estilo de  vida y como escritor  comprometido.

También fue muy oportuna su relación con el sacerdote  René de Maidrey, quien se dispuso a formar el espíritu de aquél que había abandonado el cristianismo, fortalecerlo para toda la vida.

Su primer encuentro con el amor fue Ana María Roule  (Verónica), una  costurera pobre, con quien vivió cinco años. Fueron tiempos de   pasión, era algo divino, repleto de gracia y convivencia humana.

Ella se había convertido al cristianismo y tenía una fe ciega; fue su gran  amor , …pero el destino los separó . Ana fue internada en un asilo en 1ro. de junio de 1882, en crisis de demencia : murió loca. Fue para León Bloy «  la inmensa desgracia de mi vida ».

 Berta Dument, quien aparece en la novela « La Mujer Pobre » con el  supuesto nombre de « Clotilde Marechal » fue la segunda,  su prometida  ante el Señor, admirable y santa cristiana que murió de tétano en 1885.

Ante esos fracasos, León Bloy estuvo varios años en cautiverio, que él  mismo se proporcionó, quiso permanecer a propósito alejado de la sociedad  burguesa, pero sucedió algo que nuevamente cambió el rumbo de su vida.

Estando muy apenado, después de regresar del entierro de un amigo, se  encontró con  Juana Molbech, una joven holandesa quien se sintió  hondamente atraída hacia aquel hombre que acababa de conocer, el 19 de  agosto de 1889.

Así comenzaron las relaciones entre León Bloy y Juana Molbech, que  duraría todas sus vidas.

Las cartas que él escribió para ella están condensadas en un libro titulado   «  CARTAS A MI NOVIA »  donde él explica el amor, el interés y su  concepto sobre el matrimonio, pero también cómo lo había tratado la vida,  y su inconformidad con la sociedad de esa época.

En una de sus primeras cartas se define frente a ella, no en el aspecto sentimental, sino escritor, y dice:

«  He estado en guerra con todos los poderosos, por haber amado la  justicia sobre todas las cosas de esta mundo, por haber escrito siempre la  verdad, pese a todos los riesgos, por haber intentado determinar una  corriente literaria nueva, para gloria del espiritualismo cristiano, contra  todos los potentados… »

El 27 de mayo de 1890, León Bloy se casó con Juana Molbech. De esa unión  nacieron cuatro hijos, de los cuales los dos varones   (Andrés y Pedro)  murieron a temprana edad de  hambre y miseria; las hembras eran  Verónica y Magdalena.

La novela « La Mujer Pobre » ayudó a muchos a encontrar laespiritualidad ; además ayudó a convertir a varios jóvenes intelectuales a  convertirse al catolicismo, entre ellos se pueden citar a  Jacques Maritain  y su esposa Raissa ; Pierre Van Deer Meer de Walcheren  y su esposa  Cristina ; Pierre Tarmier,  y otros más, de  todos ellos él fue también su padrino.

León Bloy murió el 3  de noviembre de 1917. Se puede decir que aquel  hombre que había protestado y vociferado, falleció humildemente a la edad  de 71 años, « cómo un buen obrero que ha cumplido su tarea ».

Sus ahijados Jacques Maritain, su esposa Raissa y la hermana de ésta, Vera,  fueron amigos íntimos de León Bloy, él fue su padrino cuando ellos se  convirtieron al catolicismo.

Jacques Maritain resume sus vivencias con éstas palabras: « Para mí, la vida se divide en dos partes; la que precede y la que sigue al  encuentro con León Bloy »

Bloy también ayudó a la conversión a Pierre Van Deer Meer de Walcheren,  un gran poeta,  y su esposa Cristina, de los cuales fue su padrino. Holandeses, que encontraron un orientador espiritual para dedicar su vida  a una gran causa espiritual.

El y su familia encontraron en Bloy la confianza. Ellos se  convirtieron el 24  de febrero de 1911, junto con su hijo Pierre-León.

Muchos  conocieron  León Bloy  principalmente a través del libro « La Mujer Pobre », pero cuando  realmente todos lo admiraron, quisieron y respetaron fue cuando lo trataron personalmente, así entendieron  el gran  espíritu cristiano que tenía y comprendieron que no solamente escribía, sino que también vivía ardientemente el cristianismo.

León Bloy fue siempre un hombre desesperado, lleno de  inconformidad,  reflejaba ese estilo de vida en sus libros, de los cuales los más importantes  son :

El Desesperado. El Mendigo Ingrato. El viejo y la Montaña. Cuatro años de Cautiverio. El Alma de Napoleón. La Mujer Pobre. En el Umbral del Apocalipsis. El Peregrino de lo Absoluto. El simbolismo de la Aparición. La Sangre del Pobre. Exégesis de Lugares Comunes. La que Llora. Mi Diario. La Puerta de los  Humildes. Juana de Arco y Alemania. La Salvación de los Judíos.   El Invencible.   …Y muchos más.

Refiriéndose a los que tienen dinero y no les importa la suerte de los pobres dijo: «  Se es tan elocuente y expresivo cuando se tiene dinero y se habla de los pobres… »

« La pobreza agrupa a los hombres, la miseria los aísla ».  « El dinero es…LA SANGRE DE LOS POBRES, que lleva a muchos  sufrimientos materiales. »

León Bloy trabajó con diferentes periódicos, donde no permanecía mucho  tiempo, pues se genio y su temperamento no eran serviles a nada ni a nadie.

« Hay criaturas que Dios ha formado para mandarlas en el momento oportuno, a aquellos de sus amigos, a quienes las tristezas afligen.»

« Hay almas a quienes Dios pide mucho, porque las sabe capaces de dar mucho, y es un gran honor que les hace. »  Bloy cumplió esa tarea.

Así fue León Bloy, un personaje valiente, en una época en que la sotana de  los sacerdotes asustaba;  muchos preferían buscar un acercamiento a Dios a  través de un hombre sin complejos,  que podía transmitir los mensajes  espirituales directos.

Él nos dejó el ejemplo de su vida, sus obras, sus libros, que son viva  expresión de un verdadero cristiano, de un hombre que vivió y quiso ser  pobre, pero dejó su gran riqueza espiritual para las venideras generaciones.